México D.F. Viernes 26 de marzo de 2004
El embajador especula que se trata de espionaje la misión en cuevas de Cuetzalan
Aprehensión de los británicos, pide Iruegas
Desaprueba el envío de una nota a Londres; "van a decir que eran turistas, boy scouts"
GEORGINA SALDIERNA
En el caso de los británicos atrapados en las cavernas de Cuetzalan, Puebla, el gobierno de México no está haciendo la gestión correcta, opinó ayer el embajador Gustavo Iruegas, ex subsecretario de Relaciones Exteriores. Para el diplomático, la administración de Vicente Fox no tiene que pedir explicaciones, "porque enviar a Gran Bretaña una nota preguntando qué estaban haciendo los ingleses en esas cuevas es como si llegas a tu casa, encuentras a un ladrón, le preguntas qué está haciendo y responde: 'no, pues estaba sacudiendo los muebles'. 'šAh!, gracias'. Y ese no es el caso".
Con larga experiencia en la diplomacia, Iruegas consideró que desde el principio del problema el gobierno mexicano debió hacer su propio diagnóstico de la situación y entonces actuar: detener a estas personas, como lo haría con cualquiera que ha violado su estatus migratorio, tomar una decisión y comunicársela a las autoridades británicas.
El gobierno de México no tiene que pedir explicaciones, porque lo único que le van a contestar es que estaban de turistas. "No les van a decir otra cosa. El espionaje es un asunto sucio, en el que no se contesta con la verdad", explicó. Reiteró que no es una buena táctica enviar una nota diplomática, porque "nos van a decir que los boy scouts viven en tal lugar, están haciendo su campamento de verano y eso es todo".
Pero uno no se cree eso. "En el espionaje no hay buena fe. Un gobierno que acaba de declarar una guerra contra un país mintiéndole a su propio pueblo no es digno de fe. No se le puede creer, sobre todo porque acaba de espiar a nuestra representación diplomática ante la ONU y no tenemos la explicación y ni siquiera la disculpa", expuso.
Iruegas refirió que no es extraño que en este caso el gobierno foxista no esté haciendo la gestión correcta, pues México no tiene experiencia muy profunda en tratar con espionaje internacional ni cosas por el estilo.
Al preguntarle si había evidencias para hablar de espionaje, mencionó que es muy extraño que haya militares espeleólogos haciendo una investigación, que no quieran ser rescatados y que vengan aviones especiales de su gobierno a sacarlos. Todo es altamente sospechoso, subrayó.
Además no es admisible que una administración extranjera haga eso: traer a su equipo, volver a entrar de la misma manera, tener el control de la expedición y comunicarse a través de un radio extraño.
El diplomático señaló que aunque fueran simplemente deportistas con aficiones científicas, el resultado de esa investigación, si fuera autorizado, se tiene que quedar en México. "Pero no podemos admitir que es sólo eso, mientras nuestros expertos no estén convencidos de que es así", resaltó el ex funcionario federal.
Iruegas manifestó, en entrevista, que este no es un asunto de nivel presidencial ni del canciller: debería ser atendido por la inteligencia militar -porque hay militares extranjeros en una misión desconocida para México- y la Secretaría de Gobernación, con el auxilio de la de Energía y el Instituto de Investigaciones Nucleares.
Para el especialista, lo primero que debió ocurrir, cuando las autoridades mexicanas se enteraron que había personas en peligro, era acudir al lugar y prestar el auxilio, aun cuando ellos no quisieran, porque no son ellos los que tienen que decidir.
Después, una vez que se enteraron que hay militares que no quieren que los vean los mexicanos, con más razón tenían que ir a tomar el control de la situación; detener a los ingleses, incautarse de su equipo y las investigaciones, y determinar de qué se trata para actuar en consecuencia y comunicar su decisión a las autoridades británicas.
Por su parte, Manuel Tello, ex titular de Relaciones Exteriores, comentó que diplomáticamente fue correcto enviar la nota antes de interrogar a los ingleses, porque "quisiéramos saber qué estaban haciendo esas personas".
Actual asesor de la cancillería, Tello se molestó ante las preguntas relacionadas con el caso de los británicos y de plano aseguró sólo saber de ello por lo que se ha difundido en la prensa.
El ex funcionario fue entrevistado luego de dictar una conferencia sobre el papel de la ONU, en la que señaló que la ampliación en el número de miembros permanentes del Consejo de Seguridad no democratizará al organismo.
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