México D.F. Domingo 8 de febrero de 2004
REPUBLICA DE PANTALLA
Jenaro Villamil
El defecto Marta
Quiebre del poder metamediático de la primera dama
Cuando la filantropía se vuelve auditoría
"NO SABEN CON quién se están metiendo", mandó decir Marta Sahagún a algunos periodistas y columnistas que ventilaron en octubre de 2002 su singular gestión en el célebre decretazo del 10 de octubre de 2002. En ese entonces, un reporte de Radiocanal reveló que en la madrugada de aquel jueves, en la suite Marco Polo del hotel María Isabel Sheraton, la esposa del Presidente les cumplió a los grandes concesionarios de radio y televisión: reducir de 12.5 a 1.25 por ciento los tiempos fiscales y elaborar un nuevo reglamento para darles "certidumbre jurídica y económica".
DE GOLPE, LAS gestiones de Marta Sahagún abortaron el proceso de reforma y democratización de la Ley Federal de Radio y Televisión. A cambio, la presidenta de Vamos México consiguió 25 por ciento del tiempo-aire de transmisión informativa para la promoción de su figura y de su organización filantrópica. Los medios electrónicos comenzaron a hablar entonces de la "pareja presidencial". Amor con amor se paga. El duopolio televisivo le destinó millonarias donaciones (15 millones de Televisa, más de 1 millón de Tv Azteca) a Vamos México. Cuatro meses después, el 2 de febrero de 2003, se sumaron a la causa de la Guía de Padres, cuyos programas se transmitieron dominicalmente en Televisa.
EN ENERO DEL mismo año, Marta sirvió de escudo para la ola de críticas contra TV Azteca, justo en el momento más álgido del ataque de esta empresa al cerro del Chiquihuite para apropiarse de la señal de Canal 40. Mientras en todos los medios se criticaba la ineptitud del gobierno federal (de ahí surgió la frase sexenal de Vicente Fox "Ƒy yo por qué?"), Marta apareció en un maratón de Canal 7 y Canal 13 para "donar" miles de bicicletas. El 18 de febrero, la empresa de Ricardo Salinas Pliego difundió que "gracias a la señora Marta Sahagún", el gobierno de la República entregó ese día una "supervivienda" de 40 metros cuadrados en el Valle de Chalco. Tv Azteca no ha dejado de rendirle lealtad a la dama. Recuérdese que en mayo de 2003 transmitieron en varias ocasiones el especial Un día... con Marta Sahagún, pieza telegénica del culto a la personalidad.
ESOS FUERON LOS momentos cumbres de su poder. El "efecto Marta" ya no era sólo un fenómeno publicitario sino un hábil distractor político que devino en acelerador de la sucesión presidencial. Así se demostró durante el escándalo provocado por el libro La jefa, la tercera semana de mayo de 2003, que le permitió a Marta alcanzar el nivel más alto de líneas ágata en medios impresos y de tiempo-aire en pantalla. Brozo la entrevistó durante cuarenta minutos. La radio la mencionó y la buscó para contestarle a Olga Wornat. Hasta una portada en la revista española Hola! y en las revistas políticas más importantes (Proceso, Milenio y Vértigo) permitieron que el "efecto Marta" y las intimidades de la "pareja presidencial" desviaran la atención del escándalo de Amigos de Fox.
EL "EFECTO MARTA" fue la conjunción de tres factores importantes:
A) SU PROTAGONISMO como interlocutora con el poder mediático. Marta nunca ha dejado de ser, en los hechos, la auténtica responsable de la relación de los medios con el foxismo, en especial los electrónicos. Otorgó favores, gestionó publicidad, presionó para mover "periodistas incómodos", sugirió amenazas, defendió eficazmente a su esposo en los momentos más duros de la crítica y, de paso, se coló en la agenda informativa como un personaje clave, polémico, atractivo. Se convirtió en el adalid de una derecha electrónica que incluso incomodó en no pocas ocasiones a la derecha confesional.
B) SE TRANSFORMO en una figura omnipresente en medio de un gobierno ausente. En términos virtuales y reales ha operado como una supersecretaria informal. Su plataforma Vamos México le ha servido lo mismo para aparecer en pantalla que para definir políticas de salud, de educación, de economía, de gobernación y hasta de relaciones exteriores. Todavía después de las elecciones de julio de 2003, promovió una "reflexión" sobre el abstencionismo, ausente de toda autocrítica al foxismo.
C) NO CONFORME con este protagonismo, Marta pasó de ser "la pareja presidencial" a ser la "sucesora natural" de su esposo, por encima de las reglas del PAN, de la tradición republicana y de los tiempos políticos. La ambigüedad de sus declaraciones se convirtió en una confirmación de sus ambiciones, tal y como se demostró esta semana en su entrevista multicitada con Adela Micha y Leonardo Kourchenko en el programa En contraste.
