México D.F. Sábado 28 de febrero de 2004
Con dietas y cirugías, las estrellas ultiman detalles
Hollywood, 27 de febrero. Elegir vestido, cumplir con dietas especiales y -en muchos casos- pasar por el quirófano: las estrellas libran una dura batalla contra sí mismas para lucir espléndidas, glamorosas y relajadas en los Oscar, que se celebran este domingo.
"Es el acontecimiento más extraordinario y generador de estrés de Hollywood", dijo el diseñador Max Azria, de la firma BCBG.
Conscientes de que en el evento se describe más su atuendo y semblante que los galardones obtenidos, en estos días las estrellas hacen lo posible para calmar la inflamación de su rostro y cuerpo, consecuencia de las intervenciones estéticas, que aunque menores, necesitan de un tiempo de recuperación para lucirse óptimamente.
"Se hacen intervenciones menores -nadie se va a hacer una liposucción o lifting estos días- como unas inyecciones de botox (toxina botulínica), colágeno y restylane, la última tendencia en Estados Unidos", dijo el cirujano plástico Nicholas R. Nicholov, conocido por ser el "doctor de las estrellas".
La elección del vestido es quizá una de las decisiones que más estrés provocan a las estrellas.
Pero también genera nervios a los diseñadores que esperan ser los elegidos, al igual que los maquilladores, joyeros y el ejército de personas que trabaja con frenesí para mostrar sus creaciones en la pasarela más mirada y codiciada por todos.
"Todos estamos enviando cajas y cajas de vestidos para ser los elegidos", dijo Azria.
"Esto es muy costoso pero si alguna estrella accede a ponérselos, esto vale más que cualquier campaña publicitaria", añadió.
En estos días, aclamados representantes de la alta costura como Valentino, Prada, Carolina Herrera y Emanuel Ungaro suelen viajar a Hollywood a influir personalmente en la decisión de estas "modelos".
Pero hasta el último minuto la elección de las estrellas es siempre un gran misterio para todo el mundo, incluso para ellas mismas.
"Esta semana es una locura para nosotros y para todo el mundo", dijo Haag James, portavoz de la joyería Harry Winston, conocida por prestar sus costosas piedras preciosas a las estrellas.
"Cambian de vestido sin parar. El sábado es el peor día. Nosotros lo llamamos 'la fiebre del sábado por la noche'. šNos vuelven locos!", exclamó. AFP
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