"Es ejemplo de un pensamiento revolucionario, antidoctrinario": Hart Dávalos

Entrega el gobierno cubano la máxima condecoración a González Casanova

Un grupo de intelectuales de diversas nacionalidades redactará la nueva historia universal

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 15 de diciembre. El ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Pablo González Casanova recibió aquí la Orden José Martí en Primer Grado, máxima condecoración que concede el Estado cubano.

La mejor explicación sobre la entrega de esa distinción está en la vida y en la obra de González Casanova, ejemplo de "un pensamiento revolucionario, antidoctrinario" que ha sabido "renovar y enriquecer", señaló Armando Hart Dávalos, miembro del Consejo de Estado cubano (máximo organismo ejecutivo) y director de la Oficina de Estudios Martianos.

El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), Ricardo Alarcón, impuso la medalla al homenajeado, en una ceremonia realizada el sábado por la noche en el salón de protocolo de El Laguito, un centro de recepciones oficiales en el complejo residencial aledaño al Palacio de las Convenciones, al oeste de la ciudad.

También estuvieron el ministro de Cultura, Abel Prieto; el historiador de la ciudad, Eusebio Leal; el jefe de asuntos internacionales del Partido Comunista, José Ramón Balaguer; escritores cubanos, como Roberto Fernández Retamar y Pablo Armando Fernández, y algunos asistentes al recién concluido encuentro de economistas sobre globalización y problemas del desarrollo.

El intelectual mexicano, de 82 años, autor de un clásico de las ciencias sociales (La democracia en México), rector de la UNAM en los álgidos comienzos de los años setenta y animador de decenas de proyectos académicos, improvisó un discurso centrado en su relación con Cuba y la revolución de 1959.

Ese vínculo "me ha hecho ver cómo un país en el que privaba la pobreza, en el que privaba la violencia, en el que privaba la corrupción, un país como otros de América Latina, se iba transformando de una manera extraordinaria, se iba convirtiendo en algo absolutamente increíble", señaló González Casanova.

La obra del gobierno cubano "no sólo es un ejemplo para América, sino que debemos defenderla como un ejemplo de las avanzadas de la humanidad entera", añadió el homenajeado.

Recordó las impugnaciones al sistema político cubano y replicó: "aquí vemos cómo brilla la inteligencia, cómo se cultiva la palabra, cómo se pasa el pensamiento libre, cómo se expresa en diálogos profundos todo lo que ha significado y significa la llamada cultura superior".

González Casanova dijo que se sentía en Cuba como "haber encontrado una especie de sólida roca que me permitía estar seguro", después de venir año tras año a la isla y haber experimentado "oscilaciones, diferencias y preocupaciones".

Hart, que mantiene una amistad de años con el intelectual mexicano, comentó que la vida y la obra de González Casanova "se han convertido en uno de los más importantes referentes para la intelectualidad crítica, profunda y creadora que necesitan los tiempos difíciles que viven América y el mundo.

"Su fecunda vida y obra han estado constantemente al servicio de la humanidad, no sólo como sociólogo y científico social, en los terrenos de la economía política y los problemas sociales, sino que ha defendido siempre la soberanía y la independencia de nuestros pueblos latinoamericanos, caribeños y del mundo entero, desde la perspectiva de los valores de la identidad cultural latinoamericana", agregó Hart.

El escritor cubano confió en su discurso que, a iniciativa de González Casanova, un grupo multinacional de intelectuales emprenderá este año la tarea de redactar una nueva historia universal.