Prometedora confirmación de Christian Ortega en la decimoséptima corrida

De arte llenó Del Olmo la México, y de mansedumbre San Marcos

Encierro con edad y trapío pero deslucido Manolo Mejía, entre altibajos

LEONARDO PAEZ

Mientras del 3 al 8 de febrero el primer mundo taurino efectuó con éxito la séptima Feria Mundial del Toro en Sevilla, España, a orillas del Guadalquivir, y del 13 al 15 del citado mes la segunda Feria Nacional del Toro, en Santarém, Portugal, a orillas del Tajo, la monumental Plaza México, a orillas del distribuidor vial de San Antonio celebró el 58 aniversario de su inauguración, no con un homenaje al toro de lidia sino con un encierro anovillado de Julio Delgado. Incansable en su ineficacia, la empresa ha proseguido su bizarra promoción con descastados encierros y peores entradas.

San Marcos, malas nuevas

Llama la atención que un ganadero escrupuloso como Ignacio García Villaseñor enviara para la decimoséptima corrida en la México un encierro disparejo de presentación y de estilo, pero parejo en mansedumbre y falta de transmisión. El primero, pobre de cara y fuera de tipo, tomó dos varas sin recargar; el segundo, bizco del pitón derecho y astifino, recibió un puyazo y acabó deslucido y con peligro; el tercero, cómodo de cabeza y con buen estilo pero débil; el cuarto, paliabierto y astifino, que empujó una vez al caballo y tuvo recorrido por ambos lados, fue el único ovacionado en el arrastre; el quinto, bien armado y sin exceso de kilos, terminó con un peligro sordo, y el sexto, hondo y largo, empezó emotivo y acabó soseando. Un balance más que mediocre.

Manolo Mejía, Ƒex maestro?

El diestro de Tacuba lidió con quietud a su primero, deslucido y con peligro, luego de casi ser arrollado al quitar por navarras. Mató mal, como se le ha vuelto costumbre. Y con su segundo, Feliz, con recorrido y calidad, que traía la oreja con alfileres, ejecutó naturales largos y templados, así como derechazos de idéntica factura. En un natural adelantó la suerte y fue prendido y pisoteado, afortunadamente sin mayores consecuencias. ƑCómo hacer valer 21 años de alternativa y tantos conocimientos?

Del Olmo o el arte

El tercero de la tarde se llamó Optimista, sobre todo con respecto a su bravura, pues apenas permitió cuatro derechazos esplendorosos -quizá los mejores del serial-, de una estética y una hondura tales que de inmediato transmitieron al tendido la sensibilidad renovada del fino torero tlaxcalteca. Hubo luego naturales de menor factura, media desprendida, varios descabellos y hasta un aviso, y lo que debió ser memorable oreja para el torero se convirtió en emotiva salida al tercio. Pero aquellos cuatro derechazos, casi insoportables por su intensidad, redimieron a las legiones de pegapases de las pasadas tres temporadas, por lo menos.

Con su segundo, que Del Olmo brindó a su bella esposa, corresponsable directa del afinamiento artístico del diestro, las cosas se complicaron, pues se trató de un toro con cara, que ocasionó un tumbo y provocó un herradero en varas, que llegó a la muleta pasador y deslucido, con un peligro que el público no quiso ver, engolosinado con la enorme aunque fugaz propuesta estética ante su primer toro.

Si Mario hubiese toreado unas 50 corridas el año pasado seguramente le habría podido más a ese burel. šAh, si en México los promotores supieran aprovechar buenos toreros!

Christian Ortega, otra esperanza

Confirmó no sólo su alternativa sino además una solvencia inusual en los toreros jóvenes, una serenidad insólita y una idea muy clara de la tauromaquia que con tantito que las empresas del país lo ayuden, muy pronto harían de este Ortega otro torero competitivo y con imán de taquilla.

Con el de la confirmación, Risueño, que brindó a su padre, consiguió meritorias tandas por ambos lados, a base de colocación y entrega, encelando muy bien al primero de los deslucidos, e intercalando trincherillas y desdenes. Luego de un estoconazo por derecho, el puntillero paró al toro y la merecida oreja se convirtió en inmerecido silencio. Con el que cerró plaza Christian toreó muy bien a la verónica y remató con dos medias preciosas, quitó por chicuelinas, cubrió el segundo tercio dándole ventajas al toro y realizó otro trasteo por ambos lados a otra res deslucida. Por las cualidades exhibidas, Ortega merece más y mejores oportunidades.