México D.F. Miércoles 10 de marzo de 2004
Las imágenes sólo podrían
haber sido obtenidas con permiso oficial o mediante robo
La DEA rechaza estar involucrada en los videos de Ponce
en Las Vegas
Jamás se entregaría voluntariamente la
cinta de un cliente, afirma vocera del hotel Bellagio
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 9 de marzo. Si las imágenes
de Gustavo Ponce, ex secretario de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal,
hubieran provenido del circuito cerrado del hotel Bellagio en Las Vegas,
sólo podrían haber sido obtenidas legalmente con la asistencia
del gobierno de Estados Unidos, según representantes del casino
y de agencias de seguridad pública estadunidenses, quienes señalan
que la otra posibilidad es que las grabaciones hayan sido robadas.
La agencia antidrogas estadunidense (DEA, por sus siglas
en inglés) negó hoy enfáticamente afirmaciones hechas
en México acerca de su involucramiento en el asunto de los videos.
"No otorgamos eso (las grabaciones) a las autoridades mexicanas", sostuvo
Ed Childress, vocero del organismo en Washington. "He hablado con nuestra
oficina en la ciudad de México, con nuestra oficina en Las Vegas
y con nuestra gente de operaciones. Supimos del asunto por los medios de
comunicación; antes no teníamos conocimiento de esta cinta",
declaró a La Jornada.
Yvette
Monet, una vocera de MGM Mirage, empresa propietaria del hotel Bellagio
en Las Vegas, aseguró que el casino jamás entregaría
de manera voluntaria un video de uno de sus clientes en las mesas de juego.
"Mantenemos la privacidad de nuestros huéspedes con alta consideración.
Ninguna grabación, ningún documento del hotel sería
entregado sin orden de un tribunal", informó a este diario. Interrogada
acerca de si el hotel había recibido una orden judicial en torno
a Ponce, Monet comentó: "ya que ese es un asunto relacionado con
la privacidad de nuestros huéspedes, desafortunadamente no puedo
responder". En el casino no se permiten videograbaciones o fotografías
por parte de nadie dentro del casino, agregó. "Si un agente de seguridad
determina que hay alguien dentro del casino con una cámara, le sería
solicitado suspender su uso", manifestó.
Todos los casinos en Las Vegas videograban las mesas de
juego activas, indicó Keith Copher, jefe de la división de
aplicación de ley de la Junta de Control de Juegos de Nevada, agencia
que regula los juegos de azar en el estado, incluyendo Las Vegas. Explicó
que los casinos están obligados a mantener intactas esas grabaciones
durante por los menos siete días en caso de que se presente una
controversia.
Pero Copher y varios oficiales de otras agencias de seguridad
pública señalaron que un casino jamás entregaría
de manera voluntaria los videos de sus clientes en acción. Recientemente
uno de estos centros fue demandado por un político estadunidense,
quien acusó al establecimiento de violación de privacidad,
ya que imágenes de él jugando fueron robadas y difundidas
en los medios de comunicación.
Natalie Collins, vocera de la oficina del fiscal de Estados
Unidos en Las Vegas, informó hoy a La Jornada que "la única
manera en que uno puede obtener cualquier tipo de documento de una casa
de juegos es con una orden judicial. Es una industria muy competitiva.
Nadie desea ofrecer información a sus competidores, en particular
de los grandes apostadores".
Para obtener una orden judicial de un tribunal, una agencia
federal del gobierno mexicano tendría que presentar una solicitud
formal, probablemente por medio del mecanismo del Tratado de Asistencia
Legal Mutua, para detectar los movimientos de alguien como Ponce. Ya que
las autoridades mexicanas no tienen autoridad dentro de los tribunales
estadunidenses, el Departamento de Justicia de Estados Unidos tendría
que acudir a una corte para obtener la orden judicial necesaria y sólo
así se obligaría a una empresa como el hotel Bellagio a entregar
copias de los videos de su sistema de seguridad.
Collins, de la oficina del fiscal en Las Vegas (la oficina
local del Departamento de Justicia), informó que el Tribunal Fe-deral
de Distrito en Las Vegas no tiene registrado, por lo menos no públicamente,
ninguna orden judicial solicitando los videos de Ponce.
Pero subrayó que aun si contara con información
sobre tal orden judicial no podría entregarla, a menos que existiera
una acusación legal formal contra Ponce en Estados Unidos. "El Departamento
de Justicia sólo podría comentar sobre un caso si alguien
ha sido acusado formalmente", puntualizó.
