ASTILLERO

Julio Hernández López

Otros salpicados

El futbol profesional
El palco del rector
El Independiente

ESTE LUNES PASADO, Carlos Ahumada habló telefónicamente durante unos ocho minutos con altas autoridades federadas para pedir que se le permita demostrar su inocencia en tribunales y que se le dé tiempo para "resolver" los "pequeños problemitas" en que anda metido. Las autoridades, tomadas por sorpresa en plena sesión de trabajo, tuvieron la atención de avisarle al empresario que sus palabras serían escuchadas por los reunidos a través de bocina abierta, y que no lo grabarían, pues las prácticas de espionaje están penadas. Todo ello sucedió alrededor de las 12:15, en el pleno del comité directivo de la primera división de futbol profesional, cuando se analizaban los casos del León y el Santos Laguna, las dos escuadras que Ahumada posee y a causa de las cuales el Consejo Nacional de la Federación Mexicana de Futbol deberá decidir el próximo lunes si acepta como su socio afiliado al cineasta de la corrupción.

LO BUENO PARA Ahumada es que el presidente de la rama de primera división, Víctor Garcés, ya ha adelantado que la calidad moral no es requisito para ser socio de la citada federación: "No se puede prejuzgar la calidad moral de alguien; la familia del futbol no puede hacerlo, pues seríamos injustos", dijo Garcés aunque, en realidad, el juicio hacia Ahumada no sería previo, sino sospechosamente tardío, pues el empresario de origen argentino tiene un largo rosario oscuro tras de sí, y no sólo en relación con los recientes escándalos de videocorrupción. El viernes 5, para no ir tan lejos, el diario deportivo Récord publicó una entrevista con Alberto Olvera, un técnico en equipos de aire acondicionado y refrigeración que trabajaba para Pagoza, una empresa perteneciente al Grupo Quart y que detalló la manera como cumplió la orden personal de Ahumada de que en el vestidor de los equipos visitantes del estadio de León hubiera una agotadora temperatura de 50 grados, además de micrófonos y cámaras de video en ese mismo vestidor y en el de los árbitros. Olvera daba mantenimiento al edificio corporativo de Quart, en la avenida Revolución, al periódico El Independiente, y "me tocó ir varias veces a la casa de Rosario Robles, en Reforma 9, ahí en San Angel, a arreglar algunas cosas".

A PESAR DE QUE oportunamente fueron denunciadas esas y otras trampas (Mañanitas de madrugada en su hotel a los jugadores contrarios, olorosa pintura reciente en las paredes, quemante alfombra de pasto artificial en los vestidores), los jefes del futbol profesional nunca quisieron castigar a Ahumada. En el anecdotario del empresario ahora acusado de lavar dinero está también el asalto armado al estadio Sergio León Chávez, de Irapuato, como represalia porque a última hora no le quisieron vender el equipo fresero que jugaría contra el leonés la final de primera división A de la que surgiría un nuevo equipo para el siguiente nivel, en el que las ganancias y las posibilidades de negocios claros y oscuros son mayores. Tampoco llama la atención a los directivos de la FMF el hecho de que Ahumada haya nombrado como director deportivo de sus equipos ni más ni menos que a Edgardo Codesal, cacique del arbitraje mexicano que cayó de su puesto luego de un enredo de espionaje telefónico que también arrastró a Felipe Ramos Rizo. Codesal, que de inmediato ha generado la fuerte sospecha de que influye en sus antes dirigidos para favorecer con el silbato a los equipos del tramposo jefe Ahumada.

UN PALCO DE ESTADIO futbolero, el de Ciudad Universitaria, también podría estar en ruta de sufrir remodelaciones. Hasta ahora, Rosario Robles había sido bienvenida junto al rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, a la hora de ver jugar a los Pumas, no sólo como muestra de identificación balompédica sino, sobre todo, de la alianza que un sector del perredismo ha hecho con el presunto candidato ciudadano para el 2006 a cambio de nombramientos, prebendas y buenos tratos (no todo son portafolios marca Bejarano). En el proceso de descomposición de la izquierda mexicana, los ramales perredistas en la máxima universidad pública hipotecaron las ideas de cambio auténtico por plazas burocráticas para los activistas mediatizados y sus camarillas de amigos y familiares. Rosario era hasta ahora la jefa de la vertiente mejor posicionada de esos presuntos luchadores sociales que a cuenta de mejorar el mundo entero comenzaron por hacerlo consigo mismos y sus cercanos. El horror que a algunos causan la precariedad ideológica y las prácticas pervertidas de lo que queda de movimiento popular en la UNAM es responsabilidad también de quienes teniendo liderazgo y capacidad para enderezar y orientar esos movimientos prefirieron dar ejemplo de corrupción a título de alianzas con el poderoso en turno y de canonjías grupales.

NO ES MENOR el daño que el escándalo Ahumada ha provocado al diario con el que quiso mejorar la defensa de sus intereses comerciales y políticos, El Independiente, que nació con una peculiar exculpación de origen emitida por sus dos principales directivos, Javier Solórzano, que ya renunció, y Raymundo Riva Palacio, que ha decidido atrincherarse en el espacio hoy aparentemente mostrenco. Ni a ellos ni a nadie debería asombrar lo que ahora ha sucedido, pues múltiples indicios de las sospechosas actividades de Carlos Ahumada estaban disponibles, aunque luego de investigar tales pistas los dos periodistas decidieron creer que no había nada maloliente en los gases ya entonces acumulados que ahora han hecho escandalosa explosión. El Independiente pareciera quedar a la espera de una mano salvadora que al estilo Maradona lo ayude a sobrevivir, y acaso esa mano sea veracruzana, la de Ignacio Morales Lechuga, amigo, notario y promotor del argentino que más destrozos políticos ha generado en nuestro país, no sólo los de Rosario, Ponce, Bejarano, Imaz, Sosamontes y López Obrador, sino también los futbolísticos, universitarios y periodísticos de los que aquí se ha dado cuenta. (šRediez, que se ha acabado el espacio y no se pudo hablar de la reunión en el hotel Presidente de Diego, Ahumada y un funcionario del Cisen o la PGR el pasado 20 de febrero, ni del nombramiento en el Metro como vocera de quien largamente lo fue con Fernando Gutiérrez Barrios y luego con Elba Esther Gordillo!)

Fax: 5605-2099 [email protected]