Anticonceptivo
de emergencia:
derecho sin credos
La actualización de la Norma Oficial Mexicana
(NOM) 005-SSA2-1993 de Planificación Familiar, que incluye la anticoncepción
de emergencia y el condón femenino, ha generado un importantísimo
debate que pone en evidencia el proceso de secularización y ciudadanización
que se está dando en la sociedad mexicana. Las reacciones han sido
muy diversas. A nosotras nos interesa destacar la abrumadora mayoría
de opiniones que apoya la Norma y específicamente la anticoncepción
de emergencia. Como muestra de ello sólo tenemos que recurrir a
una observación empírica: en un programa de televisión
diurno del jueves 29 de enero se hizo una encuesta telefónica al
respecto, cuyo resultado es contundente: 99 por ciento se manifestó
a favor de la Norma.
Nos interesa también, porque nos toca directamente,
la reacción de la jerarquía conservadora de nuestra Iglesia.
Recurrir a la amenaza de excomunión para quienes usen o promuevan
la anticoncepción de emergencia demuestra arrogancia y falta de
respeto con la autoridad moral de las personas para tomar decisiones. Además
de desconocer los avances científicos, estas actitudes son una manifestación
más del abuso de poder, ya que la excomunión es un proceso
que se aplica sólo a casos excepcionales en el que el tema de la
anticoncepción no tiene lugar. La intimidación basada en
la desinformación, en la manipulación de las conciencias
y en el engaño tiene consecuencias muy negativas no solamente en
la conciencia de las mujeres católicas, quienes nos sentimos vulneradas
en nuestra dignidad y derechos, sino también en la credibilidad
de nuestra jerarquía.
Las mujeres católicas que usan anticonceptivos
están actuando responsablemente con su vida y con la de quienes
las rodean; están amparadas por el artículo 4º constitucional
que afirma el derecho a decidir el número y el espaciamiento de
los hijos, y por las garantías individuales que ésta provee,
y están actuando en congruencia con la doctrina católica
que reconoce que la base de la dignidad humana es el ejercicio de la libertad
de conciencia. Las mujeres tenemos autoridad moral para discernir y decidir
acerca de lo que es mejor para nuestras vidas, al margen de cualquier imposición
personal, jerárquica y religiosa.
Como Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) consideramos
que la posición de la jerarquía católica sobre la
anticoncepción de emergencia atenta contra el derecho de las personas
a acceder a los avances de la ciencia y la tecnología y es una clara
intromisión en políticas públicas que competen sólo
a las autoridades de salud. Ante el fracaso evidente de sus enseñanzas
morales, la jerarquía conservadora pretende que su concepción
minoritaria de la moral, aun en el interior de la Iglesia católica,
se convierta en política pública para toda la población
mexicana. De este hecho se deriva la trascendencia del laicismo como condición
imprescindible para el ejercicio de los derechos.
Vale mucho la pena en estos momentos de intenso debate
dar a conocer los resultados de la Encuesta de Opinión Católica
en México, solicitada por CDD y el Population Council y realizada
en julio de 2003, por la empresa Estadística Aplicada con una muestra
representativa de todo el país:
l 96 por ciento considera que los servicios de salud públicos
deben ofrecer métodos anticonceptivos de manera gratuita
l 88 por ciento considera que los hospitales y clínicas
públicas deben ofrecer pastillas anticonceptivas de emergencia a
las mujeres que han sido violadas, para asegurarse de que no queden embarazadas
l 76 por ciento considera que los hospitales y clínicas
públicas deben ofrecer pastillas anticonceptivas de emergencia a
las mujeres que han tenido relaciones sexuales por su propia voluntad sin
protección anticonceptiva, pero quieren asegurarse de no quedar
embarazadas
Por otra parte, 92 por ciento de las personas encuestadas
opina que la Iglesia católica no debe usar las misas para descalificar
posiciones políticas, y 80 por ciento opina que la Iglesia católica
no debe tener influencia en el diseño de las políticas públicas
del gobierno, lo que demuestra la conciencia de la población católica
acerca de la importancia de preservar el Estado laico.
La NOM 005-SSA2-1993 responde a una demanda y a una necesidad
de la sociedad mexicana, que sufre altos índices de embarazos no
deseados debidos a falla de métodos anticonceptivos o a violencia
sexual en contra de las mujeres. Con esta actualización, la Secretaría
de Salud demuestra congruencia con el derecho de la población mexicana
al beneficio de los avances científicos y tecnológicos, al
poner a su alcance la anticoncepción de emergencia como una opción
más en la oferta de métodos anticonceptivos, que permite
prevenir embarazos no deseados y evitar abortos. La medida es coherente
con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y
toma en cuenta la normatividad internacional que se aplica desde hace 20
años en varios países del mundo, incluyendo 15 de América
Latina. |