''Por ahora'', no dedicará ''ni un solo minuto'' de su tiempo a hacer trabajo político

Anuncia Marta Sahagún que ya no buscará ser consejera panista

Asegura que brindará todo su apoyo al proyecto de nación que encabeza el presidente Fox

ROSA ELVIRA VARGAS

De manera sorpresiva, Marta Sahagún de Fox anunció ayer que ya no buscará ser consejera nacional del Partido Acción Nacional (PAN), y de paso dio a conocer que ''por ahora'' no dedicará ''ni un solo minuto'' de su tiempo a hacer trabajo ''político partidista''.

En las últimas dos semanas, la también presidenta de Vamos México ha sido objeto de severas críticas y debates a raíz de su confesa intención de contender por la Presidencia de la República, así como por el documentado uso que ha dado a los recursos del erario para las actividades de la fundación que encabeza, aunque ella y su esposo, el Presidente de la República, se empeñan en negar esto último.

El anuncio, que fue difundido a través de Los Pinos, menciona que Marta Sahagún dio a conocer su decisión de replegarse de la actividad política durante una reunión con integrantes del Comité Directivo Regional del PAN en el Distrito Federal.

Se concentrará en el trabajo social...

Ahí mismo notificó también su intención de concentrarse ''totalmente en el trabajo social y a brindarle todo su apoyo al proyecto de nación que encabeza el presidente Vicente Fox Quesada, el cual ha sido siempre su único proyecto''.

Dijo que tomó esta decisión luego de realizar una ''profunda reflexión'' ya que, ''por encima de confusiones y expresiones que provocan divisiones internas, está la unidad''.

Sin embargo, no es la primera vez que la esposa del titular del Ejecutivo federal anuncia mutismo político. Apenas el año pasado, luego de realizar una abierta y tenaz labor de proselitismo en favor de los candidatos del PAN a las alcaldías del estado de México -en la que varias veces la acompañó el propio Vicente Fox-, por la cual también fue ampliamente criticada, amén de que su partido obtuvo un mediocre resultado en las urnas, Marta Sahagún guardó durante algunas semanas su protagonismo político.

A principios de mayo de 2003 declaró: ''Hay ciertos momentos en que tenemos que entender el contexto en el que nos estamos moviendo, y todas las implicaciones que eso tiene (...) mi convicción es de que hay momentos en que hay que ser prudentes (...) hay que ser prudentes, hay que quitarnos los reflectores de encima. Yo trataré de quitarme los reflectores de encima, no porque me molesten, no: porque no me gusta que me vigilen''.

Y es que del mismo modo en el que varias veces ha anunciado que se mantendrá a buen resguardo en la política, y regresa, también ha incurrido en contradicciones declarativas cuando se le pide definirse sobre su eventual postulación por el PAN a la Presidencia de la República.

Así, por ejemplo, el 25 de agosto del año pasado, durante la inauguración de una guardería de la Procuraduría General de la República, frente a los micrófonos y fuera de discurso, aseguró: ''Creo que hoy es también buen momento para dejar en claro, de una vez por todas, que yo no buscaré la Presidencia de la República.''

Si embargo, a lo largo de todo 2003, Marta Sahagún envió señales deliberadamente ambiguas respecto a su intención de buscar la candidatura, sin importarle incluso contradecir al presidente Fox, con quien, aseguró después, mantiene un diálogo constante sobre este tema.

En julio, por ejemplo, y con diferencia de días, ella aseguraba en Guadalajara: ''Tendría el absoluto derecho de luchar por esta candidatura, si ese fuera mi deseo. Y al final la última palabra, desde luego, la tienen los ciudadanos''.

Pero su marido había dicho exactamente lo contrario durante una gira por Estados Unidos: ''Yo no tengo ninguna expresión, de parte de mi señora, que tenga algún interés o alguna intención en participar como candidata (a la Presidencia)''. Y anunció además sus planes en común de regresarse a su rancho, en 2006, al lado de sus hijos y de la familia. ''Esto es lo que estamos pensando'', dijo esa ocasión.

Y a pesar de que algunos políticos de su partido, como Francisco Barrio Terrazas, hoy coordinador parlamentario; Santiago Creel Miranda, secretario de Gobernación; Manuel Espino, secretario general del CEN del PAN, y el propio Luis Felipe Bravo Mena, presidente del blanquiazul, lo menos que han dicho es que esa posibilidad sería una muestra de imprudencia, ella nunca ha atendido esa crítica.

Todavía en diciembre, durante una entrevista que concedió en la residencia Lázaro Cárdenas de Los Pinos, afirmó: ''¡Sí, hay la posibilidad!'', aunque enseguida acotó que, llegado el momento, ''lo que contará es la opinión de los mexicanos''.

Además, y para dar mayor sustento a esa posibilidad, declaró ahí mismo: ''Para poder lograr una candidatura presidencial, lo primero que hay que tener son buenas cuentas de la responsabilidad que se tiene en el momento actual; eso te debe obligar a hacer un buen trabajo para poder, luego, aspirar a una candidatura''.

Al iniciarse 2004, Marta Sahagún apuntaló su interés por entrar a la contienda para suceder a su marido. En medio del escándalo por el reportaje del diario londinense Financial Times sobre los manejos irregulares de los fondos que recibe Vamos México, ella multiplicó su presencia en los medios de comunicación para buscar desmentir a la publicación.

Y de paso anunció: ''No me he descartado''. Durante una entrevista radiofónica con Joaquín López Dóriga admitió que sí tiene el proyecto de buscar la candidatura para la Presidencia de la República, aunque todavía ''no es una decisión tomada''.

Volvió a mostrar las prendas que ella misma se concede para tener derecho a buscarla. ''... la mejor carta de presentación para un candidato que en su momento se decida a serlo, pues es simplemente la referencia de su trabajo cumplido, ¿no?, de toda su trayectoria'', dijo al periodista el pasado primero de febrero.

En esa ruta, y para emular a otros aspirantes panistas que, como su propio esposo, al momento de la elección de abanderado presidencial eran también consejeros nacionales, Marta Sahagún se presentó al examen que, como uno de los requisitos para acceder a esa posición, exige el PAN.

El domingo 18 de enero llegó, como muchos otros, a las instalaciones del Centro Universitario México (CUM) y se tomó largo tiempo para responder a los cuestionarios diseñados por su partido.

Y también jugó con el mensaje: ''En política todo tiene su tiempo'', insistió durante las por lo menos cuatro entrevistas que concedió ese día.

Y salvo aquellos que más que apoyar su eventual candidatura, a lo más que han llegado es a poner a salvo su derecho de participar, lo que sobre todo se ha producido es una fuerte crítica a su pretensión, al señalarse sobre todo que ella tiene y utiliza con ventaja su posición como esposa del Presidente de la República para darse a conocer e inclinar, eventualmente, la balanza a su favor.

Finalmente ayer, al notificar que ''por ahora'' no realizará más actividades políticas, señaló -siempre según el comunicado- que sólo a través de la unidad se logrará fortalecer el trabajo a favor de México, principalmente de quienes más lo necesitan. En la misma reunión agradeció el apoyo que ha recibido de diversos grupos de la militancia panista y resaltó que ella tiene más de 14 años de pertenecer al blanquiazul.

Vendrán entonces momentos de alejamiento del trabajo político partidista. Por los antecedentes reseñados, no se sabe cuánto tiempo durarán.