La agencia Ap reportó hoy que "fuentes con conocimiento
del caso dicen que no hubo ninguna orden judicial y que el casino no cuenta
con ninguna cámara a nivel de piso para grabar imágenes del
tipo de las que fueron mostradas en México".
Si las imágenes difundidas en México provienen
del sistema de cámaras de circuito cerrado del hotel Bellagio, la
única otra manera de que podrían haber sido obtenidas es
por medio del robo. "Esas grabaciones son bastantes seguras", comentó
un representante de la industria de los casinos. "Me sorprendería
si hubiesen sido robadas. Tendría que haber sido un empleado", agregó.
Otra persona que conoce cómo operan casinos como
el Bellagio, indicó a La Jornada que las cabinas de seguridad
donde se ubican los monitores y las videocaseteras son cuartos bastante
grandes, con diferentes cintas que se cambian constantemente. Aun para
encontrar la grabación correcta y robarla sería muy difícil,
comentó.
Sólo para ubicarse dentro del enorme complejo del
Bellagio, el cual incluye más de 3 mil habitaciones, un casino de
9 mil 290 metros cuadrados, seis piscinas, teatros, un museo-galería
de arte (que actualmente tiene una muestra del arte impresionista de Monet),
se necesita un mapa y una brújula.
En este hotel de cinco estrellas la suite más cara
cuesta 8 mil dólares la noche y una habitación económica
se puede conseguir por unos 160 dólares. Sin embargo, una vocera
del hotel reconoció que el Bellagio, como la mayoría de los
casinos, frecuentemente ofrece alojamiento gratuito, alimentos y hasta
boletos para espectáculos a aquellos apostadores que gastan grandes
sumas en las mesas de juego.
Un paraíso sin relojes ni ventanas
El hotel y casino fue escenario de la película
Ocean's 11, protagonizada por George Clooney, Julia Roberts, Andy
García y Brad Pitt, que fue dirigida por Steven Soderbergh. El filme
trata de un complot para robar a la casa de juegos.
Frente al hotel hay un "lago" con "fuentes danzantes",
que de manera sincronizada disparan chorros en mil columnas individuales
hacia arriba al ritmo de música que emana de bocinas que rodean
el espejo de agua. Hace unos años, cuando estos reporteros visitaron
el hotel, la entrada estaba repleta de limosinas con huéspedes entrando
y saliendo las 24 horas.
Las mesas de blackjack que están a la derecha de
la entrada principal son para aquellos dispuestos a jugar con apuestas
de entre cinco y cien dólares la mano. Cada esquina está
repleta de máquinas electrónicas de juegos de azar. Estos
reporteros fueron testigos de cómo un cliente perdió casi
2 mil dólares en una mesa de blackjack de apuesta mínima
de cien dólares en menos de 20 minutos. Pero detrás de cortinas
y vidrios, atrás y a los lados están las áreas de
juego más exclusivas, adonde se puede entrar sólo por invitación.
Ahí, los jugadores dispuestos a apostar "dinero en serio" pueden
jugar en privado (aunque siempre bajo la vigilancia de las cámaras
de video).
Una vocera del Bellagio admitió la existencia de
áreas especiales para apostadores mayores no abiertas al público
general, y dijo que ahí se establecían límites mínimos
para apuestas (no quiso fijar las cifras).
Todo el hotel es como un enorme escenario montado para
una obra de teatro permanente, con la idea de que uno esté en un
lugar de antiguo lujo al estilo europeo. Uno puede disfrazarse de cualquier
cosa y, si tiene dinero, todo está a sus órdenes. Es un lugar
para perderse entre apuestas y tragos, no es fácil encontrar las
salidas y no hay relojes en ningún lugar, tampoco ventanas, para
evitar que los clientes sepan si es día o noche, y para que puedan
soñar con fortunas, lujos y mujeres.
Es una fórmula exitosa: los casinos son una de
las industrias con mayor ganancias en Estados Unidos y las inversiones
son muy redituables. La construcción del Bellagio costó 1.6
mil millones de dólares y cuenta con unos 8 mil empleados. Pero
el hotel ya recuperó toda esa inversión en sus primeros cinco
años de operación gracias, en gran medida, a los apostadores
importantes, entre quienes figuran conocidos personajes.
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