México D.F. Miércoles 11 de febrero de 2004
Se deslinda la opositora Plataforma Democrática
de los grupos armados haitianos
Asegura la policía que recuperó el control
de San Marcos, Grand Goave y Dondon
Descarta Estados Unidos una nueva intervención
militar para solucionar la crisis política
AFP, DPA Y REUTERS
Puerto Principe, 10 de febrero. La oposición
política haitiana congregada en la Plataforma Democrática
se deslindó este martes de los grupos armados contrarios al presidente
Jean Bertrand Aristide, al tiempo que la policía nacional haitiana
aseguró que en el transcurso del lunes al martes recuperó
el control de las localidades de San Marcos, Grand Goave y Dondon.
Mientras tanto, Estados Unidos descartó una nueva
intervención militar en la isla para solucionar la crisis política
en este país caribeño, aunque consideró que se requieren
cambios en su gobierno.
El director general del Ministerio del In-terior, Bell
Angelot, sostuvo que las fuerzas policiales recuperaron el control de tres
de las 11 localidades que desde el jueves anterior estaban en poder de
los grupos armados.
El
funcionario evitó detallar si en las operaciones hubo bajas, aunque
informes ra-diofónicos dan cuenta de al menos dos personas fallecidas
en el operativo realizado en el puerto de San Marcos.
Esta localidad estuvo bajo control del Reagrupamiento
Armado Consecuente con San Marcos, banda armada con fuerte presencia en
el barrio El Aserradero; el grupo armado pro Aristide que apoyó
a la policía, Bale Rouzé, tiene influencia en el barrio Camino
Nuevo.
En la norteña ciudad de Cabo Haitiano creció
la tensión luego que partidarios de Lavalás, movimiento político
que apoya a Aristide, lanzaron un ultimátum a todos los opositores
para que abandonen la ciudad a más tardar el 12 de febrero, informó
la agencia Haiti Press Network.
En las últimas 72 horas fueron atacadas y saqueadas
las casas de abiertos opositores al régimen de Aristide en la ciudad,
entre las que destacan las de Paulin Azémar, ex oficial del disuelto
ejército haitiano, y del doctor Daniel Albert.
En la ciudad escasean el combustible y los víveres
y hay continuas fallas en el suministro de energía eléctrica.
La policía y miembros armados de Lavalás
han tenido escaramuzas con grupos alzados, lo que ha incrementado la tensión
en la ciudad, luego que el ahora opositor Frente Revolucionario de Resistencia
del Artibonite (FRRA, integrado por antiguos tonton macoutes, cuerpo
represor de la dictadura de Jean Claude Duvalier, y posteriormente milicianos
de Aristide) prometió realizar operaciones en toda la región
del norte de Haití hasta "liberarla".
La conexión dominicana
La ciudad de Gonaives continúa bajo control del
FRRA desde el jueves anterior, y se espera en cualquier momento que la
policía y los partidarios de Lavalás lancen un operativo
para recuperarla.
Testigos han afirmado que en los últimos días
el FRRA ha recibido refuerzos de ex militares haitianos provenientes de
Pernales, fronteriza con República Dominicana.
Pernales ha sido en los últimos dos años
escenario de choques armados de la policía y simpatizantes de Lavalás
con ex militares que piden la renuncia del presidente. En ellos han perdido
la vida 20 personas.
En 1995 el ejército haitiano fue disuelto por un
decreto de Aristide tras la intervención armada estadunidense.
La estación de policía de Dondon, tomada
por grupos armados el lunes, fue retomada por la policía y partidarios
de Aristide, después de un enfrentamiento armado en el que hubo
dos heridos.
La estación de policía de Bassin Bleu, en
el noroeste del país, fue incendiada el martes luego que grupos
armados entraron a la localidad y se enfrentaron con la policía.
Los asaltantes también quemaron una es-cuela, tras lo cual se retiraron
del lugar.
En el sur del país, en la localidad de Grand Goave,
la policía retomó la comisaría de la ciudad, abandonada
el lunes.
Poco después la policía intervino en un
choque entre manifestantes pro Aristide y opositores, que dejó un
muerto, con lo que aumentó a 42 el número de víctimas
ocasionadas por los enfrentamientos desde el jueves anterior.
En la localidad de Jacmel, una manifestación opositora
de estudiantes de secundaria se enfrentó a pedradas con partidarios
de Aristide, que respondieron con disparos. Hasta el cierre de esta edición
se desconocía si había víctimas en ese choque.
El gobierno aseguró que la policía "no está
preparada para la guerra", por lo que hizo un llamado a la población
a apoyar a los uniformados a resistir a los grupos irregulares armados.
El responsable de la seguridad pública, Jean Gerard
Dubreuil, dijo que los casi 5 mil efectivos de la policía son insuficientes
para restaurar el orden; sin embargo, aseguró que la legalidad se
restablece paulatinamente.
En Puerto Príncipe, un vocero de la Plataforma
Democrática, organización política opositora a Aristide
que congrega a partidos políticos y organizaciones no gubernamentales,
rechazó la sublevación armada contra el presidente Aristide.
El socialista Micha Gaillard se deslindó de los
disturbios y enfrentamientos: "Nosotros distinguimos el movimiento popular,
al que apoyamos y que pide la renuncia de Jean Bertrand Aristide, de las
fuerzas insurreccionales armadas, con las que no nos identificamos".
Gaillard también negó las acusaciones del
primer ministro, Yvon Neptune, del pasado domingo, en el sentido de que
toda la oposición favorecía un golpe de Estado.
"Nos mantenemos en nuestra estrategia pacífica,
ya que la solución sólo puede ser pacífica y no armada.
La oposición deplora vivamente la violencia que existe en diferentes
partes del territorio nacional, en particular en Gonaives", declaró
el opositor.
En Washington, Donald Rumsfeld, secretario de Defensa
de Estados Unidos, descartó una intervención militar en Haití.
"No existe intención alguna, actualmente, ni ninguna
razón para pensar (en una intervención estadunidense). Evidentemente,
todo el mundo espera que la situación se mantendrá bajo cierto
umbral", declaró el jefe del Pentágono.
Por su parte, el Departamento de Estado hizo un llamado
al gobierno de Aristide para que acepte la mediación en la crisis
política de la Organización de Estados Americanos y de la
Comunidad de Naciones del Caribe.
El secretario de Estado, Colin Powell, se entrevistó
con el embajador haitiano, Raymond Valcin, a quien le pidió una
solución negociada a la crisis política.
El jefe de la diplomacia estadunidense aseguró
que está en contacto permanente con los gobiernos de Francia y Canadá,
pa-ra seguir la evolución del conflicto.
El vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher,
declaró más tarde que "reconocemos que para alcanzar un acuerdo
político se requerirá de algunos cambios en la forma en que
se gobierna Haití".
En Ginebra, Bertrand Ramcharan, encargado interino del
Alto Comisionado de Na-ciones Unidas para los Derechos Humanos, advirtió
sobre el creciente deterioro de la situación humanitaria en Haití,
a consecuencia de los enfrentamientos.
El diplomático pidió a las partes enfrentadas
atenerse a la Constitución haitiana para solucionar la crisis, y
pidió que sean juzgados los culpables de abusos contra los derechos
humanos.
Mientras, la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria
de Naciones Unidas advirtió que Haití corre el riesgo de
una crisis humanitaria, particularmente en el norte del país caribeño,
donde 25 mil personas carecen de un abastecimiento adecuado de alimentos
como resultado de las tormentas del año anterior y de los bloqueos
carreteros, por opositores a Aristide, que sufre actualmente la región.
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