México D.F. Martes 6 de abril de 2004
ENTREVISTA /SOLA,
TXOKARRO, GOROSTIAGA Y SOTO, VASCOS LIBERADOS
Tortura, la estrategia de Madrid contra Euskal Herria
IMPOTENCIA, LO QUE MEJOR DEFINE NUESTRO ESTADO DE ANIMO,
DICEN
Acaban de ser exculpados de un delito no cometido por
el que dicen que pensaban pasar muchos años en la cárcel.
Pero no se creen protagonistas de una historia excepcional; recuerdan que
hay muchos vascos condenados sólo por declaraciones en comisaría.
Y se niegan a ser utilizados por quienes avalan el sistema.
MARTXELO DIAZ Y RAMON SOLA GARA
Irunea, 5 de abril. Aurken Sola, Jorge Txokarro,
Ainara Gorostiaga y Mikel Soto se rebelan ante quienes los comparan con
"los cuatro de Guilford"*. Su caso, admiten, es inusual, pero puede estar
ocurriendo hoy mismo, cada vez que un vasco está incomunicado en
una comisaría.
-¿Qué sensación tienen tras haber
sido liberados luego de dos años de prisión?
Jorge Txokarro: Existe una alegría evidente porque
estás en la calle cuando ya no te lo esperabas. Pero lo que mejor
define nuestro estado de ánimo es la impotencia.
Mikel Soto: Teníamos asimilado que nos íbamos
a comer el muerto o que, al menos, íbamos a ir a juicio.
JT: En operaciones policiales de este tipo, tienes muy
pocas posibilidades. Hay muchos casos que no tienen la relevancia del nuestro,
pero hay mucha gente joven que conoce la prisión simplemente por
declaraciones a la policía obtenidas bajo torturas. Nosotros no
pensábamos que íbamos a salir en libertad con las acusaciones
que teníamos encima.
MS: Claro, es que ahora se habla de la existencia de informes
policiales que nos exculpaban, pero para nosotros las pruebas que había
hace dos años y las de hace dos meses eran las mismas. No había
nada diferente.
-¿Hay alguna hipótesis que explique todo
lo ocurrido? ¿Por qué actuó así la Guardia
Civil y el resto del engranaje?
JT: Pienso que todo esto forma parte de una estrategia
generalizada que se está dando en Euskal Herria, y a raíz
de las proscripciones mucho más. La tortura se utiliza para sacar
información, pero también para infundir una especie de miedo
generalizado en todos los ámbitos, y nos ha tocado a nosotros por
ser jóvenes y por tener un compromiso.
MS: En este sentido, cuando nos detienen a Ainara y a
mí, y luego a Jorge y a Aurken, la pregunta que se hace todo el
mundo es: hasta dónde quieren llegar. Porque si seguían tirando
de la cuerda en Irunea no se salvaba nadie... Todos éramos personas
muy visibles y conocidas ahí.
JT: Por eso, el factor del miedo es muy importante para
tratar de intimidar a todo aquel que esté dispuesto a denunciar
mil problemas que pueda sufrir este pueblo.
-¿Qué es lo que más molesta de todo
lo escuchado tras la excarcelación?
MS:
Todo lo que les hemos dejado de escuchar durante dos años y todo
lo que les hemos escuchado en estas dos últimas semanas es de vergüenza.
Mucha gente, fundamentalmente los responsables de EA (Euskadi Alkartasuna)
y PNV (Partido Nacionalista Vasco), deberían responder ante la opinión
pública de un montón de cosas. ¿Cómo pueden
tener tanta cara de escandalizarse con la tortura y con la incomunicación
de la Guardia Civil, cuando su policía aplica la incomunicación,
la "legislación antiterrorista", y tortura a ciudadanos vascos?
¡Pero si nosotros nos hemos encontrado con esos detenidos en la cárcel!
Hemos estado con presos que han pasado por manos de la Ertzaintza (policía
vasca autónoma) y han sido torturados. Y luego les oyes hablar de
qué puede llegar a sentir una persona en esas circunstancias. ¿Cómo
se supone que la Ertzaintza consigue autoinculpaciones si no es por medio
de la tortura? ¡Es que así lo dice el informe de la ONU! (Theo)
Van Boven (relator del organismo mundial para la tortura) dice que la Ertzaintza
tortura, como la Policía Nacional o la Guardia Civil.
