México D.F. Martes 6 de abril de 2004
Afectadas 7 colonias por repentina avenida del
río Escondido; hay 4 mil damnificados
Riada en Coahuila deja 31 muertos y 50 desaparecidos
Sin energía, el sector sur de Piedras Negras;
es la mayor tragedia ocurrida en el estado: Enrique Martínez
ALONSO URRUTIA ENVIADO
Piedras
Negras, Coah. 5 de abril. Al menos 31 personas murieron en siete colonias
ubicadas al sur de la cabecera municipal de esta localidad; hay más
de 50 desaparecidos y entre 2 mil 500 y 4 mil damnificados, como resultado
de la inundación que alcanzó más de 2 metros de altura,
provocada por una repentina avenida del río Escondido -afluente
del río Bravo-, el cual se encuentra seco la mayor parte del año.
El Escondido desencadenó una riada que golpeó
las colonias El Vergel, Delicias, Periodistas y los tres sectores de la
comunidad Presidente. Las intensas lluvias -55 milímetros de agua
por metro cuadrado, volumen inusual para la región- se presentaron
durante el domingo en la sierra de Coahuila, conocida como Del Burro, y
escurrieron al río, cuyo torrente arrastró vehículos,
árboles y todo lo que topó a su paso, explicó la Dirección
Estatal de Protección Civil (DEPC).
Ninguna casa de la región afectada se salvó
de quedar anegada por al menos metro y medio de agua, y 300 quedaron totalmente
destruidas. Más de 2 mil 500, según cifras del alcalde, Claudio
Bress García, tienen daños de diversa magnitud. El sector
sur de la ciudad perdió el servicio de energía eléctrica.
Tampoco tiene agua. Hay 44 personas hospitalizadas y los cinco albergues
improvisados por las autoridades no dejaban de recibir damnificados esta
noche.
El puente que comunica al ferrocarril procedente de Monterrey,
Nuevo León, quedó levantado "como chicharrón" y un
tramo de vía de aproximadamente dos kilómetros está
totalmente destruido, indicaron mandos militares.
Fue "la tragedia más grande" ocurrida en la entidad,
definió el gobernador Enrique Martínez y Martínez
ante el presidente Vicente Fox Quesada, quien acudió a evaluar la
situación junto con los titulares de las secretarías de Gobernación,
Salud y de la Defensa Nacional, así como de la Comisión Nacional
del Agua, Santiago Creel, Julio Frenk, Clemente Vega y Cristóbal
Jaime Jáquez, respectivamente.
"La fuerza del agua fue impresionante y el río
se desbordó en unos minutos, no hubo tiempo de reaccionar", dijo
la directora de comunicación social del ayuntamiento de Piedras
Negras, Marcela Aguirre. "Es muy desoladora la situación que vivimos."
El secretario de Salud, Julio Frenk Mora, señaló
que la noche del lunes llegarían a Piedras Negras dos brigadas para
atender riesgos sanitarios y epidemiológicos. Indicó que
se hospitalizó a 44 personas, "la mayoría con fracturas,
traumatismos, pero todas ellas están estables y fuera de peligro".
El titular de la DEPC, Sergio Robles Garza, señaló
que el desbordamiento del río Escondido ocurrió a las 8 de
la noche del domingo,"y bomberos y policías municipales alertaron
a decenas de familias sobre la posibilidad de que se registraran inundaciones".
Indicó que hay por lo menos 50 personas desaparecidas,
y no descartó que el número se eleve a 70.
Agregó que "la mayoría" de los fallecidos
-sus cuerpos fueron concentrados en el Hospital Civil de Piedras Negras-
tenían entre 60 y 90 años, además de las niñas
Mariana Zucel y Mónica Yazmín Alvarado, de seis y tres años
de edad, respectivamente.
La Secretaría de Gobernación declaró
emergencia en los municipios de Piedras Negras y San Juan de las Sabinas,
con lo que se activaron recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales
(Fonden), para atender a la población afectada, a la que también
auxiliaron elementos del Ejército Mexicano, que pusieron en marcha
el Plan DN-III e instalaron cinco albergues.
