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Carlos Fernández-Vega

Argentina, otra vez entre la espada y la pared, por presiones del FMI

El fondo le exige pago inmediato de deuda

DE NUEVA CUENTA el gobierno argentino se encuentra en el filo de la navaja, ante las presiones y condiciones nada sutiles del Fondo Monetario Internacional, y deshoja la margarita sobre la conveniencia de declararse en suspensión de pagos, tal como lo hizo en septiembre pasado.

EL PRESIDENTE NESTOR KIRCHNER había ofrecido al organismo financiero reconocer 25 por ciento de una deuda superior a 80 mil millones de dólares, lo que fue rechazado por el FMI y su nueva titular interina Anne Krueger, porque consideraron que "es necesario mejorar la oferta" cuando menos a 65 por ciento. Por lo anterior, subsiste la posibilidad de que hoy el presidente no autorice el pago de 3 mil 100 millones de dólares, el vencimiento más inmediato de dicho débito.

EL PANORAMA ES de por sí complejo, pero si el FMI afloja en sus pretensiones, el gobierno argentino se ha manifestado dispuesto a aceptar una "solicitud" del organismo, en el sentido de autorizar la designación de tres bancos extranjeros para "asesorar" en la negociación de la deuda, "aceptando la jurisdicción foránea para la emisión de los nuevos títulos de débito".

SIN EMBARGO, SIN una "clara señal" de que el FMI aprobará la segunda revisión del acuerdo por 13 mil 300 millones de dólares que mantiene con el organismo, el presidente Kirchner ya dijo que no pagará al fondo una deuda de 3 mil 100 millones de dólares.

DE ACUERDO CON el Ministerio de Economía, el gobierno de Kirchner ya había informado al FMI que haría esfuerzos en materia de deuda externa, pero exigió al organismo que reconociera lo obvio: que "Argentina se enfrenta a desafíos complejos al hacer frente a su peor crisis en más de un siglo", relacionada en gran medida con las rigideces e incongruencias de las políticas económicas seguidas durante la década de los 90".

EN CONSECUENCIA, ACTUALMENTE 50 por ciento de la población vive en la pobreza y muchas personas no tienen un empleo remunerado, en particular una gran cantidad de jóvenes que también se encuentran fuera de la escuela; nos abocamos a dar una respuesta a estos desafíos con miras a una inclusión social amplia, mediante un proceso sostenido de crecimiento equitativo no inflacionario y de mejores servicios educativos y de salud. Al mismo tiempo, apuntan a mantener un compromiso armónico, previsible y mutuamente beneficioso con la comunidad internacional.

PERO EL FMI NO destaca precisamente por su sensibilidad social y exige el pago inmediato. Al respecto, el gobierno de Kirchner ha señalado que "algunos atribuyen el crecimiento de Argentina al hecho de que no está pagando sus obligaciones de deuda, cuando en realidad ya la ha restructurado y regularizado en casi un 50 por ciento. El punto de vista que establece una correlación negativa entre el servicio de la deuda y las perspectivas de crecimiento se contrapone al más convencional de que el incumplimiento de la deuda perjudica la inversión y el crecimiento. Si bien se comparte este último punto de vista y existe voluntad para normalizar las relaciones con los acreedores externos, también es cierto que las cargas del servicio de deuda pueden tener un impacto negativo en las perspectivas de crecimiento, lo cual debería evitarse".

ANTE LA CERRAZON del organismo financiero, el gobierno argentino ha recordado que desde mediados de 2002 ha quedado claro que "las negociaciones con los acreedores privados solamente pueden abordarse de manera creíble en el contexto de un programa de mediano plazo con el FMI. Nadie refutó dicha perspectiva en esa oportunidad. Inmediatamente después de acordarse dicho programa (de restructuración de débito), casi dos años después de declararse la suspensión de pagos, se presentaron los lineamientos para una propuesta, se inició un rápido proceso de consultas, se crearon grupos consultivos de trabajo y se inauguró un proceso de selección de bancos organizadores regionales -para ayudar a Argentina en la transacción- que está por concluirse. No debemos olvidar que el alto nivel de deuda fue aumentando continuamente durante la década de los 90, sin que los actores del mercado y los organismos se preocuparan demasiado cuando esto estaba sucediendo".

OTRO ELEMENTO QUE debería tenerse en cuenta, expone el gobierno argentino al FMI, es que el país "ha estado sin financiamiento privado u oficial. Esto último en términos netos, pero sólo luego de considerables recompras netas efectuadas por Argentina en el peor momento de la crisis. No esperamos aumentar su capacidad de pago con recursos netos de los organismos de crédito internacionales, pero tampoco estamos en condiciones de repetir recompras netas a dichos organismos en el futuro cercano, tal como reconoce implícitamente la estructura de financiamiento de los distintos programas en vigor. Vincular las recompras a la aprobación de las revisiones no es aceptable. En este sentido, ratificamos plenamente el principio de que la aprobación de las revisiones debería vincularse con el cumplimiento de las condicionalidades y no quedar sujeta a demoras innecesarias".

ARGENTINA, PUES, ENTRE la espada y la pared; entre el derecho de tomar una decisión soberana y de nueva cuenta ser asfixiada por el FMI.

Las rebanadas del pastel:

DESGAJADA LA FEDERACION que agrupaba a los trabajadores al servicio del Estado, el dirigente de la FSTSE, Joel Ayala, ya no siente lo duro sino lo tupido y ve cómo se le evapora la posibilidad de seguir administrando en exclusiva la generosa cartera crediticia del FOVISSSTE... Como las organizaciones laborales que abandonaron esa agrupación -que ahora conforman la autodenominada Central Democrática de Sindicatos- tienen derecho a dicho financiamiento, especialmente el hipotecario, Ayala ya no sabe qué hacer y no encuentra mayor salida que "exigir" que un nuevo director general despache en el ISSSTE.

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