México D.F. Sábado 28 de febrero de 2004
José Steinsleger
Dogville
Para realizar Dogville, el cineasta danés Lars von Triers (1957) no puso mientes en el primer párrafo de La ética protestante y el espíritu del capitalismo, de Max Weber: ''Cuando un hijo de la moderna civilización europea se dispone a investigar un problema cualquiera de la historia universal, es inevitable y lógico que se lo plantee desde el siguiente punto de vista: Ƒqué serie de circunstancias han determinado que precisamente sólo en Occidente hayan nacido ciertos fenómenos culturales, que (...) parecen marcar una dirección evolutiva de universal alcance y validez?" (1901).
Se le agradece. De lo contrario, Lars hubiese filmado un ensayo sociológico. A cambio, consiguió exponer, parabólicamente, la encrucijada de nuestra época. En Dogville no hay metáforas. Las cosas son las cosas y las personas son las personas. ƑQué más podrían ser?
En un pueblito perdido...
Inspirado en Jenny, la pirata, canción popular que trata el tema de la venganza (incluida por Bertolt Brecht en La ópera de dos centavos, 1928), Lars sitúa su historia durante la gran crisis capitalista de inicios de los años 30, en una aldea recóndita de las Montañas Rocosas.
A Dogville, llega Grace (Nicole Kidman), huyendo de una banda de gángsters. Presa del miedo, Grace cree que en esta arcadia rural habitada por almas sencillas y honestas, hallará amparo. No será fácil.
Con su mina de plata paralizada por la crisis, el pueblo apenas subsiste. Además... Ƒno dice la Biblia que el huésped, después de tres días, huele a pescado?
En Dogville vive Tom (Paul Bettany), escritor estéril que tiene idealizada la imagen de sí mismo. Tom sueña con escribir un libro que conmueva moralmente al mundo. Pero en lugar de escribir, anda de metiche en los asuntos de ínfima cuantía de la aldea. Y cuando imagina el momento en que le preguntarán cómo logró su obra maestra, Tom se responde: ''con el ejemplo".
Tom tiene el deseo de hacer las cosas bien, encarando a todos con calidez y bondad. Grace también anhela creer en la gente. En ''La" ciudad ha visto a las personas hacer cosas propias del mal, que todo lo distorsiona. Quiere ser una persona recta y buena para saber quién realmente es.
El pueblo delibera. Unánimemente se acuerda que la joven permanezca dos semanas. Tom propone que Grace trabaje. La comunidad responde que no hace falta. Suerte de ''juez de paz", Tom insiste. Ella se esmera. Transcurrido el plazo es aceptada, conviniéndose que cada miembro de la comunidad le pague según sus posibilidades.
Con su magro salario, Grace simboliza la ligazón afectiva con Dogville comprando sucesivamente las figuritas de porcelana barata que Ma'Ginger (Lauren Bacall) exhibe en el escaparate de su tienda. Pero en la celebración del 4 de julio, día en que Tom y Grace se confiesan su amor, el sheriff del condado interrumpe la fiesta y coloca un cartel que ofrece recompensa por la captura de Grace.
Dogville demuestra los dientes
Tom convence a la comunidad de que ella no es peligrosa. Sin embargo, Grace empieza a ser acosada. Las mujeres la regañan por faltas ridículas, rompen sus figuritas y los caballeros de moral intachable la seducen con chantajes. Los niños que ella ayudaba en sus tareas escolares, participan de la humillación, tocando la campana de la iglesia tras cada violación a la que es sometida.
Tom observa la degradación, sufre, mas nada hace para impedir el dolor de Grace. Con todo, le entrega dinero que roba a su padre para que ella pueda huir del pueblo. El papá de Tom (Phillip Baker Hay) es médico y se llama como el inventor de la silla eléctrica: Thomas A. Edison, aquel moralista inescrupuloso, símbolo de la ingenuidad estadunidense, que vivió desilusionado por no haber podido librar al hombre del ''tormento de la reflexión" y a la mujer de la maternidad.
El doctor Edison se la pasa leyendo Las aventuras de Tom Sawyer, del satírico Mark Twain, quien alguna vez dijo: ''...en la Biblia aparecen mencionados los anglosajones: bienvenidos los pobres de espíritu porque ellos heredarán la tierra de los hombres".
