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México D.F. Lunes 29 de marzo de 2004
La producción, adaptada a ese monumento
histórico
De la nada, exhibición de cuatro pintores
en el Ex Teresa Arte Actual
MERRY MAC MASTERS
Los cuatro son pintores y amigos, pero lo que quizá
más unió a Jorge Alvarez, Pedro Escapa, Roberto Turnbull
y Boris Viskin, a la hora de trabajar su exposición De la nada,
para Ex Teresa Arte Actual, fue, por un lado, lo que les sugería
la antigua iglesia virreinal; por otro, lo que no se les permitía
hacer allí, debido a que el inmueble es monumento histórico.
Boris
Viskin (ciudad de México, 1960), cuya serie Objetos culpables
ocupa la nave central, manifiesta su gusto por encontrar un espacio antiguo
con obra del presente, ya que la "contradicción" se contrapone a
la "convivencia". Como en Ex Teresa no se puede clavar nada, la obra tenía
que recargarse en la pared, lo que a la mera hora resultó "perfecto",
afirma, porque en general la serie está concebida para el piso.
El título, explica Viskin, lo tomó de una
frase del cineasta David Cronenberg, quien ha expresado: "no hay objetos
inocentes; todos son culpables por definición".
La idea, continúa Viskin, era trabajar con objetos
cotidianos, como un huacal, un mueble o una silla y "manipularlos o presentarlos
de otra manera en convivencia con la pintura, a veces en una contradicción
que en algunos casos raya en lo ridículo, sin sentido. Hubo algo
que me atrapó de este híbrido de pintura-objeto".
En el ábside del edificio, Viskin conjuga dos imágenes
de sufrimiento: una gran estrella amarilla, que tiene escrita la palabra
Jude, y un Cristo. Explica: "Pensaba titularla El evangelio según
mi abuelita. Para mí era regresar al presente y ver el sufrimiento
como algo que hay que ubicar siempre en la actualidad. No siempre buscar
de nuevo los culpables del pasado y los castigos en el presente". Lo hizo,
agrega, "a partir de símbolos de mi infancia, de mi condición
judía". Dice haber visto la película La última
tentación de Cristo cuando su obra ya estaba en proceso.
A su vez, Pedro Escapa (Barcelona, 1966), con 22 años
de radicar en Guadalajara, presenta una suerte de homenaje a los indigentes
mediante una pieza que resultó de encerrarse 10 días en su
estudio, no bañarse y dormir en el piso. Todo nació, explica,
porque "trabajaba sobre otro proyecto, de muchos números. Llegó
un momento en que estuve harto y decidí encerrarme en el estudio
para ver si me acababa de emborrachar y vomitaba todo lo que tenía
o de plano lo digería".
Su obra De la vista el amor consiste en 10 impresiones
digitales sobre acetato, que cuelgan en hilera. Durante el tiempo del encierro,
Escapa se retrataba cada día a la misma hora. En el registro fotográfico
acaba desaliñado. Forma parte de esta instalación un maniquí
acomodado en posición fetal en el piso, vestido con la ropa sucia
que usó el pintor. El "alma" del proyecto, asevera, son dos textos,
uno de Pablo Neruda y otro de Alberto Einstein, en los que se habla de
"la indiferencia hacia los vínculos de aceptación de la sociedad
y la familia".
En tanto, Roberto Turnbull (ciudad de México, 1959)
no pudo clavar sus cuadros en la pared, pero aparecieron por allí
unas vitrinas en las que colocó su trabajo, con el nombre Muestrario.
Es como si fuera uno a la tienda a pedir un muestrario de colores, apunta.
Mientras, la ambientación que el jalisciense Jorge
Alvarez hizo para la capilla parte de la convivencia de lo erótico
con lo religioso. Hace dos años, al estar sentado solo en una iglesia,
narra el también músico, empezó a "fantasear con la
cara de los santos e imaginarme cosas sensuales a través de ver
sus expresiones", tras lo cual escribió un texto que guardó
en un cajón. Hace poco, abunda, hizo un viaje a India, donde le
llamó la atención que en el interior de varios templos había
una imagen de "la unión de un pene con una vagina". El conjunto
incluye música, un par de dibujos, el fragmento de un video, cera
y muchos pétalos de rosa.
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