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México D.F. Lunes 9 de febrero de 2004
ASTILLERO
Julio Hernández López
Una toma (muy) anunciada
Luis XIV en camisa vaquera
El busto abandonado
Del diálogo a la "aplicación de la ley"
VICENTE FOX ESTA reaccionando como hijo y hacendado, pero no como presidente de la República (La patria es primero, dijo alguna vez Vicente Guerrero). Por eso quiere castigo para quienes osaron llevar una protesta ciudadana al interior de un predio que el propio Fox ha habilitado como escenario político, que incluso ha sido tramposamente beneficiado con fondos públicos para visitas texanas. Muy enojado (y deseoso de "ver si hay responsabilidades que perseguir, y lo haremos"), el hijo de doña Mercedes Quesada hace a un lado el ingrediente sustancialmente político de la protesta habida el sábado anterior en el rancho familiar, y pretende convertirse en insólito cazador judicial de familiares de braceros (versión light de los rancheros de Arizona).
SU POSTURA AMENAZANTE (disfrazada de clasista defensa del derecho a la propiedad privada: el patrón y los peones, los señores de la casa grande y los descamisados) hace a un lado las evidencias de que el movimiento denominado Alianza Braceroproa ha sido reiteradamente desatendido, al grado de que el gobierno federal ni siquiera le creyó las advertencias hechas el mes anterior de tomar el rancho familiar. No toma en cuenta tampoco el hijo Vicente las provocaciones de los miembros del Estado Mayor Presidencial, en particular de un oficial de apellido Maldonado que, según todas las crónicas disponibles de los hechos, mantuvo una actitud altanera y retadora hacia los manifestantes, llegando a sentenciar que él, Maldonado XIV, era "la ley". Martín Diego Rodríguez, corresponsal de La Jornada, señaló en su nota que "el teniente Maldonado reía ante la amenaza" de los manifestantes de tomar la casa, y ante la inminencia de la acometida de los inconformes alcanzó a gritar: "šAquí no pasa nadie. Aquí yo soy la ley!" Otros militares, según Andrés Guardiola, de El Correo de Guanajuato, "no dudaron en insultar a los manifestantes: ƑQué chingados no entienden? šNo pueden entrar, ésta no es la casa del Presidente!, afirmó uno de los guardias".
ASI LE FUE a la ley. Los manifestantes tumbaron la reja que defendían los militares uniformados con pantalones de mezclilla, sombreros y camisas vaqueras de cuadros electoralmente correctos (blancos y azules). Luego pasaron al patio de la finca y trataron de ingresar a las habitaciones familiares, topándose con los militares reagrupados y las hermanas Fox. Ya instalados en el rancho, los invasores se dedicaron entonces a actividades varias, en espera de dialogar con el Presidente de la República (quien estaba a tres kilómetros de los hechos, en su rancho suyo de él) o con el secretario de Gobernación. Las tomas de surrealismo prerrevolucionario son múltiples: unos sacaron su lonche y se pusieron a comer en la finca prohibida, otros cantaron corridos, algunos fueron derrotados por la naturaleza, ante la imposibilidad de usar los sanitarios de la casa ocupada, y algunos más organizaron una contraloría campesina que dio malas calificaciones al San Cristóbal Ranch: "Esto es una tristeza. Está todo descuidado. Mira nomás los caballos: šestán re flacos! Está todo descuidado", dirían los hombres que revisaban caballerizas, bodegas de brócoli, corrales sucios y largas extensiones de terreno llenas de hojarasca, según la descripción del corresponsal Martín Diego. Carlos Olvera, de Milenio, vio algo más en un "derruido establo" donde retozaban cuatro caballos: "un busto de bronce del presidente Fox, abandonado entre la paja".
EL JALEO SABATINO puso en evidencia la capacidad de reacción del gobierno federal, ya no sólo en temporadas oficiales de descanso, como los principios de año con sus tomas azteca del Chiquihuite y gringa del aeropuerto capitalino. El 22 de enero, los dirigentes de Alianza Braceroproa habían anunciado que tomarían el rancho de la familia Fox si el presidente no los recibía. Llegada la fecha en que debían cumplir su amenaza, entre mil y 2 mil personas se instalaron a las seis de la mañana en el balneario Providencia, ubicado al sur de la ciudad de León. A las 11:30 horas se encaminaron hacia el famoso rancho familiar, a bordo de entre 40 y 50 camiones y unos 30 automóviles. A las 12 horas ya estaban en las inmediaciones del San Cristóbal Ranch, advirtiendo que si a las tres de la tarde no eran recibidos por el presidente Fox, "no por uno de sus gatos", entrarían a la casa de la señora Mercedes Quesada. Una hora 45 minutos después de que los familiares de braceros habían entrado al primer rancho del país, apenas iba llegando Ramón Martín Huerta, un subsecretario de Gobernación que descansaba, como cada semana, en su casa de León. Tardó una hora en negociar, y a las seis de la tarde era desalojado el inmueble con la promesa de que este jueves será recibida una comisión de los manifestantes en Bucareli. ƑIncreíbles fallas de la "inteligencia" federal? ƑPachorra institucionalizada? ƑDesidia intencional con el propósito de exhibir el radicalismo de un movimiento creciente?
AYER, SIN EMBARGO, luego de ir a la acostumbrada misa politizada en el rancho familiar, el presidente Fox apareció sumamente enojado por los abusos de los manifestantes. "Hay formas de hacer las cosas", dijo, y sentenció que "lo que sí no se vale es invadir propiedad privada". La gran molestia del presidente contrastó nítidamente con la postura asumida un día antes por el subsecretario Martín Huerta, hombre de todas las confianzas de Fox, con quien dijo haber hablado antes de fijar una posición conciliadora, política: "En cinco minutos que hablé con ellos, nos escuchamos, así que no hubo ningún problema. No hay hasta ahora ningún daño. Ellos sólo pidieron hablar, y cuando se les conminó a salir también lo hicieron. Entonces dejemos así de ese tamaño. No hay ninguna intención de levantarles alguna denuncia. Lo que necesitamos es escucharlos y resolver los problemas", dijo Martín Huerta, según reportó Enrique Rangel en el diario AM.
Y, MIENTRAS LEONEL trata de extender el gris en el PRD hasta marzo de 2005 y Rosario sigue el estilo martirizado de Santa Marta a la hora de aclarar cuentas muy concretas, šhasta mañana! Fax: 5605-2099 [email protected]
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