A solicitud del mandatario Martínez y Martínez,
Gobernación envió a la entidad 5 mil colchonetas, 5 mil cobertores
y 5 mil despensas, informó el titular de la dependencia, Santiago
Creel Miranda.
Efectivos de la Dirección de Protección
Civil de Nuevo León, en dos helicópteros llevaron víveres
a unas 500 personas del ejido La Maroma, el cual quedó incomunicado
pues la corriente arrasó con el camino de terracería.
Alrededor de las 20 horas del lunes se suspendieron las
tareas de búsqueda y rescate de personas, acciones que se reanudarán
al amanecer de este martes.
Según el Servicio Meteorológico Nacional,
el frente estacionario número 49 se mantenía sobre el norte
de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, lo que favorecería
nuevas tormentas para la noche del lunes.
(CON INFORMACION DE LA CORRESPONSALIA
EN COAHUILA, FERNANDO LOPEZ Y CIRO PEREZ)
"Nunca nos avisaron... por eso nos cargó la chingada"
Piedras Negras, Coah. 5 de abril. De las calles fangosas de Villa de Fuente que dan al Río Escondido, un camión oficial evacua a algunos damnificados. Ahí va media docena, entre los cuales se escucha una voz femenina indignada, que grita: "nunca nos avisaron, por eso nos cargó la chingada...".
Han pasado varias horas del desastre más grande que aquí se recuerde y el paisaje es casi surrealista. Autos sobre azoteas; la vía del tren arrancada por la fuerza que alcanzó el río, el cual derrumbó un puente que, aseguran, iba a cumplir un siglo, y decenas de casas que han perdido toda forma, abatidas por la furia natural. Furia que se llevó 31 vidas confirmadas por Protección Civil y una cifra de desaparecidos que oscila entre 20 y 50.
Leopoldo Aguilar, joven trabajador de una tienda de autoservicio, aventura el tiempo que duró el cataclismo. "No más de media hora."
Otros calculan una hora desde que comenzó a subir el nivel del río hasta el clímax de la inundación. Lo cierto es que a pesar de que a las 19 horas del pasado domingo ya no llovía, un mensaje de la Rancherita del Aire anticipó el desastre: "del ejido La Maroma -dijo el locutor sin la alarma que requería el caso-, nos dicen nuestros amigos que el río va muy crecido".
La Maroma es una comunidad que está a unos 30 kilómetros de Villa de Fuentes. Poco después, a su paso por la zona urbana, la corriente subió desmesuradamente en apenas unos minutos. Fue una madrugada -cuentan- caótica y mortal.
Alberto Flores, mecánico de la calle de Allende -contigua al río- narra que apenas pudo ver cómo en unos instantes el agua comenzó a subir y apenas le dio tiempo de gritarle a la familia y apresurarla a salir. Tras de esto su casa fue azotada por la corriente hasta derrumbarla; destruyó la media docena de automóviles que reparaba y derrumbó otras tantas casas de la misma calle de Allende. No sabe que pasará, de seguro sus clientes le reclamarán porque la pérdida de los autos es total.
El entronque con la calle de Negrete es un caos. Es la más cercana al río y corre paralela a éste. Casa tras casa están derrumbadas y hay esquinas donde se apilaron los carros de manera increíble.
Casi al anochecer pocos son los que se han aventurado a regresar a sus viviendas, quizá no tengan temor de soportar mayores pérdidas pues no hay ni qué robarse. El agua arrasó con todo.
Algunas cuadras más adelante donde están los abarrotes El Paisa cuenta Leopoldo Aguilar, dos menores de tres y seis años subieron inútilmente a la azotea. No fue suficiente la altura para salvarlos. Se los llevó el agua. En la esquina murió doña Juana en la soledad de su casa; sus 75 años ya no le dieron tiempo para reaccionar.
Otras historias no terminaron tan trágicas, como la de una joven que pudo treparse a un árbol para evadir la inundació y por lancha se logró salvarle la vida.
