El predio, ubicado en Ensenada, tiene restos con antigüedad de 11 mil años, según el INAH

Sempra y Shell instalarán planta de gas en un sitio arqueológico

El proyecto, en el cual se invertirían 600 mdd, ya cuenta con autorización de la Comisión Reguladora de Energía, de la Secretaría del Medio Ambiente y del gobierno municipal

JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y VICTOR CARDOSO

La planta de regasificación que pretenden construir las trasnacionales Sempra Energy y Shell, en Ensenada, Baja California, se ubica en predios registrados como sitio arqueológico desde 1991 por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en los cuales se encontraron ''evidencias de ocupación humana con una antigüedad aproximada de cuatro a 11 mil años''.

De acuerdo con un informe de la Comisión Especial para el Estudio, Análisis, Evaluación y Seguimiento de las Plantas de Regasificación Natural, de la 17 Legislatura del Estado de Baja California, el INAH elaboró el dictamen sobre el descubrimiento de vestigios arqueológicos en la zona el pasado 6 de junio de 2003, pero fue dado a conocer ''más de cuatro meses y medio después'', el 23 de octubre de ese año.

En este proyecto, que implicaría inversiones por alrededor de 600 millones de dólares, el tiempo parece jugar un importante papel: mientras el dictamen del INAH no fue dado a conocer hasta más de cuatro meses después de haber sido elaborado, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) sólo tardó 11 meses en dar su autorización, el 18 de agosto de 2003, a la solicitud presentada el 6 de septiembre de 2002 para la realización del proyecto.

Más significativo aún es que las plantas de regasificación parecen no gustarle al gobierno de Estados Unidos, pues en 20 años sólo tiene autorizada una obra de ese tipo, precisamente de Sempra, en la población de Cameron, Louisiana, en el Golfo de México, a pesar de sus crecientes necesidades energéticas y lo estratégico que resulta el gas natural líquido para su país.

Un documento del Departamento de Energía de Estados Unidos identifica que el interés de transnacionales en construir plantas de regasificación en territorio mexicano, se relaciona con las estrictas regulaciones ambientales del estado de California. Es posible, precisa el documento, que más plantas traten de instalarse en el norte de México para ayudar a satisfacer la necesidad de energía del noroeste de México y el sur de California.

Favores y deberes

La mencionada comisión especial sustenta en su informe que el gobierno de Baja California ha favorecido a Sempra Energy ''por sobre los intereses de los bajacalifornianos'', al aplicar criterios en los que considera ''servicios'' la autorización para construir plantas que en realidad tienen carácter industrial.

El informe sobre las plantas de regasificación en el corredor costero Tijuana-Rosarito-Ensenada, está dirigido al presidente de la 17 Legislatura del Congreso local, Francisco Rueda Gómez, y allí se asienta que, ''al parecer'', los argumentos jurídicos y técnicos, así como el evidente rechazo de la opinión pública de los tres municipios que albergan el Corredor Costero Tijuana-Rosarito-Ensenada (Cocotren), ''han orillado a la empresa Energía Costa Azul S de RL de CV (subsidiaria mexicana de Sempra Energy) y al presidente municipal de Ensenada, Jorge Antonio Catalán Sosa, a promover un fideicomiso (?) que con 15, u 8, o 7 millones de dólares (?) aportados por la empresa, realizarán obras para la ciudad de Ensenada (?)''.

Fechado el 11 de febrero, el informe insta a la mesa directiva del Congreso local a exhortar al gobernador de la entidad, Eugenio Elorduy Walter, a realizar una evaluación jurídica de los argumentos y documentos presentados, ''pues la posibilidad de una probable demanda de los afectados por la instalación de empresas regasificadoras en el lugar referido, así como la flagrante violación a los ordenamientos federal y de Baja California, tendrán severas repercusiones políticas y económicas para nuestro estado''.

Esto, a pesar de que la empresa manifiesta que ''hemos trabajado con funcionarios públicos, líderes de la comunidad, biólogos y naturalistas locales de Baja California para producir un plano del lugar apuntado a mejorar la infraestructura de la región resguardando a la vez el medio ambiente''.

A punto de arrancar

El proyecto de Sempra Energy, que ya cuenta con la autorización de la CRE, la Secretaría del Medio Ambiente y del gobierno municipal para uso de suelo, sigue adelante. La empresa informó que la obra está proyectada para comenzar ''a principios de 2004, y su operación para 2007''.

Pero la inconformidad de los habitantes de la zona y de parte del Congreso local comienza a hacer mella. La propia empresa tiene considerado que, de acuerdo con la estrategia de protección contra riesgos, ninguna de las dos plantas (Ensenada y Cameron) continuará en construcción ''hasta que se hayan asegurado acuerdos de largo plazo, para así garantizar la recuperación de al menos la inversión en la construcción de las instalaciones''.

Estrategia global

Para abastecer la planta regasificadora de Playa Azul, Ensenada, Baja California, el 18 de diciembre de 2003 una subsidiaria de Sempra Energy firmó un acuerdo con British Petroleum para el suministro de 500 millones de pies cúbicos diarios de gas procedente de la instalación de licuefacción de gas natural líquido (GNL) de Tangguh, Indonesia, a la terminal de regasificación Energía Costa Azul, Baja California.

De esta forma, Ensenada se perfila como la plaza estratégica para convertir al territorio mexicano en un trampolín que permita garantizar el suministro de gas natural líquido a Estados Unidos.

El proyecto Costa Azul de Sempra Energy, en el que también participa en una coinversión a 50 por ciento la angloholandesa Shell, incluye una planta de almacenamiento de gas natural con regasificación, dos tanques de almacenamiento de GNL con capacidad de 170 mil metros cúbicos cada uno y un equipo de seis vaporizadores.

La empresa considera que con esto podrá cubrir una demanda de 500 millones de pies cúbicos de gas por día, la mitad de su capacidad, para la región noroeste de México, y el resto sería enviado para abastecer el suroeste de Estados Unidos por medio de una extensa red de gasoductos.

La planta de regasificación estará localizada a 22.5 kilómetros de Ensenada y, según Sempra, está diseñada con los más altos estándares de seguridad. Pero el grupo ambientalista Greenpeace alerta: ''La magnitud del proyecto es impresionante y extremadamente peligrosa. No hay manera de que esta estación se construyera en Estados Unidos después del 11 de septiembre de 2001; simplemente es un blanco demasiado grande. Una explosión en los tanques de almacenamiento equivaldría a la detonación de 250 toneladas de TNT. Una instalación de este tipo jamás sería construida en California, pero se está construyendo para los californianos''.

Terminales de GNL de Sempra Energy en construcción

Fuente: Sempra Energy