México D.F. Martes 2 de marzo de 2004
El publicista suma a su bibliografía
El lenguaje de la inmortalidad, pompas fúnebres
Subraya Ferrer la creencia de la infinitud en personas
con gran poder
''No hay conciencia de que se nace para morir'' La
muerte se ha convertido en artículo de consumo, deplora La publicidad,
apenas menos exagerada que la propaganda política
CESAR GÜEMES
La muerte no es lo que era. La publicidad tampoco. Eulalio
Ferrer, académico de la lengua, inventor de la publicidad moderna
en México, ensayista, da a conocer su libro El lenguaje de la
inmortalidad, pompas fúnebres, publicado por el Fondo de Cultura
Económica (FCE).
En su nuevo acercamiento a fenómenos de la comunicación,
advierte no sólo el giro comercial que ha dado el concepto de muerte,
sino que lo estudia desde un punto de vista histórico y descubre
que ''se piensa muy poco que se nace para morir. No hay conciencia. Sobre
todo esa conciencia no existe en las personas de gran poder, ya sea político
o económico: creen que la vida es infinita, no entienden que tiene
término".
Sobreviviente de la Guerra Civil española, de bombardeos
y campos de concentración, Eulalio Ferrer determinó que ''la
muerte, una de las noticias más importantes de la vida, tenía
un tratamiento parcial y fragmentado.
''En la medida en que he ido leyendo y tomando apuntes
sobre el tema, me pregunté por qué no era tratado desde la
comunicación.
''Desde mi retiro de la actividad publicitaria he realizado
una considerable cantidad de fichas y notas para dar cuerpo a trabajos
que luego han venido apareciendo en forma de libro.
''Así lo hice para mi nuevo libro, que organicé
en tanto pude corroborar que la muerte se convirtió en un artículo
de consumo."
Entierros virtuales
El
lenguaje de la inmortalidad... trasciende con facilidad los límites
del hecho mercadológico: ''La pompa fúnebre inicial, la egipcia,
que continúa en Grecia y Roma, cambia sustancialmente en el tiempo
actual. A eso es necesario sumar los estilos que le imprimen los distintos
países y que en cuanto fallece una persona se genera en derredor
suyo la práctica de un hábito social.
''La esquela, sin ir más lejos, se ha convertido
en una exhibición onomástica, política, religiosa
y de estatus. Basta asomarse a Internet para encontrarse con entierros
virtuales y esquelas en el ciberespacio. Ya el cielo no es el paraíso
religioso, sino que a partir de la metáfora del cielo hay empresas
que se dedican a enviar al espacio las cenizas de algunos muertos.
''El análisis de todos estos fenómenos requería
de un estudio articulado y sincrónico que espero haber conseguido."
-En su libro demuestra que, si bien no hay educación
para la muerte, el mercado la ha hecho suya.
-Se piensa muy poco que se nace para morir. No hay conciencia.
Sobre todo esa conciencia no existe en las personas de gran poder, ya sea
político o económico: creen que la vida es infinita, no entienden
que tiene término.
''Por mi parte, llego a mi edad con enorme tranquilidad.
Veo la alborada cada día como un privilegio. Si alguien me preguntara
cómo voy a morir, diría que muy tranquilo, que vivo gratis
desde que escapé de la muerte hace ya muchos años.''
-¿Ha pensado en su epitafio?
-Lo he estado ajustando ahora, mientras conversaba con
Delia Peña, del FCE, y dice: ''He vivido con honestidad para morir
honrosamente". Corresponde, lo digo ahora, a un estado de conciencia, a
una realidad. Para mí la publicidad fue un medio de vida, no un
fin.
''Mi mérito no fue aprender a hacer publicidad,
porque en mis inicios en el oficio se estudiaba muy poco, la mayor parte
de las agencias vivían de ocurrencias. Lo que me caracterizó
no fue sólo el trabajo, sino haber sido honesto a lo largo de 50
años en un medio tan proclive a la deshonestidad y la frivolidad."
Auge de la publicidad subliminal
-¿Lo satisface la publicidad que se practica en
México?
Ferrer hace una pausa, esboza media sonrisa, mira la colección
de estatuillas del Quijote que tiene en su ordenado estudio y expresa:
''Estoy apartado de la profesión y mis juicios pueden parecer carentes
de autoridad. Sin embargo, observo que la mercadotecnia de hoy está
concentrada en los grandes espectáculos, en el patrocinio de actos
deportivos y en la publicidad subliminal, que en los años 40 estaba
prohibida.
''Hoy la publicidad subliminal está en la transmisión
de encuentros deportivos, en los trabajos de escritores renombrados que
dan crédito a productos en sus novelas y en gran medida en las películas
que nos llegan: del costo de una cinta, al menos 25 o 30 por ciento proviene
de la publicidad.
''La publicidad de hoy es mucho más consumista
que la de cualquier otro tiempo y apenas menos exagerada que la propaganda
política."
El lenguaje de la inmortalidad... se presentará
mañana a las 18:30 horas en la librería Octavio Paz del FCE
(Miguel Angel de Quevedo 115, Chimalistac).
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