Un recinto universitario debe ser multisensorial, innovador y pluricultural, opina

Graciela de la Torre, contra el museo-mausoleo

MERRY MAC MASTERS

En vez de hablar de su museo ideal, Graciela de la Torre, la nueva directora de Artes Visuales de la UNAM, prefiere hacerlo de lo ''no ideal" u "odiado".

En términos de ''museo universitario", dice, ''lo peor" es el que sea ''un mausoleo, que no le diga nada a uno; que esté anticuado, lleno de polvo en el cerebro; que esté predecible, que el público sepa que siempre va a encontrar lo mismo; que esté burocratizado, que la estructura no permita que se muevan las ideas, que sea pobre en recursos y en ideas, didascálico, que quiera enseñar, pero de manera decimonónica, dogmática, que el público tenga que aprender lo que se le dice".

Continúa: ''Enciclopédico. Que porque tiene unas colecciones maravillosas puede abarcar todo. Monolítico. Hay muchos que son así aquí. Permanente. Montas tu museo, lo inauguras con bombo y platillo, con sus cédulas, sus salas preciosas, y hasta que caiga el polvo. Durante ocho mil años va a decir lo mismo para el público. De una arquitectura sensacional, icónica".

Vínculos con la ''nueva museología''

-ƑCómo debe ser un museo universitario?

-Lo óptimo es que tenga autonomía de criterio, que sea dinámico, disomático, audaz, interdisciplinario, propositivo, polisémico, hipertextual, lúdico, multisensorial, comunitario, innovador, alternativo, pluricultural y colegiado.

-Con la oferta de este nuevo trabajo, Ƒqué llamó su atención?

-En primer lugar si algo sé hacer es organizar museos. En segundo lugar, hay una carencia de una institución cultural de esta naturaleza. No se nos olvide que el patrimonio universitario es riquísimo y tiene un origen diferente a el de los museos de arte, pues fue recolectado para la enseñanza. Pero, son patrimonios sumamente heterogéneos. Eso es un fenómeno mundial.

''Hoy día los objetos ya no son útiles como fuente de información, pero sí lo son como pieza histórica o plástica. Entonces, me llamó mucho la atención poder resignificar esos objetos, ponerlos al servicio de las personas, pero además en un lenguaje museológico y museográfico totalmente contemporáneo que pueda tener una interlocución con la comunidad en la que está inmersa. Es algo que nunca se ha hecho en este país.''

Aunque no profesa una teoría personal, De la Torre dice estar vinculada con la ''nueva museología" -''creo que todas mis colegas también"-, que sería ''el museo en función de la comunidad".

Es decir, ''que sea partícipe gestora básicamente vinculada con las necesidades, la problemática, las posibilidades de las comunidades. Es como un museo de puertas abiertas".

La comunidad ''fantástica" de la universidad, recuerda, se compone no nada más de sus alumnos y maestros, sino también de sus trabajadores.