Al atardecer de este lunes la gente ya tiene claro que las lluvias intermitentes en la ciudad que cayeron este domingo no fueron la causa directa de la desgracia. Saben que todo provino de las tormentas en la Sierra de Múzquiz, que incrementaron sensiblemente el caudal de los ríos San Antonio y Escondido hasta provocar desbordamientos. Los residentes de Villa de Fuentes aún no dan crédito a lo sucedido. Graco Alvarado, gerente del motel Las Palmas, afirma que el agua destrozó todas las habitaciones de la planta baja; sólo le dio tiempo de avisar a los siete clientes que a esas horas ocupaban el motel. Todos salieron con vida.
Parece tranquilo, pero sabe que las perdidas son cuantiosas, como también las del diario La Voz, que está apenas a una decenas de metros del paso del río Escondido. Nada más de ver los diversos automóviles de su propiedad, que ahora son chatarra y que están regados por las calles de Villa de Fuentes da una idea de la devastación provocada.
Los estragos llegaron hasta las iglesias. La parroquia del pueblo pudo ser evacuada al filo de las 3 de la mañana cuando el agua bajó. Algunos fieles y párrocos debieron subirse casi al campanario para sortear el desastre natural.
En la sede de los Testigos de Jehová la suspensión de la energía eléctrica fue el aviso para dar por concluida la ceremonia, una convocatoria a salir en calma porque "el río apremia" fue el último llamado antes de que los fieles salieran del templo para sumergirse en el caos que para entonces eran las calles de Villa de Fuentes.
Casi al anochecer, tras la visita del presidente Fox y varios secretarios de Estado los escuadrones de Protección Civil estatal y municipal y centenares de soldados improvisan bordos con sacos de arena en previsión de una nueva crecida del río Escondido. Y es que el rumor entre la gente de que la desgracia volverá pronto. Dicen que volverá a llover. ALONSO URRUTIA, ENVIADO
Con otros funcionarios recorrió las comunidades
afectadas
Fox ordena canalizar apoyos del Fonden a Piedras Negras
Pide que la tragedia no sea usada con fines políticos
Piedras
Negras, Coah., 5 de abril. En un recorrido por las comunidades afectadas
a consecuencia del desbordamiento del río Escondido, el presidente
Vicente Fox se comprometió a dar todo el apoyo del gobierno federal
a los damnificados por las intensas lluvias de las últimas horas,
en las que han muerto 31 personas, según cifras oficiales.
Vicente Fox también hizo un llamado para que de
esta tragedia no se hagan usos políticos.
Acompañado por los secretarios de la Defensa Nacional,
Gobernación, Salud y Desarrollo Social, el titular del Ejecutivo
asumió el compromiso de que las áreas responsables seguirán
trabajando en localizar a los desaparecidos. "Lo van a hacer el Ejército,
las autoridades locales, para encontrar a cualquier persona que no se conozca
su paradero".
El presidente Fox verificó personalmente el cumplimiento
de las instrucciones giradas a las diversas dependencias del gobierno federal
para atender la emergencia provocada por el fenómeno meteorológico.
"Que no quede duda de que los vamos a apoyar para mitigar la difícil
situación que enfrentan y de que vamos a estar con ustedes, a su
lado, para ayudarlos a reponer lo que perdieron", dijo a familias reubicadas
por el Ejército Mexicano en el auditorio Santiago V. González,
habilitado como albergue temporal para protección de los afectados.
Hay alrededor de 2 mil personas damnificadas en los cinco albergues instalados.
Ordenó a los titulares de Gobernación, Salud,
Comunicaciones y Transportes y Defensa Nacional intensificar los operativos
respectivos, a efecto de que sin demora se distribuyan medicinas y alimentos,
se restablezcan las comunicaciones, se proteja a los pobladores de cualquier
otra secuela de las lluvias y se dé seguridad a los bienes de quienes
debieron ser trasladados a los albergues.
Igualmente, giró instrucciones a la Secretaría
de Desarrollo Social para que de inmediato evalúe las condiciones
de los daños y se haga lo necesario para asegurar que no falte nada
en las tareas de reconstrucción.
"Estoy instruyendo a los responsables de las áreas
de Vivienda y del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) para que
realicen un plan de trabajo y canalicen los apoyos económicos, que
habrán de sumarse a las tareas de rehabilitación", señaló.