A mitad del viaje, el transportista comprometido en la fuga, se queda con el dinero, viola a Grace y la devuelve a la aldea. Para impedir que vuelva a huir, la piadosa gente de la comunidad le pone a la joven el collar del perro de Dogville, y una pesada cadena atada a una vieja rueda oxidada. El artefacto ha sido diseñado por el resentido Bill Benson (Jeremy Davis), quien sueña con ser ingeniero pero apenas sabe jugar a las damas.
Hombre democrático ante la voluntad de la mayoría, Tom no la defiende del suplicio y le dice que es ''por su bien". Finalmente, Tom opta por liberarse de ella, llamando a los gángsters a quienes recibe en un comité de bienvenida. Dogville es un pueblo hospitalario, creyente y, por sobre todo, inocente.
šOh sorpresa...! El jefe de los gángsters (James Caan), es padre de Grace. En el diálogo que ambos sostienen dentro del coche, pieza de excelencia dramática, le dice: ''-ƑSigues creyendo en ellos?". Grace duda. Los gángsters inteligentes son personas que aman entrañablemente a su familia y están persuadidos de que el género humano no se merece ni la piedad ignaciana de Loyola, ni la salvación del monje agustiniano Lutero. La agraviada debe tomar una decisión.
Con el poder que le confiere el padre, Grace dicta sentencia:
''-Mátalos a todos". La orden incluye a los niños, con dedicatoria especial.
''-Aprendes rápido", observa el papá. Grace comenta que la gente debe responsabilizarse de sus acciones y ella cree realmente que el mundo sería un lugar mejor sin este pueblo.
Todos deben morir. En especial Tom, quien hasta el último momento trata de componer las cosas, pues ''algo positivo" puede quedar de la tragedia, Ƒno decía Edison que ''una experiencia nunca es un fracaso porque siempre viene a demostrar algo"?
Sin que le tiemble el pulso, Grace le dispara a Tom. ƑExcesos del director de Dogville? Al lado de la historia de la Iglesia y los piadosos velos sobre los mejores detalles, cualquier exceso es poquedad.
La parábola
Roland Barthes sostiene que en la idelogía brechtiana hay un carácter histórico y no ''natural" de las desgracias. ''El contagio espiritual de la alienación económica, ciega las causas de su servidumbre a los mismos a quienes ésta oprime (...) en tales circunstancias, el derecho sólo puede ser restablecido por un juez que sea un bribón" (Arguments, 1956).
El filme cierra con una secuencia fugaz de fotodramas de la miseria en Estados Unidos, realizadas por el gobierno de la época. Entre éstas aparece el ex presidente Richard Nixon, líder de la llamada ''mayoría silenciosa" de los años de 1970.
Diez años después Jerry Fallwell, pastor de cabecera de la familia Bush convirtió aquella ''mayoría" en ''moral" y en los 90, un Moisés reciclado del Partido Republicano llamado Newt Gingrich, la incorporó a su Contrato con América, fruto del pantano judeo-cristiano de Occidente.
Moisés, perro de Dogville, es el único ser que perdona la venganza de Grace. Dibujado en el suelo, la cámara enfoca la silueta del animal, cuadro final que lo muestra adquiriendo forma de temible mastín ladrando con ferocidad a la cámara.
Todos los personajes de Dogville han aparentado ser ingenuos. Todos, menos los gángsters. Y como enseñan las tragedias de Sófocles, estudioso de las crisis sociales y sus repercusiones sicológicas, la auténtica quimera es la impersonalidad total de la mirada. ''El tiempo, que vela por todo, ha dado la solución a pesar de ti", dijo el rival de Eurípides.
Situada donde el Servicio de Parques Federales de Estados Unidos acaba de abandonar la explicación geológica del Gran Cañón del Colorado (dando fe al ''creacionismo" de los grupos religiosos fundamentalistas), Dogville cuenta, de algún modo, la historia del fin del mundo. Cuando James Caan vio el filme, tuvo una premonición:
-šWow!... Ƒa esto nos llevan los Bush?
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