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México D.F. Domingo 1 de febrero de 2004
SNTE: CONFUSION Y CONFRONTACION
Las
recientes tensiones internas en el Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación (SNTE) y las, por lo menos, confusas circunstancias
en las que se organiza el congreso de reforma estatutaria del organismo
gremial del magisterio, constituyen nuevos indicadores de la descomposición
política y de la desconexión con la realidad de los maestros
del país que se experimentan en ese importante gremio a causa de
la obstinación de su actual directiva -alineada con Elba Esther
Gordillo, secretaria general del PRI- en mantener a toda costa sus cuotas
de poder.
El corporativismo, el charrismo, las prácticas
antidemocráticas, la represión contra los profesores disidentes
y demás lacras heredadas del régimen priísta continúan
vigentes en el SNTE, con el agravante de que éstas estarían
siendo ahora aplicadas para revalidar el control de Elba Esther Gordillo
sobre el sindicato y apuntalar con ello su desgastada posición política
con miras a incidir en las luchas internas del PRI. Mientras el uso y el
abuso políticos por parte de la actual directiva nacional del SNTE
prosiguen (con la irregular prórroga del mandato de Rafael Ochoa
como mejor ejemplo), la realidad de los maestros del país continúa
caracterizada por las malas condiciones de trabajo en las que ellos laboran
y por el hostigamiento al que son sujetos si pretenden desprenderse de
la dominación de sus líderes y promover un modelo democrático
y transparente de organización sindical.
En este contexto, corresponde a las autoridades competentes
resolver, de forma expedita, las diversas denuncias presentadas recientemente
en torno a la situación del sindicato de maestros, sobre todo las
relacionadas con la represión perpetrada contra profesores disidentes
en varias entidades del país y con la legalidad de la actual directiva
del SNTE y del congreso de reforma estatutaria que ese gremio podría
celebrar en los días próximos. De no actuar las autoridades
de manera decidida y conforme a derecho en estos asuntos, entre la sociedad
en general y en los maestros en lo particular se reforzaría la idea
de que la vinculación orgánica entre la cúpula del
SNTE y el gobierno federal en turno permanece activa, con todos sus componentes
antidemocráticos, tal como acontecía durante los sucesivos
regímenes priístas. Por añadidura, de mantenerse el
actual estado de tensión y confrontación en el magisterio,
podrían tener lugar indeseables estallidos sociales que en nada
contribuirían a la estabilidad del país. Evitar la violencia
y resolver las diferencias dentro del magisterio de forma pacífica,
dialogada y transparente son, debe destacarse, medidas indispensables para
atender con justicia y veracidad los reclamos y las necesidades del profesorado
nacional.
La educación es uno de los pilares del desarrollo
de México. Por ello, el sindicato magisterial constituye un elemento
crucial para potenciar el mejoramiento de las condiciones generales de
la nación y para ofrecer un futuro auspicioso a los niños
y jóvenes mexicanos. Así, resulta imperativo que el SNTE
se abra a un modelo de gestión sindical verdaderamente democrático,
independiente de gobiernos, partidos o individuos, y comprometido con el
bienestar de sus bases y de sus educandos, al fin de cuentas su razón
de existir. De lo contrario, continuarán vigentes las tensiones
y los enfrentamientos dentro del gremio magisterial y, por añadidura,
prevalecerán las distorsiones y los abusos inherentes al aprovechamiento
político que ciertos clanes del magisterio inducen y practican en
aras de favorecer las ambiciones personales o partidarias de sus dirigentes,
sean éstos morales o formales.
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