México D.F. Martes 3 de febrero de 2004
John Kerry se mantiene como favorito para la
candidatura presidencial de EU
Hoy se definirá el potencial del voto hispano
en la elección demócrata
Nuevo México y Arizona, entre los estados donde
se llevará a cabo la tercera ronda
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 2 de febrero. La tercera
ronda de elecciones internas para seleccionar al candidato demócrata
que enfrentará a George W. Bush en los comicios presidenciales se
conoce ya como el martes hispano, pues los votantes latinos desempeñarán
un papel decisivo en Arizona y Nuevo México, dos de los siete estados
que tendrán primarias este martes.
"En Nuevo México y Arizona tendremos un gran número
de votantes hispanos involucrados en moldear esta competencia", declaró
Tony Welch, vocero del Partido Demócrata, en entrevista con el San
Antonio Express News. El senador John Kerry sigue como favorito en
el proceso interno de su partido y espera avanzar en los comicios en estos
dos estados, y también en Delaware, Missouri, Dakota del Norte,
Oklahoma y Carolina del Sur, este martes.
Pero para los activistas latinos, esta elección
se trata de algo más que la nominación de un un candidato
del Partido Demócrata. Las internas en Nuevo México y Arizona
podrían demostrar el poder creciente y potencial del voto latino.
Este sector constituye 45 por ciento de la población de Nuevo México
y los indígenas estadunidenses representan otro 10 por ciento. En
Arizona, los latinos representan cerca de 25 por ciento de la población.
Por
lo tanto, será la primera prueba crítica de cómo los
votantes latinos perciben a los candidatos demócratas, y los estrategas
señalan que una fuerte participación podría demostrar
el grado de apoyo para cada aspirante en otros estados con poblaciones
latinas grandes, como California y Texas. "A través del suroeste
los latinos observarán qué ocurre el martes", declaró
Chris García, politólogo de la Universidad de Nuevo México,
al diario Los Angeles Times. "Y estos candidatos entienden la importancia
de arrancar con una imagen positiva entre los hispanos".
Los principales candidatos a la nominación del
Partido Demócrata intentan pronunciar por lo menos algunas palabras
en español y casi todos han difundido propaganda en los medios latinos.
Todos tienen una sección en español en sus sitios de Internet.
El año pasado estos aspirantes realizaron el primer debate bilingüe
en la historia y hoy casi todos participaron en un foro patrocinado por
la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en
inglés) en Phoenix, Arizona.
Los candidatos también han buscado el apoyo de
líderes latinos; el senador John Kerry consiguió el respaldo
de Henry Cisneros; el general Wesley Clark logró el del ex gobernador
Jerry Apodaca, de Nuevo México, mientras el ex gobernador de Vermont
Howard Dean cuenta con el apoyo de otro ex gobernador, Tony Anaya. Por
su parte, el senador John Edwards consiguió el apoyo de la procuradora
general de Nuevo México, Patricia Madrid.
Bill Richardson, el actual gobernador de Nuevo México
y secretario de Energía durante el gobierno de Bill Clinton, ha
declinado apoyar a alguno de los candidatos, pero ha subrayado la importancia
del voto latino tanto en su estado como a nivel nacional. De hecho, el
Partido Demócrata cree que este sector será de tal importancia
en las elecciones presidenciales de este año, que ha seleccionado
a Richardson como presidente de su convención nacional, a realizarse
en Boston a finales de julio.
Al parecer, nadie duda que el voto latino podría
ejercer un papel de suma importancia en la elección presidencial
de 2004, particularmente en estados claves del suroeste, como Arizona y
Nuevo México. En la pasada elección presidencial, Al Gore
le ganó a Bush en Nuevo México por sólo 366 votos,
y si las nuevas propuestas de inmigración presentadas por Bush le
reditúan unos pocos votos latinos más, eso podría
determinar el resultado este año. En Arizona, la creciente población
latina ha transformado lo que era un bastión del poder republicano
en una entidad donde está muy cerrada la contienda entre los dos
partidos nacionales, algo que se manifestó en la última elección
donde Bush ganó este estado frente a Gore con sólo 6 por
ciento de diferencia.
Pero la comunidad hispana de estos dos estados también
tiene grandes diferencias con la de otros. La población latina de
Nuevo México tiene generaciones en el país, y 80 por ciento
es ciudadano estadunidense (comparado con cerca de 50 por ciento de la
población latina de California y Texas). Muchos latinos de Nuevo
México pueden remontar su historia al siglo XVI cuando esas tierras
fueron colonizadas por los españoles, y no se perciben como mexicanos
o inmigrantes. Para estos votantes, el tema de la migración no necesariamente
es el más importante.
Con todo, la migración sí es tema en Nuevo
México y aún más en Arizona. Al concluir intensas
campañas en estos estados, todos los candidatos salpicaban
sus discursos con español. Por ejemplo, el general Wesley Clark
subrayó hoy que uno de sus nietos, Wesley Pablo Oviedo Clark, tiene
una abuela colombiana. En un mitin en Alburquerque, Nuevo México,
Clark añadió que derrotar a Bush no será tarea fácil:
it's going to take one tough hombre, and I'm one tough hombre ("va
a requerir de un hombre fuerte, y yo soy un hombre fuerte"), dijo.
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