México D.F. Martes 2 de marzo de 2004
Parte de los mexicanos mantiene una visión
asistencialista de las autoridades, revela encuesta
Sedeso: urgen políticas de Estado que incrementen
la corresponsabilidad social
Según la percepción de los consultados
lo peor que le puede suceder a alguien es ser pobre
CAROLINA GOMEZ MENA
Entre muchos mexicanos persiste una visión asistencialista
sobre el papel que desempeña el Estado en las políticas sociales,
revela la encuesta nacional Corresponsabilidad y participación ciudadana,
aplicada por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso).
Según
la consulta sólo una "cuarta parte de la población opina
que para acabar con la miseria los pobres deben salir (de ella) por su
propio esfuerzo", mientras que "40 por ciento considera que la tarea es
responsabilidad del gobierno". Paradójicamente, "80 por ciento considera
que el gobierno da dinero a los pobres como una ayuda o un favor y no como
una obligación".
En lo que concierne a la importancia de la pobreza como
concepto de justicia, para los consultados la justicia se relaciona con
el acceso a satisfactores económicos más que a la aplicación
de la ley. Es así como 43 por ciento relaciona la palabra justicia
con tener mejores condiciones de vida y sólo 21 por ciento la liga
con el castigo a quien incumple la ley, y 19.8 por ciento la relaciona
con compensar a quienes sufren una injusticia.
Estos resultados plantean al gobierno "retos urgentes"
para cambiar con actos dichas percepciones, consideró Josefina Vázquez
Mota, titular de la Sedeso, quien aseguró que este sondeo no se
quedará sólo en un trabajo diagnóstico, sino que se
traducirá en "toma de decisiones" para elaborar políticas
que incrementen la corresponsabilidad social.
"Pareciera que la legalidad y el estado de derecho se
vinculan muy poco con la situación de pobreza de millones de mexicanos
(...) da la impresión que en nuestro análisis no aparece
el cumplimiento de la ley como una condición obligada en la superación
de la pobreza, en cada acto de violentación (sic) a la ley hay una
causa directa de pobreza, cada vez que se comete un acto de impunidad hay
un incentivo que alienta la pobreza".
En cuanto a la percepción de que el gobierno hace
favores a los pobres, Vázquez Mota consideró que este sentir
"invita a la discrecionalidad para incluso tratar de manipular los apoyos
sociales, dado que el ciudadano lo ve como una ayuda, y al no sentirse
como una obligación coloca al ciudadano en el terreno de un súbdito
más que como una ciudadanía libre y corresponsable". De ahí
-destacó- que la Sedeso emprendió "una larga batalla por
la transparencia y rendición de cuentas".
El sondeo realizado por expertos independientes a la Sedeso
(Berumen y Asociados) entre el 2 y el 14 de diciembre de 2003 a población
(urbana y rural) abierta mayor de 17 años de edad con un cuestionario
de 130 preguntas también refleja que para los mexicanos lo peor
que le puede suceder a alguien es ser pobre. Esta situación es considerada
peor que estar expuesto a la injusticia y el abuso de la autoridad. Sólo
43 por ciento dijo que lo peor es sufrir injusticia y el abuso de autoridad
contra 48.3 por ciento que se inclinó por ser pobre o ser rechazado
por su comunidad.
Asimismo, casi 40 por ciento consideró que la manifestación
de justicia social es que existan salarios justos y 20 por ciento que haya
educación para todos, entre otros.
Al responder la pregunta sobre quiénes deben acabar
con la pobreza, 16.1 por ciento estimaron que los ricos deben ayudar a
los pobres, 16.4 por ciento el gobierno y los pobres, 24 por ciento, los
pobres con su propio esfuerzo y 40.3 que es el gobierno el indicado para
abatir la pobreza.
De igual forma, 69.2 por ciento consideró que el
gobierno da dinero a los pobres como una ayuda, 24.1 como una obligación
y 5.6 como un favor.
En el acto estuvieron presentes Miguel Székely,
subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación de
la Sedeso, Jacqueline Peschard, ex consejera electoral y académica
de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM; Luis Aguilar, director
de la Gerencia Pública de Servicios de Consultoría, y Gaspar
Reza, director regional de Berumen y Asociados.
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