México D.F. Sábado 28 de febrero de 2004
En Acapulco, 20 mil; el resto en Cancún, Guadalajara, Monterrey, Tijuana y el DF
Víctimas de prostitución, 80 mil menores: Unicef y DIF
LA JORNADA DE ORIENTE
Tlaxcala, Tlax., 27 de febrero. Si bien no existe información precisa sobre el impacto de la explotación sexual infantil en México, estimaciones del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) indican que por lo menos 80 mil niños son víctimas de pornografía y prostitución, sostuvo Rafael Gutiérrez Benjamín, investigador de ese organismo y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Sólo en Acapulco se calcula que existen más de 20 mil menores explotados sexualmente, mientras el resto se distribuye en Cancún, Guadalajara, Tijuana, Monterrey y el Distrito Federal, principalmente, "pues es un fenómeno presente en todas partes, que hay que prevenir y combatir", dijo.
El investigador -quien el jueves y viernes impartió un taller en Tlaxcala sobre prevención, atención y erradicación de la explotación sexual infantil- aceptó que no hay datos reales para afirmar que este tipo de delitos ha crecido o disminuido.
"Ninguna institución ha hecho un censo, porque se trata de un fenómeno que se da en la clandestinidad", agregó.
Sin embargo, Gutiérrez Benjamín citó a Elena Azaola, autora del libro Infancia robada. Niñas y niños víctimas de la explotación sexual en México, quien con base en entrevistas calculó que hasta 2000 había entre 17 mil y 20 mil menores de edad en esa situación, sólo en las seis ciudades antes referidas.
"Esos son datos que se aproximan a la realidad, aunque la cifra negra podría triplicar o hasta cuadruplicar esa cantidad, pues sólo en Acapulco hay cerca de 20 mil antros, y si tomamos en cuenta que en cada uno por lo menos dos menores de edad son explotados sexualmente, sobre todo niñas, entonces ya tenemos una idea de la magnitud del problema", subrayó Gutiérrez Benjamín.
Según el Unicef y el DIF, estos son los principales factores de riesgo por los que los infantes se convierten en víctimas de la prostitución y la pornografía: violencia intrafamiliar, abuso sexual de familiares, drogadicción, pobreza, desempleo y "la aceptación de ese tipo de prácticas como algo normal en centros nocturnos y hasta en la prensa, que ya no asustan a mucha gente como sucedía hasta hace siete o 10 años".
De acuerdo con el manual La explotación sexual comercial infantil, elaborado por ambas instituciones, "la mayoría de los hombres que anualmente explotan sexualmente a niños son, en principio, clientes de prostíbulos".
Entre éstos se encuentran militares, marinos y camioneros, trabajadores inmigrantes, hombres de negocios, turistas, trabajadores sociales y gente que contrata empleados domésticos.
Según ese manual -copia del documento fue entregada a los participantes del taller-, el "reclutamiento" de niñas, niños y adolescentes "consiste en atraerlos con señuelos para que abandonen la localidad y su entorno familiar".
Para conseguir su objetivo, los proxenetas utilizan estas estrategias: entusiasmar con brillantes posibilidades de un trabajo poco corriente que las víctimas tienen pocas esperanzas de encontrar; hacer seducir a una joven por un profesional que maneje falsas apariencias de amistad y amor; raptar a la víctima y luego enviarla a un lugar lejano, o simplemente aislarla en sitios cerrados.
También recurren a iniciar a los menores en el consumo de drogas para provocar adicción y debilitar o romper su voluntad; proceder a la compra de niños y jóvenes en comunidades indígenas y rurales, así como utilizar el chantaje, la amenaza y la violencia.
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