"Han tenido un cinismo impresionante. Los de EA se concentraron
el otro día en Irunea para pedir que se investigaran las torturas
sufridas por Ainara. ¡Pero si todos los detenidos en esa operación
denunciamos torturas! ¿Es que no lo sabían hace dos años?
¿O es que no hay que aclarar las torturas a Mikel Aiensa? Nos hemos
convertido ahora en una excusa para hacer política en el sentido
que a ellos les conviene. El problema que vemos es que la polémica
se está centrando mucho en nosotros, pero ahora le está pasando
lo mismo a mucha gente. ¡Ahora es cuando hay que denunciar todo lo
que ocurre con las detenciones preventivas, no cuando salga el fiscal dentro
de dos años diciendo que esas personas estaban en una lista que
no era tal! Hay elementos para que los partidos, las instituciones y los
grupos sociales denuncien esa realidad. En resumen, no es un problema de
nosotros cuatro, sino de la estrategia que llevan los estados que, como
parte del conflicto, utilizan la justicia y la legislación y se
saltan a la torera un montón de supuestas garantías que existen
en una democracia."
JT: Hemos estado viendo cómo responsables políticos
echaban balones fuera, cómo ni se dignaban recibir a nuestros familiares.
Y ahora te utilizan porque pasan de esa situación, dos años
después, a aprovecharla para salir ante la sociedad y posicionarse
en defensa de los derechos humanos.
-¿Se sienten utilizados?
MS: A mí no me importa que los grupos que nos apoyaron
al principio ahora usen nuestro caso para atacar al sistema desde su punto
de vista. Damos esta entrevista a Gara porque siempre ha dado seguimiento
y credibilidad a lo que decían nuestras familias. Lo mismo que el
semanario Berria. Que Batasuna utilice este caso para dar una rueda
de prensa me parece legítimo, porque siempre nos han apoyado. Lo
que me enfada es que gente que ha pasado de nosotros ahora nos utilice,
y además intente personalizar el caso en Ainara como excusa, para
aprovecharse del momento postelectoral. No cuestionan la legislación
antiterrorista ni la tortura en su sentido más amplio. No basta
con decir que hay que aclarar este caso. Hay que hacerlo en todos los casos
de tortura. Y erradicarla. Ellos tienen la posibilidad. Si no aplican los
nueve puntos del TAT, que apliquen al menos los que propone Van Boven.
¡Están en connivencia con la tortura que practica la Ertzaintza!
¡No se puede tener tanta cara!
-¿Duele más esa posición de PNV o
EA que lo que pueda decir Miguel Sanz?
MS: Sanz es un impresentable y una persona que no está
preparada para vivir en democracia mas que cuando le sirve para sus fines.
Pero es sincero y dice lo que le sale. El cree que somos etarras y dice
que somos etarras. Se descalifica a sí mismo, pero el resto duele
infinitamente más.
Ellos saben que a Mikel Aiensa le torturaron, o que la
Ertzaintza tortura a quien detiene, pero ahora les conviene denunciar nuestro
caso y alimentan la teoría del error judicial y piden responsabilidades
en ese ámbito sobre Ainara, pero se callan el resto. Esto es lo
que más rabia me produce a mí.
-¿Y esa comparación con los "cuatro de Guilford"?
JT: No estamos de acuerdo con las noticias que aparecen
en algunos medios de comunicación que nos presentan como "los cuatro
de Irunea". Puede que el nuestro sea un caso especial, pero hay mucha gente
que se enfrenta a algo similar debido a la política represiva que
se está llevando en contra de la juventud y también contra
movimientos culturales y sociales, porque últimamente vemos que
hay personas de avanzada edad que también están entrando
en prisión. Nuestro caso es algo especial, pero también es
generalizado.
MS: Detrás de lo de los "cuatro de Irunea" no hay
un error, sino que está el tema de las torturas. Nuestro caso es
una excepción porque hemos tenido una suerte de mil pares de narices.
Pero es que hay un montón de casos en los que, como no son tan espectaculares,
la gente se come un montón de años. Y a nadie le escandaliza.
Si se quiere denunciar algo utilizando nuestro caso, hay que generalizar,
porque no es algo aislado.
