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México D.F. Miércoles 10 de marzo de 2004
POLITICA ECONOMICA: TODOS EN CONTRA
En
el contexto de la segunda Jornada Nacional por la Soberanía, el
Crecimiento Económico, el Empleo y la Distribución Equitativa
del Ingreso, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Frente
Sindical Mexicano, El Barzón, y el movimiento El campo no aguanta
más han convocado para hoy a una manifestación, en el centro
de esta capital, para expresar su rechazo a la política económica
del gobierno federal, a los intentos de privatizar el sector energético,
a los remedos asistencialistas de programas sociales, a la persistencia
de un modelo excluyente e injusto de nación, y a la descomposición
imperante en la clase política.
Obreros y campesinos demandan, "hoy, hoy, hoy", el combate
real a la pobreza, el pleno respeto a los derechos humanos, sociales e
indígenas, y el fortalecimiento de la seguridad social y del sistema
de pensiones.
La toma de distancia de los organizadores de la marcha
con respecto a los partidos y a los políticos no deja lugar a dudas:
ésta no es una manifestación de opositores y adversarios
políticos del gobierno de Vicente Fox, sino una expresión
de sectores sociales exasperados por la parálisis recesiva, la disciplina
fiscal a ultranza, la ineptitud administrativa, la ausencia de estrategias
de desarrollo social y las propuestas antinacionales y neoliberales de
reformas en materia de legislación laboral, industrias eléctrica
y petrolera y política fiscal.
Mal haría el grupo gobernante en interpretar la
manifestación como una muestra más de eso que percibe como
incomprensión e ingratitud del país hacia el Ejecutivo federal,
y no como lo que es en realidad: un mensaje organizado y cívico
sobre la urgencia de cambiar el rumbo económico. Si el foxismo se
empecina en llevar su cerrazón neoliberal y recesiva hasta el extremo
de generar desórdenes y estallidos sociales, no podrá alegar
que le faltaron advertencias.
Las voces que señalan la urgencia de la reactivación
económica y la detonación del crecimiento no se encuentran
únicamente entre organismos sindicales y campesinos, organizaciones
sociales, círculos académicos o medios informativos. Al clamor
se han sumado también representantes destacados del empresariado,
como Carlos Slim, quien ayer señaló las distorsiones del
panorama macroeconómico y se manifestó por invertir en infraestructura
con el propósito de generar una expansión de entre 5 y 6
por ciento de la economía. No es la única voz discordante.
A finales del mes pasado, en Monterrey, otros exponentes del sector privado
criticaron al gobierno por su carencia de rumbo y de estrategia económica
y por su incapacidad para impulsar la reactivación.
La demanda de una estrategia económica de crecimiento
coherente, nacional y racional se ha convertido, pues, en un punto en común
entre opositores políticos, empresarios, asalariados, campesinos
y movimientos sociales. Cada cual desde su perspectiva y desde su propia
visión del mundo señala la inoperancia de las actitudes imperantes
en el equipo de gobierno, el cual diagnostica estabilidad cuando lo que
hay es una parálisis peligrosa y alarmante.
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