México D.F. Viernes 26 de marzo de 2004
La situación se agrava conforme se acerca
la fecha de la "entrega de la soberanía"
Recrudece la resistencia iraquí los ataques
contra "colaboracionistas"
La policía local teme intentos de ocupación
de sus cuarteles después del 30 de junio
ROBERT FISK THE INDEPENDENT
Bagdad, 25 de marzo. ¿Qué pasará
el 30 de junio? A diario, pistoleros atacan a iraquíes que trabajan
para occidentales, para los poderes de la ocupación, para las compañías
de reconstrucción, para periodistas. Sólo dos semanas después
de que asesinaron a un intérprete que trabajaba para una cadena
esadunidense de periódicos, se lanzaron contra el traductor de la
revista Time. Se acercaron en una camioneta roja hasta su vehículo,
estacionado cerca de las oficinas del semanario en Bagdad, el miércoles
pasado, y le dispararon al menos cuatro balazos.
Horas
después se supo del asesinato de otro intérprete iraquí
que trabajaba para una importante compañía estadunidense,
el cual fue abatido a tiros en la capital. En sólo cuatro meses
al menos 40 civiles iraquíes que trabajaban para la Autoridad Provisional
de Coalición -el poder ocupante en Irak- han sido asesinados. En
seis meses, los insurgentes han matado más de 600 policías
iraquíes que vestían el uniforme azul pálido de la
policía a sueldo de Estados Unidos. "Muerte a los colaboracionistas"
es una pinta que aparece en las paredes de Bagdad.
En otro escalofriante graffiti se lee: "Un Dios,
un País, un Saddam", en lo que es tal vez la versión iraquí
del lema nazi Ein Volk, Ein Reich, Ein Führer (Un pueblo, un
reino, un líder). Y todos los iraquíes saben que el 30 de
junio es la fecha a la que se dirigen todas las advertencias. Estados Unidos,
según el procónsul estadunidense, Paul Bremer, devolverá
entonces la "soberanía" al pueblo iraquí, o al menos, a un
gobierno nombrado por Washington que estará al mando hasta que se
celebren elecciones "democráticas".
"Dentro de cien días", dijo Bremer el miércoles,
"los iraquíes serán soberanos en su tierra y responsables
de su propio futuro". Pero en lo territorial y lo político no será
así. Al menos 120 mil soldados estadunidenses permanecerán
en este territorio "soberano", a petición del gobierno seleccionado
por Estados Unidos, y si en estos momentos los insurgentes luchan contra
las fuerzas occidentales, después pueden seguir golpeando a las
nuevas fuerzas iraquíes de seguridad, y el ejército estadunidense
podrá replegarse a campamentos en el desierto y cuarteles que se
asignarán para ellos.
De hecho, muchos policías iraquíes temen
que habrá un intento decidido de tomar sus estaciones el 30 de junio
o poco después, y que se perpetrarán ataques contra el débil
y mal entrenado ejército iraquí.
Hace sólo dos días tuvimos un perturbador
ejemplo de lo que puede ocurrir, cuando pistoleros emboscaron un minibús
que transportaba reclutas de la policía cerca de Hilla, al sur de
Bagdad. Dieron muerte al menos a nueve, matanza que, como es típico,
no fue reportada por la estación de radio financiada por Estados
Unidos.
Ese mismo día, el jefe policial de la provincia
de Babel fue asesinado a tiros. Hace apenas un mes, insurgentes armados
protagonizaron un ataque contra la principal estación policial de
Fallujah, ocuparon el edificio y mataron a todos los policías que
estaban dentro. Muchas agresiones contra agentes policiales no se reportan,
al igual que muchos ataques contra las tropas de ocupación, y los
publicistas de Bremer aún esperan que al no mencionar estos asaltos
se hará creer a los iraquíes que tendrán seguridad
en el futuro, que la violencia disminuye y que el 30 de junio marcará
una transferencia pacífica del poder.
Otro joven soldado estadunidense fue muerto el jueves
al norte de Irak, cuando él y dos de sus colegas fueron a investigar
una bomba artesanal reportada por policías iraquíes en Baaquba.
Los otros dos soldados resultaron heridos. Un soldado estadunidense más,
éste de la primera división de Infantería, fue asesinado
a balazos el miércoles.
©The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca
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