Además, el primer mandatario dio instrucciones
precisas a todo el equipo de trabajo del gobierno federal de estar a las
órdenes de las autoridades locales, de los gobiernos del estado
y municipal, para que con rapidez se dé respuesta a cualquier petición
o demanda que se presente.
Luego del recorrido, sostuvo una reunión en el
aeropuerto de Piedras Negras, donde fue notificado de los daños
que causó la corriente del río Escondido, así como
de las acciones que se llevan a cabo para apoyar a la población
damnificada, así como de las medidas de protección que se
aplican en apoyo y protección a los damnificados por parte de las
diversas dependencias federales.
Ahí, Vicente Fox reiteró su apoyo al gobernador
del estado, Enrique Martínez y Martínez, y a los alcaldes
de Piedras Negras y San Juan de Sabinas, municipios a los que ya se les
dio la declaratoria de emergencia.
Expresó que con la declaratoria de zona de emergencia
se canalizarán recursos del Fonden para ayudar a los afectados en
la reconstrucción de sus viviendas y la infraestructura urbana.
Junto con autoridades desalojan a habitantes de El Remolino
El Ejército pone en marcha el Plan DN-III en Nuevo Laredo
CARLOS FIGUEROA Y DAVID CARRIZALES CORRESPONSALES
El Ejército Mexicano puso en marcha el Plan DN-III en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde en coordinación con autoridades civiles desalojó a residentes de la colonia El Remolino, debido a que se pronosticó que por la noche del lunes afectaría a la región una creciente del río Bravo, misma que sería resultado de las lluvias registradas en Coahuila.
Además de desalojar a residentes de El Remolino -comunidad asentada en terrenos irregulares a unos metros del Bravo-, se aplicaron medidas de emergencia en Nuevo Laredo, entre ellas disminuir la presión del agua en bombas captadoras de agua en la ciudad, informó el presidente municipal José Manuel Suárez López.
El alcalde presidió una reunión de emergencia, con el propósito de coordinar acciones con autoridades de los tres órdenes de gobierno, incluyendo a la Secretaría de la Defensa Nacional, para poner en marcha operaciones para resistir la crecida del río Bravo sin que resulten afectadas familias que viven en las partes bajas de ese lugar.
Durante la junta de trabajo, Suárez López afirmó que de no alterarse la tendencia de la creciente, aproximadamente a las 6 horas del martes las bombas de agua reanudarían el servicio al ciento por ciento en la comunidad. Asimismo, ordenó a la directora municipal de Obras y Servicios Públicos, Claudia Esther López Aguilar, preparar pipas para distribuir el líquido "donde haga falta".
El edil igualmente instruyó al director municipal de Seguridad Pública, Hilario Martín Landa Herrera, recorrer con personal de la Subsecretaría de Protección Civil parques y jardines ubicados en torno al río Bravo, a fin de impedir que la población se acerque a ellos. Añadió que los cuerpos de seguridad municipales albergarán a evacuados e impedirán que "arriesguen su vida al intentar cruzar con estas condiciones hacia Estados Unidos".
Alerta en Nuevo León
El gobierno de Nuevo León se declaró en alerta por las lluvias ocurridas entre domingo y lunes al norte de la entidad, "y las que se esperan para los próximos dos o tres días", informó el gobernador José Natividad González Parás. Señaló que envió un helicóptero y puso a disposición de las autoridades de Coahuila "el equipo que requieran", para enfrentar la situación de emergencia en Piedras Negras.
Para prevenir daños y pérdida de vidas, dijo, se integró un equipo coordinado por el secretario general de Gobierno, Napoleón Cantú Cerna, en el cual participan el secretario de Seguridad Pública, José Domingo Ramírez Garrido Abreu; el procurador de Justicia, Luis Carlos Treviño Berchelman; el secretario de Obras Públicas, Abel Guerra Garza, y el subdirector operativo de Protección Civil, Martín Castillo.
González Parás señaló que las áreas de mayor riesgo son los municipios Los Herrera, Los Ramones, Cadereyta, China y especialmente Anáhuac, limítrofe con Texas, por el agua que pueda trasvasarse de la presa Venustiano Carranza. Dijo que se mantendrán atentos a posibles desbordes del río San Juan y la presa El Cuchillo.
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