La mayoría de esas personas forma parte de una familia pobre, señala

Sedeso: más de 50 millones de habitantes de ciudades viven en zonas de riesgo

CAROLINA GOMEZ MENA

En las principales ciudades del país viven alrededor de 5 millones de personas en zonas de riesgo geológico, casi 18 millones en lugares con potencial de inundación y más de 33 millones en áreas de riesgo sísmico, y la mayor parte de ellas son de familias pobres, según informes de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso).

Para intentar reducir la vulnerabilidad de quienes habitan estas regiones, la dependencia elaborará mapas de riesgo y buscará contar con reservas territoriales suficientes para encauzar el crecimiento de las ciudades lo más ordenadamente posible.

Mediante el programa Hábitat, la Sedeso apoyó la elaboración de 62 estudios de riesgo, diversas propuestas para uso de suelo y llevó a cabo 368 obras de mitigación ambiental, señaló Rodolfo Tuirán, subsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenamiento del Territorio, quien destacó que las ciudades mexicanas "en muchos sentidos son catastróficas, pues crecimos de manera desordenada y avanzamos hacia espacios inseguros y de alto riesgo".

El hecho de que las urbes hayan crecido sin ninguna planeación, y en ocasiones por la vía de los asentamientos irregulares, ha influido en la carencia de servicios urbanos básicos, o bien que éstos hayan llegado de manera un tanto improvisada, pues las áreas no son propicias para ello, puntualizó el funcionario.

Manifestó que la intención de la Sedeso, en conjunto con las autoridades de protección civil, es que el gobierno sea más eficiente a la hora de atender siniestros de cualquier índole y tenga mayo-res elementos para diseñar campañas preventivas.

Por eso en cada una de las 364 ciudades del país "estamos alentando la elaboración de atlas y estudios de riesgo", señaló Tuirán, quien subrayó que en ocasiones no basta con realizar obras de mitigación ambiental, sino que es necesario reubicar a las familias que viven en esas zonas, para lo cual se debe contar con reservas territoriales en cada una de las ciudades, con el propósito de favorecer a los segmentos de menores ingresos.

De acuerdo con el funcionario, casi "85 por ciento del crecimiento demográfico nacional anual es absorbido por las ciudades". Por ello se requiere de suelo a "un ritmo de aproximadamente 16 mil hectáreas por año", por lo que para evitar la proliferación de asentamientos irregulares la Sedeso calcula que se requeriría proveer de un territorio a casi 125 mil familias, que son las que cada año forman asentamientos irregulares