ASTILLERO

Julio Hernández López

Repensar la batalla

Zócalo prescindible
Guión sideral
Corrupción por doquier

ANDRES MANUEL LOPEZ Obrador debería considerar seriamente la posibilidad de cancelar su anunciado mitin dominical de autoexculpaciones previsibles. Salvo a la vanidad personal, y al peregrino argumento de un respaldo popular desde ahora en entredicho, de nada sirve a la imagen del gobierno perredista de la capital del país la realización de un acto que abonará la percepción de que el tabasqueño busca zafarse mediante argucias mitoteras de la intransferible responsabilidad política que tiene en el caso de sus operadores financiero y político videograbados. Un mitin de autodefensa, sean cuantos fueren los asistentes y sea cual fuere el talante de ellos, podría parecer la culminación de la política clientelar estelarizada justamente por René Bejarano y su leche Betty; revoloteo populista cuando lo que la nación, y la izquierda, necesitan es un genuino apego juarista a la moral y a la legalidad y no la emisión de fuegos de distracción que pasan por las presuntas pruebas de conspiraciones internacionales y llegan a la dominical amenaza de convertir la plaza en tribunal de justicia y en altar proveedor de glorificaciones cargadas de presagios venezolanos.

TAMBIEN LE AYUDARIA a López Obrador replantearse la estrategia general de respuesta a la crisis de su gobierno, su partido y su candidatura. Sufren desgaste la palabra y la figura de Andrés Manuel al insistir en trasladar hacia lo externo lo que es un gravísimo problema interno. Aun cuando se hubieran dado, y fuese posible demostrarlo palmariamente, sin sombra de duda, no como meras hipótesis discursivas, las conspiraciones siderales de que habla el jefe de Gobierno, ese no es el punto exacto de necesaria resolución: de lo que se trata hoy es de saber qué hará respecto a su vapuleado ejercicio de gobierno, y respecto a su equipo de trabajo, un político de innegable honestidad en cuanto a las prendas materiales (lo cual no necesaria ni obligatoriamente debe traducirse como honestidad intelectual, pues ejemplos hay suficientes en la historia de personajes que han convertido virtudes personales en graves defectos políticos, al utilizar aquellas bondades individuales en oscuros instrumentos de capitalización política). Por desgracia, lo que hasta hoy se ha visto parece ser un desesperado aferramiento a guiones de política menor marcialmente asumidos por el peje equipo: Martí Batres, en ríspido diálogo con Joaquín López Dóriga luego que el subsecretario de Gobierno dejó instalado que el periodista debe informar de dónde ha venido la materia visual que ha exhibido la miseria de dos destacados miembros de la política capitalina; Batres empeñado en el discurso con el que se ha uniformado el grupo dirigente de Chilangolandia: que si otras autoridades deben responder, por ejemplo, de la desidia e ineficacia de la procuraduría capitalina e incluso de un jefe de Gobierno que le creyó a Gustavo Ponce que se presentaría al otro día a informar sobre los motivos de sus viajes a Las Vegas, tanto que el propio López Obrador ya estaba demandando a Televisa que diera "derecho de réplica" a quien ya había huido con toda oportunidad; o que si técnicamente es posible o no que un particular hubiera filmado al secretario de Finanzas en sus andanzas de apostador o hubiesen sido necesarios James Bonds o convenios trasnacionales de la elite policiaca.

TAMPOCO HABRAN DE servir de mucho los procesos internos de ajusticiamiento del perredismo que no se quiere dar cuenta de su ahumada defunción, ni los penosos episodios de delaciones mutuas, careos y las acusaciones de oportunidad. (Casi) Todos somos Rosario, podrían comenzar por decir muchos de quienes hoy participan en el escándalo, tanto los pillados en falta como los presuntos acusadores. (Casi) Todos hemos tenido nuestro Ahumada, podrían confesar los chuchos especializados en el asalto de los privilegios electorales y en la onerosa negociación con los poderes supuestamente adversarios, o el grupo de los amigos del guía moral que también han tenido lo suyo tanto en manoteos al erario como en la otra forma de corrupción política que es la apropiación de cargos y espacios sólo a cuenta de las fidelidades al caudillo, o tantos perredistas que se han apropiado de la estructura de lo que fue una esperanza de verdadero cambio nacional y que ahora son simples refugios de burocracias ávidas de igualas, dispuestas siempre a enfrentar cualquier intento de renovación o mejoría si en ello no se incluye el religioso respeto a sus migajas históricas. ƑSólo son culpables Rosario, Bejarano, Sosamontes e Imaz?

ESE CUADRO DE prolongada descomposición partidista ha enterrado, por desgracia, la tradición de lucha social de una izquierda que ante el espejismo cuauhtemista de sacar al PRI de Los Pinos en 1988 (y en ediciones subsecuentes) entregó su capital histórico a una mescolanza improbable que hoy da frutos de desastre. Tiene razón Andrés Manuel al decir que el resultado de la podredumbre que se está conociendo servirá para que el hampa política siga reinando, y que hará un gran daño cívico el hecho de creer que todos los políticos son iguales en cuanto a corrupción, mentira y manipulación. Por todo ello es necesario que López Obrador se aplique a reconocer con todas sus letras el naufragio vivido, que deje de echar culpas a factores que aun cuando fueran ciertos no atenúan la responsabilidad del jefe perredista local, que anuncie a través de los medios las decisiones y planes con los que piensa remontar las desgracias y que olvide el recurso desesperado del Zócalo y la movilización "del pueblo".

ASTILLAS:EN ESTOS MOMENTOS calladita se vería más bonita, pero la señora Marta no aguanta las ganas de seguir en escena, así es que ayer habló en un foro del Tec de Monterrey y llamó a las mujeres a dejar atrás la resignación y la sumisión... šBuenas noticias: el porro sindical ferrocarrilero Víctor Flores alcanzará una de las dos diputaciones de representación proporcional que quedaban pendientes de asignar!... Más signos de "desinteresada" ayuda empresarial a políticos: el sábado anterior, Alfredo Harp Helú, que fue uno de los dueños de Banamex, prestó el Cessna Citation XAFBY al candidato Gabino Cué para que fuera de Oaxaca a Salina Cruz.

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