Alertan científicos de EU sobre el daño debido a altos niveles de mercurio en pescados

El consumo de atún y pez espada provocaría autismo en fetos

Los investigadores exigen al gobierno estadunidense impulsar investigaciones urgentes

JOSE GALAN

Científicos estadunidenses descubrieron la posibilidad de que mujeres embarazadas que ingieran pescados grasosos como atún o pez espada podrían provocar autismo en el feto, debido a los altos niveles de mercurio que contienen esos pescados. Por ello, exigieron a las autoridades de su país impulsar investigaciones urgentes sobre la relación entre la ingestión de mercurio y el riesgo de dar a luz niños con esa enfermedad.

Mady Hornig, profesora de epidemiología de la Universidad de Columbia en Nueva York, consideró ante una comisión del Instituto de Medicina de Estados Unidos -que asesora al gobierno de ese país en asuntos de salud-, que los efectos del mercurio contenido en los peces grasosos "deben ser investigados urgentemente".

Consideró que un gran número de madres embarazadas expone a sus hijos nonatos al riesgo del efecto del mercurio al consumir pescado -particularmente grandes cantidades de peces grasosos, como el atún y el pez espada-, por lo que "debemos tener claro el riesgo que conlleva este hábito para los fetos", sostuvo.

Según la edición de este miércoles del diario Daily Telegraph, de Gran Bretaña, la académica afirmó: "sabemos de una creciente incidencia de autismo, y sabemos que en muchos niños existe un factor ambiental. El mercurio presente en los peces contribuiría a este incremento. Investigaciones recientes demuestran que se ha subestimado hasta en dos veces la cantidad de mercurio al que están expuestos los fetos, por lo que es preocupante, ya que el cerebro en desarrollo es más sensible a los efectos tóxicos del mercurio".

Además, reveló que está por iniciar un estudio en 100 mil niños noruegos, a fin de comprobar, de manera más fehaciente, si el consumo de peces contaminados con mercurio incrementa el riesgo de autismo. El Instituto de Medicina de Estados Unidos también ha iniciado una investigación para determinar si la exposición a formas orgánicas de mercurio puede elevar el riesgo de autismo en los niños. Organizaciones ambientalistas a escala mundial han advertido que los niveles de mercurio en los productos del mar se han elevado, debido a la creciente contaminación industrial en los océanos.

En un estudio realizado en mil madres e hijos, científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard encontraron que la habilidad de los niños para procesar información resulta seriamente dañada si, cuando estaban en el vientre materno, fueron expuestos al compuesto metilmercurio en niveles hasta ahora considerados oficialmente como seguros.