México D.F. Lunes 16 de febrero de 2004
Un millón 45 mil mexicanos sin trabajo;
63% de los que laboran no tienen prestaciones
En tres años creció 71 por ciento el
desempleo abierto: INEGI
Una de cada cinco personas ocupadas trabaja en la calle
El sector informal es el que ofrece mayores oportunidades de obtener
remuneraciones Más de 10 millones optan por el autoempleo
JUAN ANTONIO ZUÑIGA
Durante los últimos tres meses de 2003, un millón
45 mil personas en edad, condiciones y en busca de empleo se encontraban
en situación de desocupación abierta, informó el Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Este fenómeno ha tenido una expansión de 71 por ciento en
los tres primeros años de gobierno del presidente Vicente Fox.
Al
dar a conocer los resultados de su encuesta trimestral, considerada la
más apegada a la realidad del empleo y la desocupación en
el país, el organismo indicó que un millón 53 mil
personas encontraron algún tipo de ocupación en 2003, sobre
todo en el sector informal de la economía.
De acuerdo con estos datos, 49.1 por ciento de los mexicanos
que ingresaron a la población económicamente activa (PEA)
en la primera mitad del gobierno en curso, se encuentran en el desempleo
abierto; en tanto el 50.9 por ciento restante encontró algún
empleo o se autoempleó en una actividad por propia cuenta.
Dentro del sector formal los informes del INEGI reportan
un aumento de 56 mil 573 empleados en el sector público, entre diciembre
de 2000 y el mismo mes de 2003. Según los anuncios oficiales, en
2004 se pretende reducir en 50 mil el número de plazas en la administración
pública. Posiblemente se trate de las mismas que crearon en la primera
mitad del sexenio.
Mientras, la planta laboral de las grandes empresas privadas
registró una contracción 277 mil 543 trabajadores.
Los números del organismo sobre el comportamiento
del empleo y la desocupación en México, durante los últimos
tres años, delinean una realidad de apremio para quienes buscan
alguna actividad remunerada, y mayor precariedad en las condiciones de
trabajo de quienes ya lo tienen.
Durante este gobierno la población económicamente
activa del ámbito rural registró una disminución de
592 mil 253 personas en edad y condiciones para trabajar, pero que no encontraron
oportunidades en sus lugares de origen, por lo que una proporción
indeterminada de estos migrantes apoyan paradójicamente las cuentas
macreoconómicas del país con el envío de remesas a
sus familiares.
26 millones sin prestaciones
El reporte del INEGI alerta que durante el año
pasado aumentó en 288 mil trabajadores el universo de empleados
sin ningún tipo de prestación, fenómeno en crecimiento
durante la primera mitad del gobierno del presidente Fox, en el cual el
número de trabajadores que labora sin prestaciones se ha incrementado
en un millón 926 mil 985.
La dimensión del universo de trabajadores sin ningún
tipo de prestación representa ya 63 por ciento de toda la población
ocupada en México y afecta a 26 millones 144 mil 785 personas, según
los indicadores oficiales. Una población que supera, incluso, a
la totalidad conjunta de los habitantes de las tres ciudades más
pobladas del país: Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey.
La precariedad del empleo se observa también con
nitidez en el número de personas que, ante la falta de oportunidades
remunerativas en la economía formal, optaron por autoemplearse.
Durante este gobierno el número de trabajadores
por cuenta propia se ha elevado a 10 millones 285 mil 948, dimensión
que representa 25 por ciento, una cuarta parte, del universo total de la
población ocupada, constituido por 41 millones 391 mil 37 personas,
precisa el INEGI.
En el sector informal de la economía se han reproducido
los mismos esquemas de división social del trabajo que en el formal.
El número de personas que chambean de patrones es de un millón
667 mil 492 y tuvo un incremento de 30 mil 905 en los últimos tres
años. En tanto que, con un incremento de 819 mil 582, el universo
de asalariados está integrado por 25.9 millones de trabajadores.
Sin prestaciones, los salarios son aún más
insuficientes. Casi 60 por ciento de los asalariados de los sectores formal
e informal de la economía perciben de uno hasta tres salarios mínimos
como pago por su trabajo. Esta precariedad en el ingreso laboral produce
que 9.5 millones de trabajadores laboren jornadas de más de 48 horas
a la semana.
La changarrización de la economía
mexicana no es un fenómeno nuevo ni imputable a esta administración
gubernamental. Pero el crecimiento acelerado de este tipo de empresas sí
es parte de los resultados de su gestión. El INEGI espera censar
este año ''más de 4 millones de unidades económicas'',
cuando en 1999 el universo productivo del país estaba constituido
por 2 millones 745 mil 845 establecimientos de todo tipo y tamaño.
Esto implica un aumento de alrededor de 1.5 millones de unidades más.
Por lo pronto, su expresión en el empleo es el
siguiente, según los informes del propio INEGI. Al término
del año pasado 39 por ciento de la población ocupada en el
país -casi 16.3 millones de trabajadores- laboraban en micronegocios,
1.7 millones más que en diciembre de 2000.
Pero ya ni los micronegocios requieren infraestructura
mínima, pues en diciembre de 2003 había en México
más de 8 millones 500 mil trabajadores que laboraban en establecimientos
sin local. Esa cantidad representó 21 por ciento de la población
total con algún tipo de ocupación, o lo que es lo mismo,
una de cada cinco personas ocupadas en el país trabaja en la calle.
|