México D.F. Martes 3 de febrero de 2004
Ganar, la lógica financiera
Para ''el número dos'' de BBVA, el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, la pretensión de adquirir la totalidad de las acciones de Bancomer ''tiene una lógica financiera, porque se trata de la primera franquicia en México''.
De acuerdo con los informes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la utilidad neta de Bancomer, sólo en México, ascendió a casi 6 mil 500 millones de pesos (unos 589 millones de dólares). Pero el escaso riesgo radica en que la banca en el país es un importante acreedor del gobierno federal a través de la tenencia de valores de su deuda interna.
Según el Banco de México la banca comercial detenta casi 10 por ciento de los 987 mil millones de pesos del endeudamiento interno gubernamental representado en bonos. Además, precisamente Bancomer es uno de los más grandes beneficiarios del rescate bancario realizado en 1995, al tener en su poder pagarés Fobaproa por 57 mil millones de pesos y recibe puntualmente el pago de intereses por parte del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario.
A eso se suma el cálculo de Goirigolzarri, quien estimó en 793 millones de dólares las utilidades de Bancomer para 2004, en 963 millones para 2005 y en mil 172 millones para 2006.
Se achica la BMV
El mercado de valores de México se achica; sólo en el primer mes del año dos de las empresas más grandes del país que cotizan sus acciones públicamente, Cementos Apasco y Mexichem, decidieron abandonar esta instancia debido a que fueron absorbidas por otras controladoras.
A ellas se sumará el hasta ahora BBVA-Bancomer, una vez que el español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria concrete la compra de 100 por ciento de las aciones en circulación, a más tardar el mes próximo.
De acuerdo con registros de la Bolsa Mexicana de Valores (BVM), el mercado bursátil especializado en la colocación de títulos accionarios cada vez más es desplazado por otros mecanismos de financiamiento, como la colocación de certificados de deuda, certificados de participación ordinaria y obligaciones, entre otros instrumentos.
De esta forma, las compañías mexicanas han comenzado a concentrarse tanto por la baja bursatilidad de sus acciones como por la fusión con otras empresas más grandes. En 1998 en la BMV se encontraban inscritas 195 compañías, cifra que paulatinamente ha disminuido hasta llegar a 169 en 2002, es decir, 26 menos. JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y VICTOR CARDOSO
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