México D.F. Domingo 8 de febrero de 2004
Con el apoyo manifiesto de México suma
21 de los 34 votos de miembros del organismo
Firme, la candidatura del costarricense Miguel Angel
Rodríguez para la OEA
EU consideraba el año pasado al presidente de
El Salvador como "el mejor" abanderado
BLANCHE PETRICH
Con la decisión de México de apoyar la candidatura
del ex presidente costarricense Miguel Angel Rodríguez a la secretaría
general de la Organización de Estados Americanos -que relevaría
a César Gaviria en su próxima asamblea general, a realizarse
en junio próximo en Quito-, el candidato centroamericano aseguró
21 de los 34 votos del organismo regional. Con esta nueva suma, la balanza
prácticamente se inclinó en su favor con la intención
de votos de la mayoría de los estados miembros del organismo.
De
confirmarse esta tendencia en los próximos meses, será la
primera ocasión en la que en la OEA predominen las preferencias
de los países latinoamericanos, a contracorriente de un espaldarazo
de Estados Unidos. A finales del año pasado, en Washington se consideraba
al presidente de El Salvador, Francisco Flores (que concluye su mandato
en junio próximo), como "el mejor candidato posible" para la OEA.
Hacia enero, en el Departamento de Estado había ya voces que expresaban
gran simpatía por el chileno José Miguel Insulza. El costarricense
Rodríguez no estaba contemplado entre los "favoritos" de Washington.
Si se mantiene la tendencia mayoritaria en favor de Rodríguez
hacia mediados del año, será un revés diplomático
para los otros candidatos que promovían activamente sus respectivas
candidaturas: el ex canciller chileno José Miguel Insulza, el mandatario
salvadoreño Francisco Flores y el ex presidente provisional peruano
Valentín Paniagua.
Para el chileno Insulza el tropiezo es particulamente
significativo, ya que el gobierno de Ricardo Lagos invirtió considerables
esfuerzos diplomáticos y esperaba, a la postre, contar con el apoyo
de los gigantes de la región: Estados Unidos, Canadá, México,
Brasil y Argentina.
El gobierno de Costa Rica llevaba seis meses cabildeando
en favor de la candidatura del socialcristiano Rodríguez, que gobernó
su país entre 1998 y 2002. La balanza empezó a inclinarse
definitivamente en su favor la semana pasada, cuando los 14 países
de la Comunidad de Países del Caribe (Caricom) acordaron apoyar
en bloque al costarricense. Perú, Venezuela, Colombia y Uruguay
ya habían fijado su posición anteriormente. Con la decisión
mexicana, son ya 21 los países que lo apoyan.
Pendiente, decisión de Washington
El voto de Estados Unidos no está aún definido,
pero en Washington había expresiones abiertas de apoyo a Francisco
Flores, quien envió tropas a Irak para ponerse a las órdenes
del Pentágono en labores de retaguardia en la ocupación.
La prensa chilena había destacado la fuerte apuesta
diplomática del gobierno de Lagos en favor de Insulza. La conquista
de la secretaría general de la OEA representaba para Santiago la
demostración de su papel de liderazgo en el hemisferio. Insulza
había viajado a varios países americanos para promoverse,
empezando por una gira a Washington. A finales de año vino a México
para cabildear en favor de su candidatura, confiado en que sus años
de residencia como exiliado aquí, y principalmente su labor como
catedrático en el Instituto de Relaciones Internacionales Matías
Romero, de la cancillería, le garantizaban simpatías entre
los mexicanos. El propio presidente Lagos abogó por su ministro
del Interior ante Vicente Fox, cuando departieron juntos durante la Cumbre
de las Américas, en Monterrey, el mes pasado.
Durante sus años de estancia en México,
Insulza fue director del Centro de Investigación y Docencia Económicas
y está casado con una mexicana. Inmediatamente después de
la decisión de los países de la cuenca del Caribe de apoyar
a Costa Rica, Chile retiró la candidatura de Insulza ya que, a pesar
del poderoso apadrinamiento de su candidatura, su derrota estaba sellada.
Esta sería la primera vez que un centroamericano
ocupe la secretaría general de la OEA desde su formación
en 1948, ya que sus dirigentes han sido exclusivamente de países
del Cono Sur: Chile, Uruguay, Ecuador, Argentina, Brasil y dos veces Colombia.
En más de medio siglo de vida, en este organismo interamericano
nunca se ha elegido a un secretario general sin el voto de Estados Unidos
a favor.
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