México D.F. Jueves 19 de febrero de 2004
Sus declaraciones sobre ''facilidades'' a las FARC en México, motivo de su dimisión
Renunció el embajador colombiano
El canciller Derbez negó haber pedido al gobierno de Alvaro Uribe la salida del diplomático
GEORGINA SALDIERNA
El embajador de Colombia en México, Luis Ignacio Guzmán Ramírez, renunció a su cargo luego de una controvertida gestión en la que no sólo tuvo diferencias con la Secretaría de Relaciones Exteriores, sino también con la UNAM, la Procuraduría General de la República y legisladores de diversos partidos.
El diplomático dimitió el martes, dos días después de que el canciller Luis Ernesto Derbez se quejó ante el gobierno colombiano de las declaraciones ''infundadas'' que el embajador hizo la semana pasada, en las que afirmaba que era más facil que los integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) obtuvieran un visado mexicano, que los empresarios de su país.
Fuentes de la legación colombiana explicaron que Guzmán Ramírez envió una carta a la canciller Carolina Barco y al presidente Alvaro Uribe, en la que renuncia al cargo y cita que esa decisión se hará efectiva a partir del primero de marzo.
En el texto dirigido al mandatario de su país, agradece haber sido nombrado embajador ante México y reitera su total lealtad e incondicional servicio a la patria que ''usted (Uribe) tan dignamente conduce con mano firme y corazón grande''.
Por su parte, el canciller Luis Ernesto Derbez señaló que el domingo pasado se quejó formalmente ante su homóloga colombiana por las acusaciones del embajador. Luego de inaugurar el Seminario Regional sobre Desplazamiento Interno en América, el funcionario negó que haya pedido la remoción del diplomático.
En conversación telefónica con Barco, Derbez le dijo que no había fundamento para que el representante colombiano efectuara las declaraciones que hizo la semana pasada. ''Le hice notar que el señor embajador no debería estar haciendo'' esos señalamientos, pues no había ninguna evidencia que los justificara, relató. México no realiza las acciones que el embajador mencionó. ''No hay evidencia que ratifique ese tipo de declaraciones'', insistió, no sin antes recordar que en el pasado el diplomático hizo una declaración similar, es decir, sin fundamento.
El canciller mexicano se refería al planteamiento que efectuó Guzmán Ramírez en julio de 2003, cuando aseguró que en la UNAM había oficinas de las FARC. En apoyo a sus señalamientos, el diplomático presentó fotografías de un cubículo de la Facultad de Filosofía y Letras donde aparecían las siglas del grupo guerrillero.
Estos señalamientos, efectuados un año después de que las FARC cerraron sus oficinas en México y abandonaron el país, provocaron una enérgica protesta de la UNAM, institución que rechazó la presencia del grupo guerrillero en el campus, y pidió a la cancillería actuar en términos diplomáticos en este caso.
Juan Ramón de la Fuente, rector de la máxima casa de estudios, calificó en aquella ocasión de graves y superficiales las declaraciones del embajador, mientras el director de la facultad, Ambrosio Velasco Gómez, puntualizó que los señalamientos del colombiano sólo mostraban su profunda ignorancia de la realidad universitaria, donde se manifiestan las más diversas corrientes ideológicas.
Las declaraciones provocaron tal escándalo, que las cancillerías de México y Colombia tuvieron que emitir un comunicado conjunto en el que reconocían que no había confirmación de la existencia de oficinas de las FARC en la UNAM y lamentaban los inconvenientes que esas acusaciones habían causado a la universidad. Eso sí, las autoridades colombianas solicitaron a México la realización de las averiguaciones sobre las presuntas actividades de integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Molesta porque los cuestionamientos del embajador ponían en duda su efectividad en aspectos de inteligencia, la PGR aseguró no tener ningún indicio de que guerrilleros colombianos estuvieran operando en el país.
El ex diputado priísta Gustavo Carvajal Moreno calificó las declaraciones del embajador de ''una vacilada'' y recordó que el diplomático era un empresario allegado al presidente Uribe, que nunca había tenido un cargo en el servicio exterior. ''Creo que la acusación se debió a la falta de experiencia... lo invitaron a la universidad, vio en una puerta de un salón de clases las siglas FARC y se dijo aquí están sus oficinas.''
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