México D.F. Jueves 4 de marzo de 2004
Condenan AI y HRW a Bush por permitir el ingreso
de rebeldes a Puerto Príncipe
Exige John Kerry investigar el papel que jugó
EU en el golpe de Estado en Haití
Admite Roger Noriega que Washington rehusó ofrecer
asistencia para defender al presidente
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 3 de marzo. El candidato
presidencial demócrata, John Kerry, se su-mó hoy al llamado
de varios legisladores federales de iniciar una investigación sobre
las acusaciones de que el gobierno de George W. Bush forzó la renuncia
del presidente haitiano Jean Bertrand Aristide, lo que fue considerado
un golpe de Estado.
Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional
(AI) condenaron a Washington por permitir que los grupos "rebeldes" armados,
muchos de ellos acusados de violaciones a los derechos humanos, entraran
a la capital haitiana y afirmaran su autoridad.
Al
continuar el deterioro de la crisis en Haití, el Partido Demócrata
indico que convertirá el papel del gobierno de Bush en el golpe
en uno de los temas electorales.
"Yo creo que debería haber una investigación"
sobre las acusaciones de Aristide de que fue obligado a renunciar, declaró
el se-nador Kerry. Asimismo, varios legisladores demócratas realizaron
una audiencia sobre el tema en la Cámara de Representantes.
En la audiencia, Roger Noriega, secretario asistente de
Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, negó de nuevo que
su go-bierno haya tenido un papel en el golpe de Estado en Haití,
y dijo que no contaba con información sobre versiones de que el
Pentágono había reconocido que algunos rifles dados a República
Dominicana el año pasado podrían haber acabado en las manos
de los rebeldes que entraron a Puerto Príncipe.
En un intenso intercambio con los legisladores, Noriega
reconoció que Estados Unidos rehusó ofrecer asistencia para
defender a Aristide cuando éste la solicitó, pero agregó
"no tenemos obligación de poner vidas estadunidenses en riesgo para
responder a cada gobierno que solicite ayuda, sea de-mocráticamente
electo o no".
Pero para el representante Charles Rangel, la realidad
es que Estados Unidos participó en un golpe de Estado. Cuando preguntó
si Aristide fue informado que tenía que firmar una carta de renuncia
antes de que Estados Unidos le ofreciera ayuda para abandonar el país,
Noriega rehusó una y otra vez responder directamente.
Pero de manera indirecta reconoció lo que otros
han dicho: fue una demanda estadunidense que Aristide tenía que
firmar antes de ser evacuado en un avión estadunidense.
La representante Maxine Waters dijo que había hablado
una vez más por teléfono con Aristide, quien le reiteró
la acusación de que fue obligado de abandonar la presidencia.
Waters le preguntó a Noriega si "Estados Unidos
está otorgando protección al jefe de la Suprema Corte de
Haití, el hombre que ahora ha sido nombrado presidente", y cuando
Noriega respondió afirmativamente, la legisladora replicó:
"¿Entonces ustedes están dispuestos a proteger al hombre
que sustituyó a Aristide, pero no estaban dispuestos a proteger
al presidente electo?"
Noriega respondió que "son diferentes hombres",
y a pesar del embate verbal que debió aguantar, Noriega entiende
que tiene poco que temer de los legisladores demócratas, ya que
los republicanos controlan las dos cámaras del Congreso.
No obstante, el funcionario fue colocado a la defensiva
cuando los legisladores preguntaron por qué el gobierno había
permitido que el líder de un grupo paramilitar siguiera viviendo
libremente en Estados Unidos, y a otros líderes condenados por la
justicia por homicidio y otras violaciones se les permitía circular
libremente en Puerto Príncipe.
"Estamos del lado de los delincuentes y rateros", acusó
Rangel. Noriega insistió en que aunque Estados Unidos estaba complacido
con la salida de Aristide, no permitiría que los grupos armados
tomaran el poder.
Pero cuando le preguntaron si Estados Unidos aceptaría
las demandas de los rebeldes para la reconstitución del ejército,
Noriega dijo que esa decisión, por lo menos, debería ser
tomada por el pueblo de Haití.
HRW y AI declararon por separado que los militares estadunidenses
y la comunidad internacional tienen responsabilidad no sólo de prevenir
la toma del poder por los rebeldes armados, sino también de presentarlos
ante la justicia.
"Por lo menos ocho violadores de los de-rechos humanos
condenados o acusados están libres en Haití, y deberían
ser presentados ante el sistema de justicia inmediatamente", declaró
Amnistía Internacional.
Agregó: "Los violadores de derechos hu-manos ya
condenados, Louis Jodel Chamblain y Jean Pierre Baptiste (Jean Tatoune),
están encabezando las fuerzas rebeldes que circulan libremente en
Puerto Príncipe".
El embajador estadunidense en Haití, James B. Foley,
reconoció que el líder rebelde Guy Philippe tiene un pasado
cuestionable, y otros tienen "pasados muy siniestros", pero insistió
en que Washington los obligará a dejar sus armas y abandonar la
capital, pero no ofreció prueba de que hay órdenes para detener
y fiscalizar a esos asesinos.
|