CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Round de sombra en el Metro

DESDE SU anuncio, la semana pasada, la cita sonaba, digamos, rara, aunque para muchos puede parecer simplemente comprensible. Cosas de la política, se podría decir.

DESDE HACE algún tiempo y por merecimientos propios, la autoridad en el Metro decidió no tener contacto, más que para asuntos urgentes, con el liderazgo del sindicato del Sistema de Transporte Colectivo.

RETOMAR LA relación en cualquier momento parecía inadecuado. Habría quien afirmaría que algo así sería políticamente incorrecto. Hasta las corrientes más conciliatorias aseguraban que dialogar con un "delincuente" era el suicidio.

ES MAS, hubo quienes se aventuraron a señalar que cualquier entrevista con Fernando Espino -el tránsfuga del PRI-, hoy vestido del color que mejor le queda, el verde, sería apenas una oportunidad para permitir que el dirigente del sindicato del Metro tratara de chantajear a quien se pusiera del otro lado de la mesa.

EN FIN, casi para nadie resultaba conveniente que la recién nombrada directora, Florencia Serranía, empezara su mandato aceptando la presión, por decirlo de alguna manera, de Fernando Espino y se reuniera con él, sobre todo después de las amenazas que éste ha proferido contra el mismo Metro.

ESTO PORQUE casi desde el fin de semana pasado Espino se dedicó a anunciar la entrevista que se celebrará hoy, como si la misma obedeciera al deseo o los buenos oficios del diputado verde. Pero esta fue la primera mentira sembrada como preámbulo de la entrevista.

O, PARA decirlo mejor, Espino omitió decir que la plática que se celebrará hoy fue a convocatoria, por invitación de la directora.

EL OLVIDO no ha sido tomado en cuenta por la funcionaria y la reunión se realizará según estaba prevista. Según se dice, cuando menos en esta ocasión Florencia Serranía pretende llevar la fiesta en paz, sin entrar a los asuntos controvertibles.

PARECERIA ENTONCES que ambos estarían dispuestos a platicar sobre el clima y los premios Oscar, pero eso parece de risa. La señora Serranía, quien sabe un buen rato sobre las técnicas usadas en los transportes eléctricos, seguramente pondrá sobre la mesa su diagnóstico y su proyecto para mejorar el Metro.

POR SU parte, Espino tratará de sacar la mejor parte de la conversación para platicar a los medios sobre sus gestiones y triunfos y así tener contenta a la clientela.

AUN ASI, para la funcionaria la entrevista no pasará de ser un round de sombra, en la que podrá tener certeza de la clase de líder que enfrentará a corto plazo durante la revisión del contrato colectivo de trabajo.

DE ESPINO se puede esperar cualquier cosa, y de eso la funcionaria debería estar consciente y preparada, porque antes que nada el líder está oculto a la ley por el manto de impunidad que le da ser diputado, y esa calidad es la que defenderá a capa y espada.

ENTONCES, POR más que se quiera, el esfuerzo por abrir el diálogo de la señora Serranía no podrá ser menospreciado por nadie. Eso no: lo grave sería que se llegara a acuerdos que beneficiaran al clientelismo en el sindicato o que buscaran conferirle mayor poder al Ƒlíder?

EN FIN, la entrevista será de mayor importancia tanto para lo político como para el desarrollo del Metro, aunque los dos personajes no platiquen nada más que del Oscar. Ni modo, así es la política.

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