México D.F. Martes 3 de febrero de 2004
Marco Rascón
Socialdemócratas y satarcomedlaicos
Según Ricardo Monreal y Roberto Madrazo, ahora resulta que el PRD y el PRI, respectivamente, son socialdemócratas o, visto en un espejo: satarcomedlaicos. ƑTiene sentido para el electorado nacional tanta socialdemocracia en el ambiente o sus espejos?
Ahora resulta que la descomposición ideológica y el pragmatismo del PRD "es una transición de ser un partido de izquierda a uno socialdemócrata" (según el ideólogo Monreal en entrevista a Crónica, 30/1/04). Por su parte, el otro ideólogo, Roberto Madrazo, el fin de semana hizo una autocrítica y dio una definición: el PRI sale del neoliberalismo y también va hacia la socialdemocracia.
Nos imaginamos que la falta de desmentidos a Monreal dentro del PRD es la aceptación tácita de esta nueva transición pactada, y que en el PRI el beso de Elba Esther y los aplausos unánimes constituyen votación en favor de los nuevos disfraces.
Pero existe una diferencia: en el caso del Partido de la Revolución Democrática la definición es un agregado a la vocación destructiva del compromiso que originalmente creó para responder al clamor po-pular de acabar con el Revolucionario Institucional, el priísmo, y ser una opción progresista, nacionalista y transformadora en favor de la mayoría de los mexicanos. ƑCómo podría el PRD ganar las elecciones de 2006 sin identidad? ƑPuede ganar un partido que no tenga proyecto?
En el caso del tricolor el giro socialdemócrata ya forma parte de los preparativos de la oligarquía para regresar al poder. No obstante, en el imaginario perredista esto se lee al revés: "se está desgajando y nos va a caer encima. Todos se quieren venir al PRD, Ƒacaso podemos rechazarlos?" Sin embargo, esta tesis la contrarían signos que ya constituyen la estrategia hacia la restauración priísta. Se comparan a continuación algunos:
Desde 2001 el PRI se disfraza en elecciones locales y federales dentro de una "alianza" para la que sirve el Verde Ecologista bajo la conducción de Carlos Salinas. El PRD se queda cada vez más solo con los priístas, que en vez de atraer votos disminuyen el voto duro.
El tricolor gana el control del IFE. El partido del sol azteca sustituye a Pablo Gómez por Juan Guerra y no puede resolver los fraudes internos, desechando el Informe de la Comisión para la Legalidad y la Transparencia mandatado por el séptimo congreso.
La Cámara de la Industria de la Radio y Televisión se manifiesta al servicio del PRI y estará con éste en la lucha por la restauración (lo veremos al tiempo). El PRD renuncia a ejercer cualquier crítica al papel de los medios electrónicos y todos sus recursos van allá y a sus empresas privadas.
Las luchas en defensa de la electricidad y el petróleo, el nacionalismo y de los migrantes mexicanos en Estados Unidos son encabezada por Bartlett y Murat. El PRD desaparece de los debates.
El PRI afina todo su aparato corporativo y tras los intentos de ruptura con Elba Esther, en diciembre pasado, en forma mayoritaria eligen presidente del Congreso del Trabajo a Víctor Flores, sellando así la nueva unidad hacia 2006, asegurando el control de votos.
El Revolucionario Institucional gana la mayoría de las elecciones en 10 estados; el PRD pierde en casi todas.
El PRI gana a Fox en el Congreso, entonces dividido, contra los votos de Elba Esther, sumando šal PRD!, que pierde en esa jugada su identidad.
El referente "opositor" hoy es el PRI, gracias a los errores del perredismo, y es el principal opositor de Fox y del gobierno Fox-Sahagún.
Mientras el tricolor defendía su posición fiscal como compromiso de campaña, el PRD estaba en alianza con el PAN en Colima... y perdía. Al mismo tiempo estaba en alianza con el PRI en el Congreso.
En tanto el PRI conforma una estrategia de Frente, que podría llamar FDN Opositor y Nacionalista, con un candidato de la "sociedad civil" al cual declina Jorge G. Castañeda y, por supuesto, Convergencia, el PT y el Verde, el PRD sólo ve las encuestas sobre López Obrador como estrategia.
Según Madrazo, su partido hará un perfil de "centro-izquierda" como el FDN en 1988. El PRD repartirá despensas y ofrecerá puentes.
El PRD considera que la falta de dinero, por las deudas contraídas y el enriquecimiento de su burocracia, son el problema principal, mientras el PRI gana el apoyo de la vieja oligarquía, así como de la surgida durante el neoliberalismo, que ahora será presentada como "socialdemócrata".
El candidato priísta no vendrá ni de los gobernadores ni de su aparato tradicional, porque eso los divide, pero el PRD apostará todo a un supuesto derrumbe del PRI, al fracaso de Fox y a las encuestas.
El precandidato más-alto-en-las-encuestas del PRD planea una estrategia semejante a la que siguió Fox; el PRI construye un caballo negro que vendrá sin golpes al final de 2004 con un discurso dirigido a la intelectualidad, a la ciencia, a la academia, al nacionalismo, etcétera.
Mientras el Revolucionario Institucional desaparece en el nuevo FDN... y regresa, el PRD se divide, alcanza 8 por ciento y pierde el Distrito Federal ante el candidato de la alianza organizada por el PRI. [email protected]
|