Miguel Concha

Contra la violencia hacia las mujeres

Una de las principales problemáticas a escala mundial es la violencia contra las mujeres, tanto en el ámbito privado como en el público, lo cual exige acciones en los ámbitos jurídico y social. Durante los últimos 10 años se han registrado avances importantes en el campo de la promoción y protección de los derechos humanos específicos de las mujeres. En el sistema universal de derechos humanos tenemos la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, de la ONU, aprobada por México en 1981, así como su protocolo facultativo. Y en el ámbito continental, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, adoptada en 1994 en Belém Do Pará, Brasil, y aprobada también por México en 1998. Sin embargo, a pesar del establecimiento de la legislación internacional y nacional -cuando ésta se da- para prevenir y castigar la violencia contra las mujeres, es habitual que las autoridades competentes no las consideren ni las apliquen, y que muchos casos, como los de las mujeres "desaparecidas" y asesinadas en Ciudad Juárez, queden en la impunidad y en el olvido. Hoy sabemos que miles de mujeres sufren violencia en su propia casa, y que no se atreven a denunciarla por vergüenza o por miedo a las represalias, ya que en muchos casos el Estado no garantiza su protección.

Según datos de Amnistía Internacional (AI), en el mundo mueren o resultan lesionadas más mujeres de entre 15 y 44 años por violencia de género que por cáncer, accidentes de tráfico o malaria. De acuerdo con la misma organización, a lo largo de su vida, una de cada tres mujeres ha sido golpeada, forzada a mantener relaciones sexuales o sometida a otras formas de malos tratos. Además, 70 por ciento de las mujeres víctimas de asesinato muere a manos de su compañero. Cada año, 2 millones de niñas corren también el peligro de sufrir mutilación genital femenina. AI ha detectado que la violencia es una característica fundamental de la militarización, y que el incremento de la violencia provoca a su vez mayores niveles de violencia de género.

En este contexto, AI se une al movimiento mundial en contra de la violencia hacia las mujeres, y lanza desde ayer una campaña de dos años, que tiene como finalidad tipificar como delito la violación y otras formas de agresión contra las mujeres, así como poner fin a la impunidad por todas las formas de violencia contra las mujeres en situación de conflicto y de posconflicto, y conseguir que los derechos humanos de las mujeres sean una realidad.

La campaña, cuyo lanzamiento coincide con la celebración el próximo lunes del Día Internacional de la Mujer, busca con ello también poner fin a la violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico y de la comunidad, y pretende cambiar incluso la organización y el funcionamiento interno de la propia AI, para poder cambiar en mejores condiciones al mundo.

De acuerdo con un análisis comparativo que realizó recientemente AI, el cual toma en cuenta las tendencias políticas, económicas, sociales y tecnológicas de las distintas regiones y continentes, en América se dan todavía escasos logros en materia de derechos de la mujer, a pesar de que hay más oportunidades para fortalecer los movimientos de mujeres y la equidad de género, gracias al crecimiento de la sociedad civil. No obstante, se observa una mayor presencia del tema en la política tradicional de los partidos y en el gobierno, en una época en la que su fracaso está originado el surgimiento de nuevos movimientos sociales.

Según el mismo estudio, las tendencias económicas actuales agudizan el problema de la discriminación, al fomentar la violencia en la comunidad y la vulnerabilidad, por las precarias condiciones de trabajo. La continua polarización entre ricos y pobres, además -afirma el análisis de AI- continuará influyendo en la vida de las mujeres, al incrementar sus responsabilidades domésticas y económicas, y hacer que les resulte más difícil conseguir recursos para sus familias. "El empuje hacia una liberalización económica a escala regional -afirma AI-, por ejemplo el Plan Puebla-Panamá y el Area de Libre Comercio de las Américas , tendrá consecuencias para las mujeres, colocándolas en una posición de mayor vulnerabilidad económica (véase el caso de Ciudad Juárez en México)".

Confiamos en que la realización de esta campaña en nuestro país impulse los cambios legislativos, políticos y administrativos que propone y recomienda el Diagnóstico sobre la Situación de los Derechos Humanos en México, realizado el año pasado por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en nuestro país.