México D.F. Lunes 9 de febrero de 2004
Colaboradores de Ivan Rybkin, acérrimo
enemigo de Putin, temen ataque criminal
Desaparece candidato presidencial ruso
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 8 de febrero. Sin dejar rastro alguno, en
circunstancias que convierten el quehacer político ruso en un filme
de misterio, desapareció la noche del pasado jueves el candidato
presidencial Ivan Rybkin, acérrimo enemigo del actual titular del
Kremlin, Vladimir Putin, y uno de sus más duros críticos.
Cumplido el plazo fijado por ley para poder presentar
la respectiva denuncia, la esposa del político, Albina, acudió
este domingo a la delegación de policía de Arbat, donde asentó
que Rybkin fue visto por última vez, alrededor de las 8 de la noche
del pasado jueves, en su propio departamento.
"Volvió a casa por la noche y dejó ir a
su escolta y a su chofer. Pero cuando yo regresé de cuidar a nuestra
nieta, un par de horas más tarde, ya no estaba. Nadie lo vio salir;
tampoco sabemos si habló con alguien por teléfono. Desde
entonces no tengo noticias de él", comentó una consternada
señora Rybkin a un grupo de periodistas, poco después hacer
el trámite formal para que la policía comience la búsqueda.
Colaboradores
cercanos de Rybkin descartaron hoy la hipótesis del "autosecuestro"
con fines propagandísticos de cara a los comicios del próximo
14 de marzo. Aseguran que, dadas las condiciones desiguales de la contienda
electoral, nada ganarían con ello, pues el control que ejerce el
Kremlin sobre los medios electrónicos es absoluto, lo cual explica
que la desaparición del candidato prácticamente no tuviera
eco en los principales noticiarios locales.
Ksenia Ponomariova, coordinadora general de la campaña
de Rybkin, teme que la desaparición de su jefe obedezca a razones
criminales. "No tengo elementos para confirmar o desmentir esta versión,
pero es evidente que alguien lo secuestró", afirmó.
Apenas el sábado el antiguo presidente de la Duma
o cámara baja del Parlamento ruso (1994-96) logró una pequeña
pero significativa victoria al demostrar miembros de su equipo de campaña,
en la decisiva sesión de la Comisión Central Electoral, que
no eran falsas las firmas que reunieron para apoyar su candidatura. El
presidente de la comisión había anticipado la existencia
de irregularidades, suficientes para declinar el registro.
Rybkin, quien también se desempeñó
como secretario del Consejo de Seguridad de Rusia en tiempos del anterior
presidente, Boris Yeltsin, fue muy criticado ayer por el titular de la
autoridad electoral, Aleksandr Vehsniakov, quien puso en duda el secuestro
del candidato y calificó de "actitud despreciativa" que éste
no acudiera a recoger su constancia de registro.
Aliado político del magnate Boris Berezovsky, exiliado
en Londres, quien fue subordinado suyo como secretario adjunto del Consejo
de Seguridad y ahora financia su campaña, Rybkin realizó
a comienzos de la semana pasada un viaje relámpago a la capital
británica.
En una entrevista telefónica para una emisora londinense,
Rybkin denunció que los servicios secretos rusos buscaban impedir
su participación en los comicios presidenciales y los acusó
de haber efectuado una acción intimidatoria en su contra en pleno
aeropuerto de Moscú.
"Cuando el avión ya había recibido autorización
para despegar -relató Rybkin- siete vehículos irrumpieron
en la pista y lo rodearon, obligando al capitán a regresar a su
posición inicial. Cuatro hombres fuertemente armados y con uniforme
de camuflaje abordaron el avión, retuvieron la salida durante más
de una hora, y se fueron sin dar explicación alguna."
La guerra contra Putin
Los colaboradores de Rybkin se preguntan si la desaparición
del candidato es consecuencia del desplegado que publicó hace unos
días, a plana entera, en los periódicos propiedad de Berezovsky
(los otros rechazaron publicarlo como inserción pagada).
Bajo el título de "Putin no tiene derecho a ejercer
el poder en Rusia", el candidato Rybkin, en un lenguaje de inusual dureza,
sostiene:
"Abran los ojos. Tengo en mi poder, y no sólo yo,
muchos testimonios que prueban la participación de Putin en diversos
negocios. El conocido (Román) Abramovich (potentado cercano al Kremlin
y dueño del equipo inglés de futbol Chelsea), gente que se
mantiene en la sombra como (Guennadi) Timchenko y los hermanos (Mijail
y Yuri) Kovalchuk (los tres, empresarios de San Petersburgo) son prestanombres
de Putin. Las acciones de los canales de televisión NTV y ORT, de
la petrolera Surgutneftgas y de muchos otros consorcios están en
manos de personas que rinden cuentas sólo a Putin. Yo afirmo: en
este momento Vladimir Putin es el magnate más poderoso de Rusia".
Es de suponer que un político de la experiencia
de Rybkin sabe que son remotas sus posibilidades de vencer en las urnas
a un presidente que cuenta a su favor con una apabullante maquinaria de
Estado y control pleno sobre los medios, lo que se traduce en un grado
de popularidad -artificial o no- superior a 70 por ciento.
Al mismo tiempo, el registro oficial de candidato brinda
a este proclamado opositor a Putin una de las escasas oportunidades de
usar el tiempo oficial de televisión para arremeter contra el inquilino
del Kremlin.
Rybkin prometió hacer del dominio público,
durante la campaña electoral, las pruebas de sus graves acusaciones
contra Putin. Por lo pronto, lleva desaparecido tres días. Para
el bien de Rusia toda sería deseable que el candidato aparezca pronto
sano y salvo y que tampoco haya sucedido algo que lo obligue a cambiar
de planes.
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