México D.F. Sábado 28 de febrero de 2004
El intercambio de bonos se efectuará
luego de "encapsular" tales operaciones
Posponer la revisión de créditos irregulares,
plantea el IPAB
Los títulos son por 220 mil millones de
pesos Afirma el vicepresidente de la CNBV que se cumplirán
las observaciones de la Auditoría Superior y se buscará un
acuerdo con los cuatro bancos
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El polémico proceso para que el Instituto para
la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) asuma la responsabilidad
legal por los bonos que emitió el gobierno del ex presidente Ernesto
Zedillo sin la autorización del Congreso para salvar a los bancos
de la quiebra en 1995, entró en su etapa final. Sin una discusión
abierta sobre un tema que compromete recursos públicos, las autoridades
financieras tienen sobre la mesa un plan que busca realizar el intercambio
y dejar para después la revisión de las operaciones que el
órgano de fiscalización de la Cámara de Diputados
considera irregulares.
El intercambio de los pagarés del rescate bancario,
cuya legalidad es cuestionada por un grupo de legisladores, será
realizado a partir de una propuesta de las autoridades financieras para
"encapsular" las operaciones sobre las que existe alguna observación,
confirmaron este viernes funcionarios del gobierno.
La
principal propuesta que se está estudiando es la de realizar el
intercambio y dejar bajo observación, para ser solventada después,
la parte correspondiente a las operaciones sobre las que existe sospecha
de irregularidad, aseguró este viernes el IPAB. Sin embargo, el
organismo negó que la próxima semana "o en los próximos
días" vaya a ser convocada una reunión extraordinaria de
la junta de gobierno para poner punto final a este tema, como se informó
el jueves en la Cámara de Diputados.
"Vamos a cubrir las observaciones hechas por la Auditoría
Superior de la Federación" (ASF), comentó a La Jornada
Miguel Angel Garza, vicepresidente de la Comisión Nacional Bancaria
y de Valores (CNBV), una de las entidades involucradas en el proceso. "El
criterio es cumplir las observaciones de la ASF y llegar a un acuerdo con
los cuatro bancos" involucrados en el intercambio de pagarés (Banamex-Citigroup,
BBVA Bancomer, HSBC, antes Bital, y Banorte), explicó.
Actualmente, dichos bonos tienen un valor bruto de 220
mil millones de pesos y forman parte de los activos de los bancos. El vencimiento
de esos documentos comienza a partir de 2005. Las cuatro instituciones
de crédito que mantienen esos documentos están interesadas
en intercambiarlos por bonos avalados por el IPAB, dado que los actuales,
emitidos por el Fobaproa, no tienen el aval del Congreso y existe polémica
sobre su legalidad. La ASF considera que algunas de esas operaciones fueron
irregulares y por lo tanto demanda una nueva revisión. El IPAB está
obligado a auditar esas transacciones antes de hacer el intercambio, aunque
los bancos están amparados contra cualquier nueva revisión.
Pero los bancos involucrados en el proceso, los cuales
son extranjeros con la excepción de Banorte, han ido ganando posiciones
en la polémica. El secretario ejecutivo del IPAB, Mario Alberto
Beauregard Alvarez, quien asumió el cargo en diciembre pasado a
propuesta del secretario de Hacienda, Francisco Gil, ha abierto opciones
para realizar el intercambio de los pagarés, aun cuando no esté
siquiera iniciada la revisión que marca la ley.
En una entrevista con La Jornada, Miguel Angel
Garza, vicepresidente de la CNBV, el organismo regulador del sistema financiero
y que forma parte de la junta de gobierno del IPAB, confirmó que
sobre la mesa existe la propuesta de realizar el intercambio de los pagarés
aun cuando no se hayan realizado las auditorías marcadas por la
ley que regula las actividades del IPAB.
Uno de los argumentos de los banqueros para oponerse a
la revisión es que las operaciones ya fueron auditadas por el Congreso
en 1998, cuando el Legislativo contrató al especialista canadiense
Michael Mackey. Sin embargo, en el reporte emitido por el experto se establece
claramente que esa revisión no puede ser considerada una auditoría
puesto que no recibió toda la información que requería.
"La posición de la CNBV es que se cumplan las observaciones
(sobre eventuales irregularidades) que ha hecho la Auditoría Superior
de la Federación y que se llegue a un acuerdo con los bancos involucrados
para hacer una revisión y proceder al intercambio de los pagarés",
comentó el vicepresidente del organismo.
La opción planteada por las autoridades financieras,
y que es apoyada por el secretario ejecutivo del IPAB, consiste en que
sea realizado el intercambio de los pagarés, con lo cual se acabaría
a favor de los banqueros la polémica sobre los papeles emitidos
por el Fobaproa. A cambio, las transacciones sobre las que existe alguna
"observación", cuyo monto no supera los seis mil millones de pesos
de los 220 mil millones que comprende el paquete, quedarían "encapsuladas"
para una posterior revisión.
El eventual "encapsulamiento" de las operaciones irregulares,
a decir de Miguel Angel Garza, es "una de las ideas que se han vertido,
en cierto modo para tratar de encontrar una salida a la polémica,
si es que la Auditoría Superior de la Federación está
de acuerdo".
Presión al gasto público
En caso de que no sea realizado el intercambio, el gobierno
federal tendrá que empezar a pagar los bonos, cuyo vencimiento inicia
en 2005.
Víctor Manuel Herrera, director en México
de la firma de calificación de valores Standard and Poor's, estimó
que el próximo año habría, en caso de no realizarse
el intercambio, un vencimiento de bonos Fobaproa por un monto equivalente
a 10 mil millones de dólares. Para hacer frente a esa obligación,
el Ejecutivo federal tendría que solicitar la partida por ese monto
al Congreso, para que fuera incluida en el presupuesto de egresos de la
Federación para 2005.
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