Opositores dependen de ultraderechistas de EU, señala

Washington gesta golpe "encubierto" contra Puerto Príncipe, acusa ONG

BLANCHE PETRICH

El Consejo de Asuntos Hemisféricos, con sede en Washington (Coha), acusa al gobierno de George W. Bush de "gestar de manera encubierta" un golpe de Estado contra el régimen haitiano de Jean Bertrand Aristide y caracteriza a la oposición política, encabezada por el Grupo de los 184, que dirige el empresario André Apaid, de "dependiente del financiamiento" del ultraderechista Instituto Republicano Internacional (IRI).

El Coha, un centro de análisis y cabildeo, ha emitido en los últimos dos meses dos documentos -elaborados por la investigadora Jessica Leight- en los que defiende la legitimidad del gobierno de Aristide y asegura que la actual crisis haitiana "no es otra cosa que un golpe de Estado disfrazado", producto de la disimulada conspiración del "radical derechista" Otto Reich, representante especial de la presidencia estadunidense para el hemisferio occidental, y el subsecretario para América Latina del Departamento de Estado, Roger Noriega.

Según esta institución, las fuerzas civiles de oposición que se han manifestado por una salida del gobierno de Aristide sostienen una "alianza de facto" con los grupos armados que han tomado en los últimos días pequeñas ciudades y comisarías de policía bajo un aparente intento de sublevación antiaristidista, y que en su mayoría fueron hasta hace poco cuerpos paramilitares creados desde la presidencia.

El documento apunta asimismo que militares que en el pasado participaron en regímenes de facto violentos, como los generales golpistas Emmanuel Constant y Raoul Cedras, que derrocaron a Aristide en 1998, así como miembros de la elite económica haitiana y pandillas callejeras convertidas en grupos paramilitares fuertemente armados, participan en un proyecto de "desestabilización" y amenaza de las instituciones democráticas del país, junto con el Grupo de los 184 y la Convergencia Democrática.

El Coha pasa por alto las declaraciones de deslinde que la oposición política (G-184 y CD) han expresado constantemente frente a los grupos armados que operan en Gonaives y otras localidades.

Leight también omite aclarar que esas pandillas tienen su origen no en la oposición, sino en el propio gobierno aristidista. Ignora, asimismo, el antecedente de que Aristide fue restaurado en el poder mediante una invasión militar estadunidense, después de haber sido derrocado por un movimiento golpista alentado desde Estados Unidos.

En días recientes la Casa Blanca ha ofrecido señales contradictorias frente a la crisis haitiana, factor que los informes del Coha tampoco consideran en su análisis.

A mediados de la semana, el vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, afirmó que Estados Unidos apoyaría una "salida negociada" que "podría implicar cambios en la posición" del presidente.

Este viernes, después de una reunión en Washington con tres delegados de la Comunidad de Naciones del Caribe -Jamaica, Bahamas, Trinidad Tobago y Santa Lucía-, un emisario de Canadá y el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, dio marcha atrás y refrendó que su gobierno no favorece una ruptura del orden constitucional.

El Coha describe las políticas de Estados Unidos ante Haití a lo largo de la historia como "injustas e indecentes", empezando por el desconocimiento de Washington a la primera república negra, liberada de la colonia francesa hace 200 años, después con la ocupación militar de 1915 a 1934, pasando por el respaldo a las sangrientas dictaduras de los Duvalier.