México D.F. Lunes 29 de marzo de 2004
Giran orden de aprehensión contra La
Madrina y uno de sus ayudantes, en Nayarit
Clausuran centro de rehabilitación El Oasis;
la directora, prófuga
Familiares de los internos dijeron desconocer "los tratamientos"
en el encierro
JESUS NARVAEZ ROBLES CORRESPONSAL
Tepic, Nay., 28 de marzo. Autoridades judiciales
clausuraron el albergue Atención de Alcohólicos y Drogadictos
El Oasis, ubicado en la cabecera municipal de Tuxpan, donde el pasado miércoles
fue asesinado Miguel Angel Toledo Mejía y en el que -de acuerdo
con testimonios- se torturaba a los internos.
La Procuraduría General de Justicia del Estado
(PGJE) anunció que ya existe una orden de aprehensión en
contra de la directora del albergue, María Eugenia Barrera Segura,
y uno de sus ayudantes, Gregorio Martínez Gómez, quienes
"se hallan prófugos".
Unas
15 personas que trabajaban en el lugar han huido también, en tanto
más de cien internos que se encontraban ahí en busca de rehabilitación
están siendo recogidos por sus padres y familiares.
Se indicó que la agencia del Ministerio Público
en Tuxpan abrió una investigación respecto del homicidio
y otros presuntos hechos delictivos que se cometían en dicho centro.
La misma PGJE señaló que en las investigaciones
del homicidio de Toledo Mejía han declarado los internos Rodrigo
Torres Elenes, María Antonia Aguirre Santini, Rodrigo Ramos Hernández,
Damián Contreras Monroy, María del Rosario Rodríguez
Gordian, Isaura Guadalupe Aguilar Chiquete y Víctor Felipe Flores
Zamora, quienes indicaron que el hoy occiso era golpeado constantemente
porque no obedecía las órdenes de La Madrina (como
llamaban a la directora) ni de los ayudantes, e incluso una vez trató
de escaparse, por lo que fue atado.
El día del crimen, quienes lo golpearon y torturaron
fueron los internos Ulises Gameros Hernández y Hernán Alberto
Rojas Prado, quienes tras ser detenidos declararon que recibían
órdenes de los directivos.
Todos los declarantes -se informó- dijeron haber
sido golpeados, atados de pies y manos y torturados en diversas ocasiones.
La PGJE informó que se ha iniciado la búsqueda
de Barrera Segura y su ayudante principal, Martínez Gómez,
como posibles autores intelectuales del homicidio y responsables de los
delitos de tortura y privación ilegal de la libertad (algunos de
los internos dijeron haber sido recluidos sin su consentimiento, por órdenes
de familiares que pagaban por ello).
Parientes de los internos empezaron a sacarlos del lugar
desde la semana anterior, cuando La Jornada dio a conocer la situación
que imperaba en el mencionado albergue.
"Nosotros no sabíamos lo que les hacían,
pues cuando veníamos a pagar nadie nos decía nada", señaló
Juan Paredes, padre de uno de los internos.
Hoy clausuraron de forma definitiva el albergue, por lo
que algunos internos fueron trasladados a sus lugares de origen, principalmente
de esta capital, Tecuala, Santiago Ixcuintla y Ruiz, aunque había
también de Jalisco y Sinaloa.
En una entrevista realizada por este diario durante la
investigación periodística que permitió revelar la
situación que se vivía en El Oasis, la directora de ese lugar,
Barrera Segura, señalaba que "la estancia de los pacientes en nuestro
centro es a la fuerza, es, como se dice, a güevo.
"Hay unos que caen por su propio pie y a los dos o tres
días empiezan a sentir la desesperación por la ganas de drogarse
y entonces nos dicen que se quieren ir, pero nosotros ya no los dejamos
salir.
"Tenemos
aproximadamente 150 personas internadas. Tengo muchos adultos, pero también
personas de 14 y 15 años, y es muy difícil, porque lloran
y hacen cosas por el deseo de droga. Yo veo cómo se revuelcan en
el suelo, cómo le piden a uno: "déjeme salir, ya me voy a
portar bien, pero traen en su mente volverse a drogar."
La Madrina se refirió entonces al tratamiento
que se daba a los internos: "Los pacientes tienen que estar alrededor de
un mes con tratamiento, dormiditos, y nada más se despiertan para
darles de comer. Hay unos que se han cortado las venas o han tratado de
suicidarse y les amarramos sus manitas y sus piecitos 15 días para
no dejar que se nos muera un ser humano".
Sin embargo, el pasado jueves Miguel Angel Toledo Mejía
murió tras ser golpeado al parecer por otros dos recluidos.
El reporte de la Policía Judicial del Estado indica
que el interno murió "debido a las alteraciones que le causaron
los años de consumo de drogas. No podía controlar los esfínteres
y defecaba en la ropa, lo que molestó a un grupo de internos, quienes
le propinaron una golpiza y le causaron fracturas en varias costillas,
hundimiento de tórax y estallamiento de vísceras, así
como heridas en la cara y contusiones en todo el cuerpo". Hay dos detenidos
como presuntos responsables del homicidio de Toledo Mejía.
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