EN ESENCIA, EL "efecto Marta" es la otra cara de la crisis del presidencialismo y del "gobierno del cambio". Es una operación eminentemente mediática. La sobrexposición la transfiguró de escudera de Fox en promotora y publicista de sí misma, al grado que ahora el propio Presidente juega el rol mediático que antes le correspondió a ella. En una semana, Fox apareció en dos programas radiofónicos (Imagen y Wradio) para "defender" a su esposa, adjudicarle al "canibalismo político" las críticas, como si las acusaciones contra Vamos México fueran un asunto de Estado.
HABILMENTE, MARTA construyó un eslogan de género para justificar sus excesos escenográficos. Concentró todos los clichés posibles (Evita Perón, Hillary Clinton y nuevamente la madre Teresa de Calcuta) hasta convertirse ella misma en un cliché.
The Financial Times y el defecto
COMO TODO EFECTO surgido de los excesos publicitarios, la trampa se tejió sola. El efecto se convirtió en "defecto" en el momento que su propio protagonismo la ha colocado como sujeto del escrutinio público, al mismo nivel que cualquier funcionario, aunque formalmente no tenga ningún cargo legal en la estructura de gobierno.
LA FILANTROPIA DEVINO en tema de auditoría a raíz del reportaje de Sara Silver, publicado el sábado 31 de enero en The Financial Times. Es cierto, como han mencionado distintos columnistas: el reportaje no dice nada que no se supiera tras bambalinas o no se hubiera publicado aisladamente. Lo singular y efectivo fue el momento en que se ventila (en plena autopromoción sucesoria) y la respuesta desmesurada de Marta Sahagún y del Presidente. El escándalo ya no es sólo un mecanismo para ganar tiempo-aire ni ocho columnas porque la falta de transparencia y el discurso victimista en lugar de generar apoyo despierta más suspicacias. El efecto se transforma en defecto en la medida que la falta de credibilidad está en juego.
LA ACTITUD DE los medios revela las dimensiones del "defecto". Tan sólo en esta semana, dos periódicos (La Jornada y El Independiente) han escrutado las cuentas de Vamos México como no se hizo en otras ocasiones. En su programa radiofónico De una a tres, Jacobo Zabludovsky, así como Enrique Galván, revelaron que la empresa auditora de las cuentas de Vamos México, KPMG, está vinculada a fraudes tan importantes como los de Enron, Xerox, World Com y se le acusa de "promotora de paraísos fiscales". Los noticiarios de Televisa, en particular En contraste y El noticiario con Joaquín López Dóriga le dieron seguimiento puntual a la información derivada del reportaje de Sara Silver y exhibieron una contradicción no menor entre Marta Sahagún y Vicente Fox frente al tema de la sucesión. En por lo menos una decena de noticiarios radiofónicos (destacadamente los conducidos por Carlos Loret, Carmen Aristegui y Ricardo Alemán), la especialista Sara Murúa, conocedora como pocas de los entretelones de Vamos México, ha subrayado lo esencial de las contradicciones: la ausencia de cuentas claras y el traslape entre las funciones públicas y las privadas. El noticiero de Canal 40 ha reportado prácticamente todos los detalles del reportaje de The Financial Times y las reacciones generalizadas en el Congreso y en el seno del propio Acción Nacional frente al escándalo.
LA AUSENCIA DE fronteras entre el protagonismo virtual y la impunidad real, entre las cuentas de Vamos México y las de la mercadotecnia de Vamos Marta está generando una presión informativa nunca antes registrada en torno a la figura de la esposa de Fox.
Agenda
* DESPUES DE LA tormenta en torno a la censura del programa Diálogos en confianza, la conductora Fernanda Tapia retornó esta semana a la pantalla de Canal Once. Se especuló sobre su renuncia en solidaridad con la ex productora y directora general de Diálogos, María Eugenia Tamez. Tapia ha decidido mantenerse para "defender el espacio" y evitar que esta emisión se convierta, efectivamente, en un pasivo más del "defecto" Marta Sahagún.
* TRAS UNA BREVE ausencia del espacio televisivo, Carmen Aristegui y Javier Solórzano, dos periodistas reconocidos por su pluralidad y compromiso crítico en los medios electrónicos, iniciaron transmisiones en MVS Canal 52. Esta señal de televisión restringida se está convirtiendo en una opción importante en materia informativa y de análisis político.
* EL ASUNTO DE los crímenes de mujeres en Ciudad Juárez ocupará un lugar central esta semana en la agenda mediática. El martes, la comisionada nacional Guadalupe Morfín rendirá un informe en Los Pinos. Se prevé un mensaje fuerte, en medio de la carencia de infraestructura y la creciente descomposición social en la ciudad fronteriza. El sábado 14 de febrero se realizarán una serie de actos internacionales en la frontera, que incluyen la presentación de la obra Los monólogos de la vagina, y de personalidades del star system estadunidense, como Jane Fonda y Sally Field, que con su presencia tratarán de darle una visibilidad internacional a la demanda del fin de impunidad. Quizá coincida esta serie de reuniones con la muy probable caída del procurador estatal José Jesús Silva, cuya renuncia ha sido demandada tras los hallazagos de "narcofosas" que presumen lo que siempre se mencionó: la complicidad de la estructura policial en las desapariciones y asesinatos de hombres y mujeres en Juárez. [email protected]
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