México D.F. Martes 17 de febrero de 2004
La pintora lleva al lienzo la anécdota
histórica o cultural de catedrales y templos
Peregrinación artístico-espiritual de
las vírgenes de Rubalcava por Europa
Recrea vasos comunicantes entre la naturaleza mariana
y algunos sitios de ese continente
MONICA MATEOS-VEGA
En diciembre de 2002, con motivo de la canonización
de Juan Diego, las autoridades eclesiásticas de la catedral parisina
de Notre Dame -que cuenta con una capilla dedicada a la virgen de Guadalupe-
invitaron a la pintora mexicana Cristina Rubalcava (DF, 1943) para montar
allí una exposición.
La artista preparó siete cuadros que narran la
historia de las apariciones de Tonantzin al indígena, acompañados
de una serie de textos en náhuatl que tomó del relato Nican
mopohua, traducido al español por el historiador Miguel León-Portilla.
A partir de ese momento, Rubalcava recibió propuestas
de diferentes ciudades europeas para llevar la exposición a otras
iglesias.
De esa manera se inició una suerte de ''peregrinación
artístico-espiritual" que ha hecho crecer la colección a
26 piezas, pues en cada catedral la pintora se detiene para llevar al lienzo
la anécdota histórica y cultural del templo.
Alegría, frescura y colorido
Sorprendida
por la magnitud de las inauguraciones que, posteriormente, se han llevado
a cabo en las catedrales de Or-leans, en Francia, y en la de Fátima,
en Portugal, Cristina Rubalcava aclara que no se trata de una muestra sólo
para católicos.
''Esos recintos tienen mucha fuerza por todos los peregrinos
que llegan, pero también por la enorme cantidad de turistas de todo
el mundo que reciben.
''A Fátima llegan 100 mil personas a diario. Entonces,
no se trata sólo de pintar una virgen, sino su contexto social,
físico, cultural y plástico.
''El relato de la virgen de Fátima cuenta de la
guerras actuales y, curiosamente, el día que me encargaron el mural
fue cuando George W. Bush declaró la guerra a Irak, entonces incluí
en mi pintura todo eso, integré el relato antiguo con la actualidad
política", explica la artista, quien visita México con el
propósito de conseguir un espacio (también una iglesia) para
exponer su obra cuando el "peregrinaje" concluya.
La colección cuenta con cuadros dedicados a la
virgen de Lourdes (Francia), así como a la del Pilar de Zaragoza,
España, y se complementará, en el transcurso de este año,
con los cuadros de otras seis vírgenes.
''En Europa, las personas descubren en mis cuadros mucha
alegría, frescura y colorido, les llaman la atención. Eso
me da gusto, porque no me doy cuenta de que existen en mi obra esas características,
eso se lo debo a México. Mientras que aquí, como ya tienen
esa alegría de vivir o les es más familiar, les gusta de
mis cuadros el humor o la perspicacia", añade la artista.
Predilección por la espontaneidad
Rubalcava considera que la pintura es un oficio muy solitario,
por eso ''dejo que sea una sorpresa para mí. Siempre estoy abierta
a lo que veo, a los colores, la música, los olores o el ambiente
del país donde estoy. Me gusta la espontaneidad, no me puedo encasillar
en un sistema a la hora de pintar".
Las pinturas marianas de Cristina se exhibirán
durante los próximos meses en iglesias de Toulouse, Francia; Roma,
Italia, y Yugoslavia y Polonia.
Para la artista, exponer en catedrales marca un hito en
su carrera, ''es algo que me conmueve mucho, tiene un valor espiritual
enorme por el tipo de personas que conocen mi obra: es la fuerza de la
humanidad, una mezcla entre las peregrinaciones mexicanas y el turismo
europeo.
''A estas alturas ya me familiaricé con los santos,
las vírgenes y Dios. Ya los hice muy amigos de mi pintura. Ha sido
un aprendizaje cultural muy grande para mí, sobre todo el hecho
de conocer que los milagros están rodeados de factores políticos,
sociales y económicos. Creo que he entendido más el sentido
de las religiones.
''Por eso, espero ser lo más fiel posible a los
relatos. Trato de escoger lo más verídico, lo más
apegado a la realidad.
''Ojalá que esta colección se quede en México,
pues de aquí partió. Los cuadros hablan ya de los vasos comunicantes
entre las historias de la espiritualidad mariana del país y algunos
sitios de Europa. Y eso no es sólo el reflejo de una creencia religiosa,
sino la creencia en el arte."
Cristina Rubalcava también está invitada
a participar en la Olimpiada Cultural de Atenas 2004, que se desarrollará
el próximo agosto.
Realizará tres cuadros grandes, de 4 x 2 metros,
en los que plasmará tradiciones mexicanas como el Día de
Muertos, diversos vendedores ambulantes tradicionales y la fiesta oaxaqueña
de la Guelaguetza.
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