México D.F. Domingo 22 de febrero de 2004
Pretenden abastecer de gas a California, que
atraviesa una crisis energética: autoridades de EU
El Pacífico mexicano, en la mira de las trasnacionales
de energía
Hay planes para establecer plantas en Baja California
y Lázaro Cárdenas, Michoacán
El Banco Mundial reconoce que la reforma del
sector tiene pocas posibilidades de aprobarse
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Un número creciente de empresas extranjeras buscan
obtener facilidades en México para instalar terminales de procesamiento
de gas que abastezcan de combustible al próspero estado de California,
el cual enfrenta una crisis energética, reveló un reporte
del Departamento de Energía de Estados Unidos. La mayor presencia
de estas firmas ocurre en momentos en que la reforma al sector energético
impulsada por el gobierno federal, que busca aumentar el uso de gas en
la generación de electricidad, tiene poca posibilidad de prosperar,
según opinión del Banco Mundial.
Desde
el año pasado, en la franja norte de Baja California operan cuatro
plantas similares a las que pretende instalar Chevron-Texaco en la zona
marina cercana a las islas Coronado. Las instalaciones que ya funcionan,
operadas por las firmas estadunidenses Marathon Oil y Sempra Energy, procesan
gas natural que es traído congelado en grandes barcos, principalmente
desde Indonesia, para que en las instalaciones sea regasificado o descomprimido
y posteriormente vendido a las plantas generadoras de energía eléctrica,
principalmente de California, el estado más próspero de Estados
Unidos, que enfrenta desde hace tres años una crisis de energía.
La decisión del gobierno del presidente Vicente
Fox Quesada de iniciar el proceso legal para concesionar una parte del
territorio mexicano a la trasnacional Chevron-Texaco, con el fin de que
la firma se instale en el entorno de las islas Coronado, ubicadas a 13
kilómetros de la costa de Tijuana, es sólo el más
reciente capítulo de un paulatino proceso que está convirtiendo
a Baja California en la plataforma para el procesamiento del gas hacia
California.
"Firmas extranjeras están mostrando interés
en construir terminales de procesamiento de gas natural licuado a lo largo
de la costa del Pacífico mexicano, incluyendo sitios en la península
de Baja California y en Lázaro Cárdenas (Michoacán)",
reporta un documento del Departamento de Energía de Estados Unidos,
en poder de La Jornada.
De acuerdo con ese informe, "muchas de las instalaciones
que las firmas extranjeras pretenden construir se encuentran cerca de la
frontera común entre México y Estados Unidos, y la intención
es abastecer los mercados del norte de México, pero principalmente
los del suroeste de Estados Unidos".
Antes de que termine este año, como publicó
La Jornada esta semana, la Comisión Reguladora de Energía
y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes harán público
el resultado de la solicitud que presentó Chevron- Texaco para construir
una terminal de procesamiento de gas natural licuado en un emplazamiento
marino a mil metros de las islas Coronado. La intención es que la
firma extranjera reciba una concesión por 30 años sobre esa
porción del territorio.
El gas es el combustible que, de acuerdo con la actual
tendencia de la industria, será el más empleado en la generación
de energía eléctrica en los próximos años.
De hecho, la propuesta de reforma energética que impulsa el gobierno
federal y que el presidente Fox volverá a llevar al Congreso en
2004 busca aumentar el uso del gas en la generación eléctrica.
Sin
embargo, mientras las empresas extranjeras comienzan a tomar posiciones
en territorio mexicano, la iniciativa gubernamental parece perder gas.
"No se espera que las iniciativas a la reforma del sector
eléctrico que en este momento están en marcha sigan su curso
como se propuso originalmente", indica un reporte del Banco Mundial. "En
términos específicos, no se supone que la desagregación
parcial ni la creación de un mercado de electricidad al mayoreo
ocurran en el futuro cercano", considera en el documento oficial que detalla
un proyecto para desarrollar energía renovable a gran escala, que
fue sometido a la aprobación del directorio del organismo multilateral
el 16 de febrero pasado.
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