MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Las promesas desmedidas devalúan a la democracia

Según el Latinobarómetro, la gente apoyaría un gobierno duro si éste hace crecer la economía

LAS CAMPAÑAS POLITICAS repletas de promesas -que abarcan desde una mayor distribución de la riqueza y el ingreso hasta la generación de empleo suficiente y bien remunerado, pasando por el más amplio abanico de ofertas "para mejorar las condiciones de vida de los votantes"- caracterizan el democrático panorama electoral de América Latina.

CUANDO EL VENCEDOR en las urnas concluye su etapa proselitista y pasa a despachar en palacio de gobierno -localícese donde se localice-, el cúmulo de ofertas comprometidas suele ser remplazado por una riqueza de pretextos que intentan justificar el incumplimiento de las promesas de campaña.

ALGUNOS CINICOS CONSIDERAN que durante las campañas electorales es necesario prometer en demasía -conscientes, desde luego, que ni lejanamente podrán cumplir con lo ofrecido-, porque entonces, dicen, Ƒcómo ganamos las elecciones? ƑCómo votarían por nuestro candidato? ƑCómo llegaríamos a Los Pinos... perdón, a palacio de gobierno?

EL HECHO ES que entre lo prometido y lo realizado (en los hechos, no en los discursos) hay un océano de diferencia, alimentado por quienes terminan ocupando la primera magistratura en cualquiera de las naciones latinoamericanas. Esta creciente brecha ha provocado un progresivo malestar entre sus gobernados, quienes si bien mayoritariamente se pronuncian por la democracia como único camino para alcanzar el desarrollo, más de la mitad de los habitantes de la región estaría dispuesta a que "otro tipo de sistema político" accediera al poder si ello les garantiza la solución de sus problemas económicos y sociales.

COMO REGULARMENTE SE procede desde 1995, en el marco de la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo -que recientemente se efectuó en Lima, Perú- se difundieron los resultados del Latinobarómetro 2003, una encuesta -concluida en octubre de ese año- que aborda el tema "democracia y economía" en América Latina. La muestra incluye 18 mil 638 entrevistas en 17 países de la región.

UNA DE LAS conclusiones es que si bien 64 por ciento de los encuestados está de acuerdo con que la democracia es el único sistema para alcanzar el desarrollo, más de la mitad -52 por ciento- admitió que "no les importaría que llegara al poder un gobierno autoritario si fuera capaz de resolver los problemas económicos."

SOBRE ESTE PUNTO reconoce que la democracia en la región no ha logrado mayores apoyos, aunque subraya que tal vez el mayor logro de dicho sistema político en Latinoamérica "es no haberse desmoronado a pesar de los años de crisis."

ENTRE LOS ASPECTOS que resalta el Latinobarómetro 2003 se encuentran "el miedo al desempleo, el ingreso subjetivo y la democracia". Nicaragua (41 por ciento) y El Salvador (37 por ciento) son los países de la región que tienen las mayores proporciones de pobla- ción que consideran que con sus ingresos familiares "no les alcanza, tienen grandes dificultades." En promedio, 23 por ciento de la población de los 17 países incluidos en la encuesta dice tener problemas de esta naturaleza, lo que "tiene un fuerte impacto sobre el apoyo a la democracia."

ENTRE 1996 Y 2003 la región reporta pérdida de confianza en todas las instituciones involucradas en la encuesta. Este es "uno de los puntos centrales del problema de consolidación de la democracia. La Iglesia, la televisión y los militares son los que más confianza pierden. Los determinantes de las confianzas son el grado de conocimiento, la percepción de igualdad de trato y todas las variables que tengan relación con el grado de inclusión percibida. En ella la corrupción es un factor que hace aumentar la desconfianza."

LA EVALUACION DE la política y de los partidos políticos arrojó el siguiente resultado: "hay bastante evidencia de una buena dosis de cinismo político; lo que la gente opina sobre la política contradice el comportamiento. Si casi 90 por ciento dice que desconfía de los partidos, Ƒpor qué 42 por ciento está dispuesto a votar por ellos y 39 por ciento dice que tienen poder? Esta percepción aumenta más de 13 puntos desde 2002. La opinión de la gente sigue la agenda informativa, y el comportamiento lo contradice. Hay que observar el rol que juegan los medios en este proceso."

SOBRE ESTOS ULTIMOS señala que entre los latinoamericanos "la televisión pierde 14 puntos de confianza entre 1996 (50 por ciento) y 2003 (36 por ciento), y permanece como la principal fuente de información, aunque disminuye. En el análisis comparado con otras tres regiones del mundo, la televisión juega un papel más preponderante en América Latina porque no tiene alternativas. El rol de la televisión en el análisis de la democracia resulta de la mayor importancia."

LA EVOLUCION DE la credibilidad en la democracia demuestra que de 1995 a la fecha ésta "no depende del desarrollo económico, aunque se ve afectado por él en grandes dimensiones. Tampoco desciende sustancialmente con las crisis políticas en el periodo 1996-2003. Entre estos años ha perdido con las crisis en promedio 8 puntos porcentuales de apoyo (de 61 en 1996 a 53 por ciento en 2003)... El apoyo a los gobiernos y la satisfacción con la democracia dependen de la economía y del desempeño de las autoridades y fluctúan con las elecciones y los vaivenes del crecimiento."

PARALELAMENTE, LA GRAN mayoría de la población no siente que participa del mercado y que éste no le ha traído beneficios. Sólo 16 por ciento se muestra satisfecho con la economía de mercado y un número creciente de personas, año tras año, muestran su insatisfacción "con los beneficios de las privatizaciones". En 2003, 22 por ciento afirmó que la venta de empresas propiedad del Estado ha beneficiado a la población, contra 28 por ciento en 2002.

SIGAN CON LA práctica de ganar elecciones mediante promesas que nunca cumplirán.

Las rebanadas del pastel:

ƑQUÉ RARO? DICEN que hay crisis en el IMSS... Habría que preguntarle a Ernesto Zedillo, porque en febrero de 1998 afirmaba que "la nueva Ley del Seguro Social ha permitido a la institución liberarse, para siempre, del pasivo que amenazaba su salud financiera y que limitaba drásticamente su capacidad para atender las necesidades presentes y futuras de los derechohabientes y de sus familias"... Lo encuentran en la Universidad de Yale.

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