Involucrados en la operación, dos ex oficiales mayores

Investigan compra irregular de 515 computadoras en la segunda ALDF

RAUL LLANOS SAMANIEGO

La Contraloría General de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) investiga la presunta adquisición irregular de 515 computadoras durante la segunda legislatura, por las cuales se pagaron más de 7 millones de pesos; en la operación estarían involucrados dos ex oficiales mayores, así como ex funcionarios de esa área y de Tesorería, Informática y Contraloría del órgano.

De acuerdo con información obtenida, están extraviados varios documentos de esa compra, como facturas; tampoco existe el registro de que haya entrado directamente al almacén de la ALDF ese equipo, pues al parecer se trató de una "entrega virtual"; además, durante el proceso la contraloría interna inició otro procedimiento derivado de protestas de los participantes en la licitación.

Aunado a ello, el equipo informático adquirido en mayo de 2002 al proveedor ganador no sólo se instaló tres meses después, sino que luego empezaron a "llover" las quejas por fallas, y al terminarse la garantía estuvo seis meses sin mantenimiento (de abril a septiembre de 2003), y a la fecha prácticamente en varias oficinas de los diputados se encuentra el equipo en desuso o descompuesto, a pesar de tener poco más de año y medio en operación.

Los funcionarios que tuvieron participación en esa adquisición -y que estarían en la mira de la investigación, a decir del presidente de la Comisión de Gobierno, René Bejarano-- son: José Coca y Octavio Medina, titulares de la Oficialía Mayor de 2000 a 2002, y de 2002 a 2003, respectivamente; Gerardo Montero, director Administrativo; Yolanda Tello, directora de Adquisiciones; Martín Vargas, jefe de Servicios Informáticos de la Tesorería; Luis Humberto Alcalde, jefe de la Unidad de Informática de la ALDF, y Juan Carlos Ramírez, subdirector de Auditorías a Sistemas e Informática.

En abril de 2002, Gerardo Montero solicitó adquirir 515 computadoras, con ciertas especificaciones, para entregar a los 66 legisladores y a las áreas administrativas, razón por la cual se lanzó la convocatoria para la licitación pública nacional ALDFIIL/LPN/008/2002, en la que tomaron parte 10 empresas interesadas.

No obstante, en la etapa final del procedimiento, varios de los participantes expresaron su inconformidad por la forma en que se llevaba a cabo la descalificación de las propuestas, e incluso una de ellas, Ofistore Computación, presentó una queja ante la contraloría de la ALDF, la CGAL/003/02-1, que resolvió sin que se enterara o se notificara a los funcionarios de la Asamblea que llevaban a cabo la licitación.

El ganador de la licitación, Digital Mexicana, se comprometió -de acuerdo con documentos obtenidos- a entregar las 515 computadoras en mayo, "en el Almacén General (de la ALDF), sita en la calle de Bolívar 36, segundo piso", de lo cual no existe documento fehaciente.

Dentro de esta situación se dio la inconformidad de varios legisladores, toda vez que la marca de las máquinas ofrecidas por el proveedor era Acer, y unos meses atrás (en diciembre de 2001) la ALDF había comprado un lote de varias computadoras de la misma marca que habían salido defectuosas.

Versiones recogidas en la Unidad de Informática -hoy acéfala- precisan que las 515 computadoras se fueron entregando en las oficinas de los diputados y áreas administrativas hasta junio, y tardaron para instalarse por la falta de personal. Sólo que una vez instaladas, fueron numerosos los reportes que se tuvieron por fallas en el equipo, a grado tal que debió solicitarse a la proveedora que las repararan en su totalidad, por segunda ocasión.

Un recorrido y un sondeo entre diputados de varios partidos reveló que muchas de las computadoras que recibieron al llegar a sus oficinas, en septiembre de 2003, prácticamente estaban fuera de uso o bien al ponerlas a funcionar ya no sirvieron.