México D.F. Sábado 6 de marzo de 2004
El molusco aparece en representaciones de las culturas maya, azteca y teotihuacana
Acuerdo entre el Cinvestav y empresa turística para proteger el caracol rosa
La pesca ilegal, principal amenaza; se concientizará a residentes de la península de Yucatán
JOSE GALAN
El caracol rosa, figura emblemática del antiguo mundo maya, que incluso aparece en múltiples ofrendas de las culturas azteca y teotihuacana, está en peligro de extinción. De ahí que el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y empresarios del Caribe mexicano hayan decidido aliarse para su rescate y manejo sustentable.
Tan sólo en 2000 su volumen de captura fue de 6 mil toneladas, lo que produjo ganancias por un valor cercano a los 6 millones de dólares. Ya en 2002 la captura había descendido a 3 mil 131 toneladas. A pesar de ello, sigue siendo la segunda pesquería de mayor importancia por su valor en el mar Caribe luego de la langosta. En el mercado del caracol rosa participan cerca de 50 países.
Sin embargo, continúa su proceso de extinción. Conocido científicamente co-mo caracol strombus gigas, cuenta con una demanda creciente que incluso ha propiciado el desarrollo de un mercado negro alimentado por la captura ilícita practicada principalmente por pescadores extranjeros. El mayor volumen de captura está dirigido al mercado estadunidense, que es el principal consumidor.
Debido a que la mayoría de sus bancos están sobrexplotados, el mercado se encuentra regulado por el apéndice II de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies de Flora y Fauna en Peligro de Extinción.
Incluso, ayer arrancó el capítulo educativo del llamado Programa Caracol, Conocimiento Integral para su Manejo Sustentable -lanzado en abril de 2003 por el Cinvestav y la empresa Xel-Há, a cargo de la gestión sustentable de los parques Xel-Há, Garrafón de Isla Mujeres, Xcaret y el Cañón del Sumidero-, destinado a capacitar 600 profesores de primaria de los estados de la península de Yucatán, y difundir entre tres mil niños de la región el conocimiento sobre la protección que requieren algunas especies marinas del Caribe para su conservación. El programa cuenta, además, con el apoyo de la Academia Mexicana de Ciencias, en su papel de promotora de programas de difusión de la ciencia.
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