Ojarasca 82 febrero de 2004
El 6 de febrero cumplió 28 años tras las rejas de la penitenciaría federal de Leavenworth, Kansas, Leonard Peltier, dirigente del American Indian Movement (AIM). Leonard, de 58 años, fue sentenciado por la muerte de dos agentes del FBI en la reservación india de Pine Ridge, en 1975.En aquel entonces, la reserva de Pine Ridge estaba bajo un "reino del terror", después de la ocupación de Wounded Knee por parte de miembros del aim, en 1973. Para castigar la insurrección, el gobierno y un grupo de paramilitares indios (conocidos como GOONS) desataron una ola de represión contra el aim, lo que ocasionó la muerte violenta de 64 personas en tres años.
En este contexto, cuando los agentes del FBI llegaron al campamento del AIM el 26 de junio de 1975, se inició un tiroteo en el que murieron baleados dos agentes y un indígena. Pese a que en el tiroteo participaron unas cuarenta personas, el gobierno acusó sólo a tres, todos dirigentes. Dos de ellos fueron exonerados por falta de evidencia y bajo el argumento de la defensa propia. En cambio sobre Peltier se lanzó todo el aparato de la ley estadunidense.
Leonard Peltier huyó a Canadá donde lo aprehendieron y extraditaron ilegalmente sobre la base de un testimonio falso. Su juicio fue una mascarada de justicia más un embate del FBI contra el movimiento indígena que un proceso legal real. Desde el momento del juicio han emergido datos y testimonios adicionales que demuestran que el FBI retuvo evidencia exculpatoria y falsificó pruebas, con lo que el veredicto del jurado sentenció a Peltier a dos cadenas perpetuas consecutivas.
Durante la apelación, la corte admitió que la evidencia retenida --incluidas las pruebas de balística que demostraban que los tiros fatales no se dispararon desde el rifle de Peltier-- habría cambiado el veredicto. El fiscal admitió también que en realidad no se sabía quién había ultimado a los agentes. Pese a todo esto, se confirmó el veredicto.
Existen seis mil documentos relacionados con el caso que dejarían en claro la ilegalidad del encarcelamiento de Peltier, pero que el FBI y otras agencias gubernamentales siguen sin descatalogar. Se han presentado quejas que, apelando a la Ley de Libertad de Información, insisten en que la excusa de la "seguridad nacional" no es aplicable ya en el caso Peltier y que la vida de un hombre está en entredicho.
Amnistía Internacional ha declarado a Leonard Peltier prisionero político y cientos de organizaciones de derechos humanos continúan en demanda de su inmediata liberación. Sin embargo, se le sigue negando la libertad bajo palabra. Su experiencia podría haberlo amargado, pero Leonard Peltier continúa siendo un líder de su pueblo. El texto siguiente es el más reciente comunicado de Peltier, emitido desde su celda con motivo del 28 aniversario de su encierro.
Laura Carlsen
"Si desde mi prisión resisto"
Hau Kola, saludos mis amigos, mis parientes. No pueden imaginar el alivio emocional que implica saber que la gente no se olvida de uno, aquí en prisión. Este es mi veintiochoavo año, y he visto a algunos entrar, salir, caer aquí de nuevo. No puedo evitar sufrir enormemente por los muchos jóvenes que siguen regresando por una razón u otra; la mayoría de sus faltas tienen relación con el alcohol. Ha cambiado tanto todo desde que estoy aquí y de tantos modos todo sigue siendo igual.
Con el pretexto de la seguridad y el progreso, el gobierno nos liberó de nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra cultura, nuestra dignidad y nuestro futuro. Viola cada uno de los tratados que hizo con nosotros. Digo "liberó" suelta y sarcásticamente, en la misma vena que oigo al gobierno decir "daños colaterales" cuando mata a hombres, mujeres y niños.
Describe a los pueblos que defienden su tierra como terroristas, salvajes y hostiles, y nos acusa de ser agresores. Pero nunca hemos peleado una batalla o una guerra fuera de nuestra propia tierra; nunca hemos disparado el primer tiro... nunca.
Mis palabras buscan a los no indios: percátense de lo que ocurre antes de que sea demasiado tarde --miren lo que se le hace a otros en vuestro nombre y entiendan la destrucción que avalan al no decir nada. Su propio tratado, el de ustedes con el gobierno, es violado a diario; un tratado comúnmente conocido como Constitución.
Con nosotros, empezaron poco a poco, socavando nuestros derechos hasta que no nos quedó ni uno solo. Será igual con la Constitución. No es conjetura, es un hecho. No traemos batalla con el color de las personas, sino con la debilidad, con aquella serie de actitudes que hace que algunos ambicionen poder y riqueza a expensas de la vida.
Las personas de todos los colores, culturas y religiones deben erguirse, juntos, y oponerse a las políticas genocidas que nos afrentan a todos, pues el mundo corporativo busca esclavizarnos a todos y echarnos a pelear nación contra nación.
Si no violas la ley, haces lo que te ordenan e ignoras a los pobres, los oprimidos y descastados, es probable que no te molesten. Pero si intentas enderezar lo que está mal, con toda seguridad enfrentarás fuertes obstáculos y corres riesgos de prisión y de muerte.
Soy un danzante del sol, tengo votos por mi pueblo. Escogí hacer la voluntad del Creador y hacer lo mejor de mi parte. NO RENUNCIARÉ A ESOS VOTOS. Seguiré hablando, escribiendo y organizando hasta que el Abuelo mismo acalle mi vida. Si desde mi prisión puedo hacerlo, no tengo duda de que pueden ustedes hacer mucho más que yo desde donde están.
Los conmino a que hagan lo mejor que puedan. Sean afables con los demás, busquen la armonía y el equilibrio con la vida natural, disfruten la libertad que aún les queda y sobre todo no se rindan nunca.
En el Espíritu de Caballo LocoLeonard Peltier
Mitakuye OyasinTraducción: Ramón Vera Herrera
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