México D.F. Martes 2 de marzo de 2004
Autoridades presumen que los procesados forman
parte de una red delictiva
Comienza en Bélgica juicio contra el pederasta
Dutroux y tres coacusados
Responsabilizan al ex empresario Michel Nihoul del secuestro
de varios niños
AFP
Arlon, 1º de marzo. Comenzó este lunes
en un tribunal de la localidad de Arlon (sureste de Bélgica) el
juicio contra el belga Marc Dutroux y otros tres acusados por el secuestro,
violación y homicidio de varias menores y adolescentes, ocho años
después de los hechos. El pederasta podría ser sentenciado
a la pena de muerte.
"El Monstruo", llamado así por la prensa
nacional, cuyos actos conmocionaron a Bélgica y todo el mundo, está
acusado del secuestro y violación en 1996 de Laetitia Delhez y Sabine
Dardenne, de 14 y 12 años, respectivamente, y del plagio y homicidio
en 1995 de Julie Lejeune y Melissa Russo, de ocho años, así
como de las jóvenes An Marchal y Eefje Lambrecks, de 17 y 19 años.
Además de él comparecen su esposa, Michelle
Martin, el ex empresario Michel Nihoul, quien asegura tener muy buenos
contactos entre sectores influyentes del país -lo cual hace pensar
en la hipótesis de una red pederasta-, y su otro cómplice,
Michel Lelievre.
La audiencia comenzó al mediodía en el palacio
de justicia de Arlon, con un frío de 8 grados bajo cero, bajo fuertes
medidas de seguridad y gran presencia de representantes de los medios de
comunicación, los cuales han acreditado a mil 300 periodistas.
Este lunes fue elegido el jurado popular encargado de
juzgar a Dutroux y a los otros tres acusados, compuesto por seis hombres
y seis mujeres.
Dutroux, quien compareció junto con sus tres cómplices
tras un cristal blindado, levantó polémica antes del comienzo
del juicio por declaraciones escritas a una televisora belga, en las cuales
afirma que fue "instrumentalizado" y que los otros tres acusados se les
responsabiliza "de hechos mucho menos importantes que los que se cometieron
realmente".
Sus abogados, quienes apoyan la tesis de una red pederasta,
lo apoyaron denunciando en un documento que se ha condenado a su cliente
"de hecho" y que las pistas sobre una posible organización "están
en una instrucción separada, todavía sin cerrar".
Dutroux, por su parte, asegura a la prensa que Nihoul
es el responsable de los secuestros de niños, lo cual provocó
cólera entre los abogados de los cómplices.
La hipótesis de la red pederasta es la cuestión
clave del juicio, pista que nunca se confirmó pero que 68 por ciento
de los belgas apoyan, según una encuesta publicada el pasado jueves.
Por su parte, toda la prensa belga subrayó este
lunes la importancia del papel del tribunal en el asunto de la supuesta
red.
El diario De Standaard ve en este juicio "una última
prueba para la justicia" belga, profundamente desacreditada por el caso
Dutroux, tras el informe de una comisión de investigación
del parlamento belga, la cual reveló en 1997 irregularidades judiciales
y policiacas en la instrucción y otros hechos ocurridos en esos
ocho años.
La tardanza en la convocatoria del juicio, la destitución
del juez encargado del caso, la breve huida de Dutroux de sus guardias
de seguridad en 1998 y la dimisión de los entonces ministros de
Justicia e Interior, Stefan De Clerck y Johan Vande Lanotte, fueron otros
elementos que afectaron a la credibilidad de la justicia belga.
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