México D.F. Jueves 19 de febrero de 2004
Fue detenido en Periférico junto a su esposa y una hija; lo trasladaron a Monterrey
Cae Nazar Haro sin oponer resistencia
Fuentes de la PGR señalan que en breve podría enfrentar cargos por el delito de homicidio
GUSTAVO CASTILLO Y JUAN MANUEL VENEGAS
La fuga del titular de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), Miguel Nazar Haro, duró dos meses y medio. Ayer elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) cumplimentaron en el Distrito Federal la orden de aprehensión que libró el 5 de diciembre de 2003 el primer tribunal unitario de Monterrey, Nuevo León, al encontrar elementos que lo vinculan con responsabilidades en la desaparición de Jesús Piedra Ibarra en abril de 1975.
El titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Rafael Macedo de la Concha, informó que la captura del ex jefe policiaco ocurrió "entre las 19 y las 20 horas", cuando circulaba a bordo de un vehículo Chevrolet-Pontiac, en el cruce de Periférico y Altavista.
Cerca de las 23 horas, escoltado por agentes de la AFI, fue llevado al hangar de la PGR en el aeropuerto capitalino, para ser trasladado a Monterrey, donde se le pondrá a disposición del juzgado cuarto de distrito para enfrentar el proceso penal por el delito de privación ilegal de libertad, en la modalidad de secuestro, sin derecho a la libertad bajo fianza.
Sin embargo, el avión en el que Nazar Haro viajaba a la capital neoleonesa regresó unos minutos después al hangar de la PGR. La versión oficial giró en torno a que la aeronave no garantizaba las condiciones de seguridad requeridas para aterrizar en la terminal área regiomontana, debido a la neblina que en esta temporada se presenta en ella, por lo que fue utilizado otro aparato. Al filo de la una de la mañana la nave partió hacia Monterrey.
También trascendió la especie de que el ex jefe policiaco había sufrido una complicación cardiaca, misma que al cierre de esta edición no pudo ser confirmada.
Además, la PGR investiga ya versiones que aseguran que Luis de la Barreda Moreno, otro ex titular de la DFS y coacusado de Nazar Haro, se encuentra en Tabasco.
Las huellas
Luego de conocer la orden de aprehensión que el 5 de diciembre pasado obsequió en su contra el tribunal, Nazar Haro se "escondió" durante varios días en el puerto de Veracruz, e inclusive acudió a una casa de juego, de acuerdo con la información que se allegó la Fiscalía Especial en Movimientos Sociales y Políticos del pasado, y de la cual dio cuenta La Jornada en su edición del 13 de enero.
En ese contexto, la fiscalía especial, a cargo de Ignacio Carrillo Prieto, obtuvo a finales de enero pasado información de que Nazar había salido ya del puerto y se encontraba oculto en un rancho que se localiza en el municipio de Temascaltepec, estado de México.
Oficialmente nunca se informó de esas pesquisas. Sin embargo, el cerco policiaco para capturarlo empezaba a estrecharse y arrojar resultados, que finalmente se confirmaron este miércoles, cuando Nazar fue localizado y aprehendido en la ciudad de México.
Así cayó el temible coordinador de la llamada Brigada Blanca, a quien el fiscal Carrillo Prieto comparó con los jefes de la policía política de la dictadura de Augusto Pinochet, por su crueldad.
Miguel Nazar Haro, Luis de la Barreda Moreno y el ex policía judicial regiomontano Juventino Romero enfrentan acusaciones por el delito de privación ilegal de la libertad, equiparable al secuestro, por haber participado en la detención y desaparición de Jesús Piedra Ibarra, hijo de la dirigente del Comité Eureka, Rosario Ibarra de Piedra.
Piedra Ibarra, quien militaba en la Liga Comunista 23 de Septiembre, fue detenido en abril de 1975 en la ciudad de Monterrey. Desde el día de su captura nunca más se supo de él.
De acuerdo con las pesquisas de ese caso, el entonces subdirector de la DFS, Miguel Nazar Haro, viajó a la capital regiomontana para encargarse del traslado de Piedra Ibarra al Distrito Federal y su posterior reclusión en el Campo Militar número Uno.
A casi 30 años de aquellos hechos, la fiscalía especial consignó la acusación penal en contra de Nazar, De la Barreda y Romero, por sus presuntas responsabilidades en la desaparición de Piedra Ibarra. Sin embargo, en el transcurso de esa investigación, en el caso de Nazar, no sólo se encontraron elementos para atribuirle esa responsabilidad, y en los próximos días se le fincará el cargo de homicidio en contra de Ignacio Salas Obregón, dirigente de la Liga Comunista 23 de Septiembre, según informaron fuentes acreditadas de la PGR.
Sin oponer resistencia
Anoche, luego de su detención, Nazar Haro -de 80 años de edad- fue conducido a las instalaciones de la PGR. De acuerdo con lo dicho por Macedo de la Concha al momento de su captura, el ex director de la DFS iba acompañado por su esposa y una de sus hijas. Ninguno opuso resistencia a los agentes que los interceptaron en el cruce de Altavista y Periférico.
Las imágenes que del detenido dejó ver la PGR -mediante los noticieros de Televisa- mostraron a un Nazar Haro demacrado, con el cabello crecido y disminuido de peso.
Macedo de la Concha dijo que ordenó al Ministerio Público que haga un seguimiento puntual de esta aprehensión y del proceso respectivo, pues "de lo que se trata es que no haya impunidad, que se ponga (a Nazar) a disposición de un tribunal y que sea éste el que determine la situación jurídica de esta persona y de las demás que se vieran involucradas en este tema".
Refirió que la PGR seguirá haciendo su trabajo "con suma responsabilidad y seriedad. Categóricamente, šaquí no se encubre a nadie!"
La captura de Nazar ocurrió -cosas del destino- horas después de que muriera José López Portillo, uno de los dos ex presidentes a los que sirvió en los años de la llamada guerra sucia. El otro, Luis Echeverría Alvarez, podría ser consignado en los próximos meses por el delito de genocidio, según la averiguación previa que integra la fiscalía especial y que está a punto de concluir.
"Vencido en el ocaso de mi vida..."
Hace un año, el 2 de febrero de 2003, cuando apenas se integraba la averiguación previa, Nazar concedió una entrevista a La Jornada, asegurando entonces que fue director "de la institución que guardaba la paz en el país". Negó haber torturado: "sólo fui un buen interrogador", y acusó que los "grupos subversivos" que aparecieron en México en las décadas de los setenta y ochenta "pusieron en riesgo el poder político en México".
Presumió su historial, sus 34 años de servicio en la policía política... "šEsa fue mi pinche vida, un récord pequeño, pero con mucha actividad!", dijo al reportero, antes de soltar una frase que hoy pareciera su epitafio: "después de vencedor, vencido en el ocaso de mi vida..."
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