"En la Audiencia Nacional pasa esto semana tras semana,
pero sólo Gara y alguno más informan sobre ello. En
estos casos ves que la mayoría de las condenas son por declaraciones
obtenidas bajo torturas. Y con eso solamente reparten decenas de años
de cárcel como si fueran caramelos."
JT: Utilizan a la justicia para hacer frente a la reivindicación
que existe en Euskal Herria.
MS: Nosotros hasta hace dos meses éramos cuatro
putos etarras. Es así; la gente no se pregunta los motivos cuando
te han condenado. Ahora hemos ascendido en el escalafón en el Diario
de Navarra hasta ciudadanos navarros, que es lo máximo que se
puede ascender.
-¿Qué pudo suponer la lucha de los familiares
en defensa de su inocencia? En su momento no tuvo mucho eco.
MS: Parte de lo que está pasando es fruto del trabajo
que han hecho nuestras familias. El detonante ha sido ahora, pero el trabajo
que hicieron las familias sembró la duda, y en otro montón
de sitios escandalizó. Entre otras cosas, prepararon dossiers
en los que aparecían nuestros testimonios de torturas y hay gente
que nos ha dicho que se le ponían los pelos de punta al leerlos.
La duda se ha ido fraguando durante dos años y ese trabajo ha dado
sus frutos. Pero lo que no se puede pretender es que tras siglos de ocupación
militar e Inquisición, y con una dictadura de por medio, la sociedad
tenga la madurez democrática que tiene en Bélgica. Cuando
estuve en Holanda en el juicio a Esteban Murillo, el juez, que hablaba
en flamenco, al mencionar la palabra "incomunicación" lo hacía
en castellano. Allí no tienen una palabra que defina esa realidad.
Son siglos de democracia y aquí hay lo que hay, y encima sufrimos
un retroceso.
JT: La impotencia no se limita a lo que ha pasado con
nosotros, sino que es general, ya que ves que se sigue manteniendo impune
la tortura, un sistema jurídico totalmente caduco y un Estado de
desecho, más que de derecho. Te ves inmerso dentro de un barullo
que está perfectamente organizado. Nadie es inmune a todo esto.
Le puede pasar mañana mismo a cualquier otro.
Aurken Sola: Cuando nos detuvieron vimos claro que lo
que nos hicieron se lo podían hacer a cualquiera. No somos los únicos.
A la luz salen sólo algunas cosas, pero suceden muchas más.
-¿Qué se le puede decir a quien siga negando
la existencia de la tortura?
MS: Es algo inasumible en una democracia. Pueden cambiar
las leyes para hacer lo que quieran: para alejar a los presos o para que
no podamos estudiar. Pero no pueden hacer una ley para amparar la tortura.
Admitir que se tortura es asumir que aquí no existe democracia,
y ése es el problema. Si hablas con un votante del PSOE y admite
que se tortura, tiene que tomar un compromiso ante eso. Así que
prefieren no ver la tortura. El PP y el PSOE tienen un pacto de Estado
para decir que la tortura no existe. El año que viene va a venir
el relator contra la tortura y les va a volver a decir a los del PSOE que
existe la tortura, y van a decir lo mismo que el PP.
-Al margen de todo esto, ¿qué conclusión
se extrae del paso por la cárcel? ¿Cómo está
la situación?
AS: Bastante mal, porque la regresión de derechos
en el interior de las cárceles es enorme. Por eso han puesto el
Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria. Cada vez aprietan las tuercas
más con la reducción de las visitas. Fallaron con la dispersión
y ahora tiran de esta herramienta.
MS: En los dos años se ha notado mucho esa regresión,
que se ha extendido a muchas cárceles. La limitación de visitas
a 10 amigos, por ejemplo, empezó en Soto, pero luego se extendió
a todos los sitios, y cada semana se suma una nueva. Pero el colectivo,
aunque es más variado que nunca porque hay gente presa por casi
cualquier cosa, a la vez está más unido que nunca. Y nos
hemos sentido muy arropados.
* Cuatro jóvenes inocentes que permanecieron
en la cárcel durante 15 años acusados de haber participado
en un atentado del ERI en un bar de Guilford, en 1974, en el cual murieron
cinco personas.
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