México D.F. Lunes 16 de febrero de 2004
Descartan suicidio, pero esperan los resultados
de la autopsia
Mario Pantani murió de un paro cardiaco
AFP, DPA Y REUTERS
Rimini, Italia, 15 de febrero. El médico
legista Francesco Toni declaró que la muerte del ciclista Marco
Pantani, el sábado en un hotel residencial de Rimini, fue por un
paro cardiaco, cuyas causas todavía deberán determinarse.
Asimismo el fiscal de Rimini, Paolo Gengarelli, descartó
la posibilidad de suicidio en la muerte del pedalista."Nadie habló
de él y yo lo excluyo", afirmó.
Dijo
que esperaba los resultados de la autopsia, en principio para contar con
elementos que permitan reconstruir las últimas horas de Pantani.
El fiscal escuchó las declaraciones de varias personas, entre ellas
Manuela Rochi, apoderada del ciclista.
Los investigadores encontraron cerca del cuerpo, en el
suelo junto a la cama de su cuarto de hotel, una caja de medicamentos contra
la ansiedad.
Había otras más del mismo producto, algunas
ya vacías, en el piso inferior del pequeño hotel donde estaba
alojado.
Un ataúd con los restos de Pantani dejó
el hotel, con destino a la capilla fúnebre del hospital de la ciudad.
A su paso aplaudieron unos 200 admiradores que se habían reunido
frente al hotel.
La Fiscalía informó que el deportista consumía
desde hace largo tiempo antidepresivos bajo supervisión médica.
Algunos de los medicamentos hallados en la habitación de hotel en
la que apareció muerto son drogas de expendio bajo receta.
Según la prensa, Pantani tenía previsto
internarse a partir del 27 de febrero en un instituto de rehabilitación
para drogadictos en Bolivia, dirigido por un sacerdote italiano.
Conocido como El Pirata, el pedalista ganó
el Tour de Francia en 1998, después de su compatriota Felice
Gimondi, en 1965.
Pantani fue el centro de un gran escándalo en 1999
cuando lo expulsaron del Giro de Italia al detectársele un
índice de hematocrito superior a 50 por ciento, que es el permitido.
Desde ese momento su vida cambió.
En 2002 fue suspendido de toda actividad ciclística
al haber dado positivo en un control antidopaje por insulina en el Giro
de 2001.
En 2003 participó de nuevo en la justa italiana
y finalizó en un frustrante 14 lugar. Luego fue internado en una
clínica especializada en tratamientos para personas drogadictas
y depresivas.
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