México D.F. Martes 3 de febrero de 2004
Pone a disposición pública estudios
que prueban que la píldora de emergencia no es abortiva
Frenk: no se modificarán políticas de
salud por presiones de la Iglesia
Provida insiste en pedir que la Corte analice la legalidad
de aprobar el nuevo anticonceptivo
La comisión nacional de pueblos indígenas
propone que se desarrolle campaña informativa
CAROLINA GOMEZ, MARTIN DIEGO Y MARIANA CHAVEZ REPORTERA
Y CORRESPONSALES
Julio Frenk Mora, titular de la Secretaría de Salud
(Ssa), advirtió que la postura de la Iglesia católica no
modificará un ápice las políticas de salud en materia
de reproducción, pues indicó que la evidencia científica
confirma que la píldora poscoital no es un método abortivo.
El "proceso de deliberación fue de cinco años e incluye los
estudios científicos que están a disposición de toda
la gente", puntualizó.
En el marco de la firma de convenio con el estado de Guanajuato,
mediante el cual esta entidad se adhiere al programa del seguro popular
de salud, Frenk manifestó: "vivimos en un país democrático
en el que todas las expresiones son válidas mientras se ubiquen
en el estado de derecho. Insisto: el proceso es público, las deliberaciones
son públicas, los fundamentos científicos son públicos
y la posición de la secretaría respecto a la píldora
está expresada".
Indicó
que aunque la Conferencia del Episcopado Mexicano se reúna con las
autoridades de salud, la postura de la dependencia no se modificará,
"porque los resultados que tenemos acerca de que no es un método
abortivo son producto de estudios científicos nada recientes; la
secretaría se basa en criterios científicos".
No obstante, las voces que condenan la actitud de la Ssa
continuaron. Los coordinadores de educación médica y posgrado
de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro
(UAQ), César Gutiérrez Samperio y Genaro Vega Malagón,
respectivamente, coincidieron en que la píldora de emergencia
"sí es abortiva". El segundo de los especialistas, quien es gineco-obstetra,
explicó que si una mujer sostiene relaciones sexuales en día
fecundante puede haber concepción en un periodo de 20 minutos, y
si se llega a tomar la píldora en un periodo de 72 horas, cuando
ya se pudo registrar la fecundación del óvulo y ya se puede
hablar de "vida humana", la actuación del fármaco "ahí
sí es abortiva".
Por conducto del ginecólogo Carlos Yeomans, el
grupo conservador Provida expuso una vez más que la "pastilla tiene
efecto abortivo". La dirigente de la organización, Rocío
Gálvez, insistió que con la anuencia para la administración
de la píldora se violan los artículos 1º, 14 y 22 de
la Constitución. Agregó que Provida está en espera
que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) responda a
su petición para que revise el fundamento de la norma oficial mexicana
(NOM) a partir de la cual se autorizó el uso de la píldora
de emergencia.
La Ssa, por su lado, respondió la misiva que Provida
envió a Frenk la semana pasada, en la que lo exhortaba a dar marcha
atrás a la aprobación de la píldora debido a su "efecto
abortivo".
La dependencia puso a disposición del grupo conservador
un estudio efectuado en México a 48 mujeres en 2001, en el que se
establece que no hay daño en el endometrio cuando ya hay implantación
del cigoto.
Mientras, la Comisión Nacional para el Desarrollo
de los Pueblos Indígenas (CDI) informó que no pondrá
obstáculos para que la población indígena acceda a
este método anticonceptivo si es incorporado al cuadro básico,
pero advirtió que primero se deben emprender campañas informativas.
Xóchitl Gálvez, titular de la CDI, señaló
que la instancia que dirige trabaja con el Consejo Nacional de Población
en el diseño de una política pública que le permita
a las mujeres indígenas tener acceso a toda la información,
"para que ellas puedan decidir sobre su salud reproductiva".
Por su parte, Beatriz Terrazas, coordinadora general del
Programa Casas de Salud de la CDI, señaló que si el sector
salud incorpora la píldora al cuadro básico, la Ssa debe
desplegar una campaña informativa, porque "muchas mujeres se niegan
a recibir cualquier tipo de anticonceptivo debido a que carecen de los
conocimientos para decidir, o bien porque los esposos se los prohíben".
No obstante, añadió, "esta postura empieza a cambiar entre
las nuevas generaciones. Las mujeres indígenas conocen las pastillas
anticonceptivas, el dispositivo intrauterino y las inyecciones mensuales,
más aun cuando, en promedio, sus madres han tenido seis o más
hijos o conocen a mujeres que han muerto durante el parto por falta en
la atención médica".
El riesgo de morir de una mujer indígena durante
el embarazo es casi tres veces más alto que el de una no indígena;
la mortalidad es 58 por ciento más alta entre los niños indígenas
que en la infancia del resto del país, según datos de la
Ssa. Por esto, precisó Terrazas, la CDI realiza talleres en los
que se dan a conocer los métodos anticonceptivos a esta población.
"Hemos impartido talleres de masculinidad acerca del uso del condón
y nos damos cuenta de que aunque los participantes dicen que lo conocen,
no saben ni cómo abrirlo o colocarlo. Por eso es un poco difícil
que algo nuevo sea aceptado pronto, a menos que se dé información
muy precisa".
Por su parte, Vega Malagón, de la UAQ, consideró
que el grupo más vulnerable por los efectos de la píldora
de emergencia es el de las adolescentes, entre quienes la tasa de
abortos espontáneos es de 18 por ciento, además de que las
cifras de embarazos no deseados se ha incremento 25 por ciento en este
sector de la población.
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